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Una de las cascadas del río Viaña en Lamiña, uno de los atractivos del recorrido.
Unas cascadas camino de La Nogalera, con espléndidas vistas a la cuenca media del Saja

Unas cascadas camino de La Nogalera, con espléndidas vistas a la cuenca media del Saja

Rutas por Cantabria ·

El río Viaña, cerca de Lamiña, regala tres bonitos saltos de agua, uno de los encantos de una ruta que luego nos lleva a crestear por un cordal con espléndidas panorámicas

Viernes, 26 de julio 2019

El alto de la Nogalera y el humilde cordal que vamos a recorrer en esta ocasión, aunque no alcanza los mil metros de altitud nos ofrece unas espléndidas panorámica y vistas de la cuenca media del Saja. Divide las cuencas del río Viaña del río Barcenillas, además del la del Saja y desde la cresta tropieza nuestra vista con Peña Sagra, los cuetos de la Silla, Esprilla, toda la sierra del Cordel… Además, al poco de emprender la marcha podemos deleitarnos con las cascadas de Lamiña, y una vez acabada la ruta hacer una parada en Ruente para contemplar sus casonas y la fuentona y el coqueto puente peatonal de varios arquitos de herradura.

Comenzamos a caminar a la salida de la localidad de Lamiña junto a la fuente, dejando a nuestra izquierda dos casonas; al final del pueblo dejamos a la izquierda una vetusta fuente y pronto nos encontramos un desvío a la derecha que sigue la Ruta de los Foramontanos hacia Llandemozó, pero la ignoramos para continuar de frente. Seguiremos esta pista durante casi dos kilómetros hasta llegar al cruce en que nos viene por la izquierda desde Barcenillas. Ignoramos ese camino y seguimos a la derecha, hacia el sureste.

Algo más de medio kilómetro más adelante cruzamos una portilla canadiense y nos encontramos con el panel informativo de las Cascadas de Lamiña. Allí nos desviamos a la derecha, descendiendo por una senda hacia las cascadas. Si el arroyo Barcenillas no trae excesiva agua y podemos cruzarlo, iremos a contemplar las cascadas; merece la pena deleitarse si las condiciones de agua son idóneas. De lo contrario, retrocedemos de nuevo a la pista para continuar por la misma dirección sureste. Si nos hemos acercado a las cascadas, una vez contemplada la tercera, un poco más al sur que las dos primeras (muy cercanas una de la otra), cruzamos a la margen derecha del arroyo y subimos por una empinada sendita hasta alcanzar un camino que sequiremos a la izquierda para volver a la pista principal, la que traíamos.

La continuamos en la dirección que llevábamos, hacia el sureste, hasta encontrarnos con una bifurcación, donde tomamos el camino de la derecha, de frente, ignorando la de la izquierda que hace una curva a la izquierda. Seguimos de frente durante 2.750 metros hasta una curva en un sierro en que veremos a nuestra derecha dos robles y otro a la izquierda del camino, y al frente otra loma en la que hay en su falda pinos de repoblación.

Ahí, antes de dar la curva a la izquierda, veremos una sendita de ganado a la izquierda que nos saca del camino que traemos. Nos desviamos por ella y al poco encontraremos un viejo prado con un majestuoso y centenario roblón en una pequeña vaguada. Una vez contemplado el roblón, nos desviamos en diagonal hacia la derecha para alcanzar el sierro-loma y seguir, sin ninguna dificultad, campo través, totalmente al sur hasta alcanzar la cima del alto de la Nogalera; lo reconoceremos por la torreta del vértice geodésico que tenemos en la cima. Si nos vamos, desde la torreta, 30 metros más al sur, contemplaremos a nuestros pies el pueblecito de Viaña.

El descenso lo haremos primero siguiendo el cordal hacia el oeste y a escasos dos kilómetros, girar al noroeste. Siempre por la misma cima y siguiendo la alambrada. Estamos en la llamada Brañuca del Alto; descendemos un ratito para volver a ascender a un cueto, el cueto de la Brañuca del Alto. Ahora todo hacia abajo, junto a la alambrada, hasta que tenemos que cruzarla para seguir por un viejo cortafuegos, por la vertiente de Cabuérniga (a ratos bastante pendiente); así llegamos al camino que sigue la Ruta de los Foramontanos, junto a unos pinos. Continuamos a la derecha este camino tras cruzar el portillo, y sin dejarlo llegaremos a enlazar con la pista de subida que seguiremos a la izquierda hasta volver en pocos minutos a Lamiña; antes podemos detenernos en la fuente que encontramos a la derecha un poco antes de la primera casa.

Otros datos. En todo el recorrido, pero sobre desde el alto de la Nogalera hasta inmediaciones de Lamina, tenemos unas vistas extraordinarias: toda la sierra de Peña Sagra, Sierra del Cordel, cordales intermedios, sierra del Escudo de Cabuérniga, La Concilla…; descendiendo hacia Lamiña tenemos a nuestros pies, a nuestra izquierda, todos los pueblos de Cabuérniga: Sopeña, Valle, Terán, Selores…

Cuando vamos subiendo, a un kilómetro más o menos de Lamiña, vemos a la izquierda, a unos 200 metros, una ermita, la de san Fructuoso, ya citada en el 978 en el Cartulario de Covarrubias. Lo que más llama la atención es un bellísimo sarcófago decorado.

Ficha técnica

Acceso: Desde Cabezón de la Sal, junto a la A-8, se llega fácil hasta Lamiña por la CA-180 tras atravesar el puente de Santa Lucía y Ruente; al llegar a Barcenillas tomamos a la izquierda la CA-815 que en poco más de un kilómetro nos deja en Lamiña. Casi al final del pueblo, junto a una fuente, se puede aparcar.

Horario: Entre 5 y 5,30 horas

Desnivel: 860 metros acumulados.

Recorrido aproximado: 14,5 kms.

Punto de partida: Lamiña 360 msnm.

Cota más elevada: Alto de la Nogalera, 879 msnm

Dificultad: Ninguna.

Grado de dureza: Suave, tirando a moderada.

Cartografía: Hojas 57-IV a 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional (MTN)

Época recomendable: Todo el año.

Ubicación: Municipio de Ruente.

Tipo de ruta: Circular.

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