La vuelta del capitán insufla ánimo en la plantilla
Íñigo Sainz-Maza completó este jueves sus primeros ejercicios con el grupo tras su grave lesión de rodilla. Su horizonte está en la próxima temporada, pero sus compañeros han recibido con alegría sus avances
El capitán nunca se ha bajado del barco, pero ahora vuelve a sentirse parte de la tripulación. Ha sido apenas un ejercicio de pases. Un ... pequeño paso para el fútbol, pero un gran paso para Íñigo Sainz-Maza, que este jueves realizó su primer trabajo con el grupo desde que sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha.
«Estoy súper contento de poder hacer cosas con el grupo. De entrar en la dinámica con mis compañeros. Es verdad que ha sido todo muy suave y controlado, pero contento de volver a estar con el grupo. Lo necesitaba ya», decía el de Ampuero en rueda de prensa.
Su horizonte no ha cambiado. El único plazo es recuperarse al cien por cien. Por eso, su vuelta a la competición se producirá la temporada que viene. Pero sus avances sirven también para insuflar ánimo a una plantilla que no pasa por su mejor momento anímico y en un momento clave. Así se lo transmitieron al llegar al terreno de juego. Pasillo, sonrisas y collejas complices. Otra forma de expresar cariño.
«Me han mostrado muchísimo apoyo durante toda la recuperación. Estoy muy agradecido a mis compañeros, al staff y al club. Les he visto muy contentos», explicó, antes de reconocer que «se han portado un poco mal con las collejas, porque me han dado muy fuerte. Pero para el grupo es una buena noticia y un estímulo positivo».
Nunca se fue. Siempre ha estado ahí, con mayor presencia en las últimas semanas, cuando ha estado cerca en los calentamientos del equipo, ha viajado a Huesca o Almería... El entrenador, José Alberto, sabedor de la importancia de su figura, ha querido que estuviese siempre por allí y así se lo agradeció el pasado viernes en rueda de prensa.
«He intentado estar muy cerca de mis compañeros durante la recuperación, pero es verdad que mi situación no me permitía estar tan cerca como ahora, que me he ido encontrando mejor. He viajado a todos los partidos que he podido y ya el día del Huesca lo hice siendo uno más, estando en el vestuario con ellos, animándoles, en momentos complicados intentar transmitir tranquilidad...».
Ha recibido el alta médica, no la competitiva. Pero su vuelta al grupo tiene su importancia deportiva e, incluso más, simbólica. Un golpe de efecto en un momento en el que el equipo tiene que cambiar su dinámica para apurar sus opciones de ascender a Primera División. «La idea es empezar a entrenar y hacer entranemisntos parciales con el equipo, ver cómo va la rodilla; ver cómo me encuentro yo», dijo, aunque su regreso real no será hasta «empezar la pretemporada que viene con normalidad y ver cómo responde todo».
El canterano es consciente de que el Racing está «atravesando un momento complicado de resultados. Nos hemos llevado un par de chascos difíciles de superar». Sin embargo, insiste en mirar hacia delante: «Tenemos que creer, tener fe en nosotros, en que lo vamos a hacer, tenemos unión. Debemos estar mentalizados ya en Elda. Es una oportunidad buenísima para demostrar toda esa rabia interna que tenemos. Ganar, certificar el play off, no sabemos si nos dará para el ascenso directo, que es prácticamente imposible. Pero certificar el play off, llegar a la última jornada con todas las opciones posibles y buenas sensaciones».
Él mismo afirma tener «una confianza ciega en todos mis compañeros y el staff, porque les he visto trabajar todo el año. Lo que han sufrido. Somos un equipo que nos cargamos de responsabilidad, sabemos lo que es vestir esta camiseta y al igual que el aficionado, sufre, Somos tan empáticos que la situación nos hace dar un paso al frente y ese momento ha llegado y se tiene que plasmar en el verde».
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