El corredor de ultra-trail Borja Iglesias cubre un maratón sin salir de su apartamento

Este donostiarra de 37 años entremezcla su mensaje vitalista con un profundo respeto por el confinamiento. «En Francia creo que llevamos algunos días menos que en España pero, de verdad, no me quejo. Llevo una vida bastante solitaria y seguro que hay gente que está peor que yo», relata. Su compromiso con el confinamiento es claro. «Tengo la montaña a diez pasos. Está ahí y mi pasión es correr por ella. Pero no, no he tenido ninguna tentación de salir fuera. Y mira que podría hacerlo de noche y que no me viera nadie. Pero creo que traicionaría a mucha gente que está haciendo un esfuerzo por quedarse en casa».

Llega la pregunta clave. Un highlight. ¿Por qué una maratón? «En casa tengo cosas para hacer ejercicio pero claro, me faltaba hacer algo de cardio», explica. «Me puse a correr un día e hice diez kilómetros». Y no pudo parar. «Después hice media maratón y como me noté bien me dije 'vamos a hacer la maratón'. Y la acabé al día siguiente. Terminé bastante bien en 4 horas y 28 minutos».

Pero claro, no tenía ninguna recta. «Qué va, tenía que pasar por las tres estancias de la casa y me chocaba a veces, pero bueno. Es todo muy mental. He leído bastante sobre meditación y eso me ayudó». Cuenta que «varios amigos ya han calculado que di unas 6.000 vueltas a mi casa», dice entre carcajadas, y lo hizo «sin música. En la media y los diez sí me puse música de fondo, pero en la maratón, no».

Los ultra trails son la pasión de este deportista que ha trabajado por medio mundo y que siente como nadie el día de San Sebastián. «Es una fecha para no olvidar». Tiene a su familia y amigos en Donostia, pero él prefiere vivir la vida de otra manera. «He trabajado en París, ahora aquí en los Pirineos, en la isla de Reunión al lado de Madagascar, en la Guayana francesa, en la isla de Guadalupe, en Suiza... muchos sitios distintos».

En casi todos los lugares ha habido una prueba donde poder tomar parte. «He corrido en pruebas increíbles. Una de ellas en Guadalupe. Solo estábamos quince apuntados y la mayoría eran atletas profesionales. Por si no ha quedado claro yo soy amateur ¡eh!. Se llama la 'Traskarukera' que en criollo significa atravesar Guadalupe».

Para este Marco Polo de las travesías no hay nada que se le resista y habla de 'La Diagonale des Fous', en la isla de Reunión. Puedes empezar a 30 grados y después bajar la temperatura a más de la mitad, muy dura pero preciosa. Se atraviesa la isla en diagonal, de ahí el nombre». Lo que más le llama la atención de estas pruebas es «la vegetación y el paisaje. Es precioso y a veces no hay sendero por donde ir».

Borja descuenta horas y días para hacer vida normal, trabajar, salir a entrenar y realizar las cosas cotidianas que siempre tienen que ver con el deporte extremo. «He disputado siete maratones, dos veces el de Donostia, pero lo que me gusta de verdad son los ultra trails», comenta el fisioterapeuta. El año pasado acabó el ultra tour El Gran Raid des Pyrenées. «Son 220 kilómetros con un desnivel positivo de más de 12.500 metros. También hice el Ehunmilak, que son 170 kilómetros y el Penyagolosa de 110». Y se despide dando «mucho ánimo a todos para superar la epidemia. Esto pasará algún día, esperemos que más pronto que tarde, y confío en que acabe bien. Luego ya haremos vida normal otra vez».