«El amor hace que la vida merezca la pena»
Alberto Iglesias Actor, director y dramaturgo ·
El cántabro regresa hoy y mañana al Palacio de Festivales como uno de los protagonistas de 'La Strada', una obra que dirige Mario Gas y que «hace que nuestro corazón se tambalee un poquito»ROSA M. RUIZ
SANTANDER.
Jueves, 24 de octubre 2019, 19:53
Alberto Iglesias (Santander, 1975) regresa hoy al Palacio de Festivales como uno de los tres protagonistas de 'La Strada', una adaptación de la película más ... amarga y poética de Federico Fellini. El actor, también director y dramaturgo, vuelve a ponerse a las órdenes de Mario Gas para un papel que, como el resto de los personajes «consigue emocionar» al público. Pronto hará dos décadas que Alberto Iglesias dejara su tierra y La Machina para centrarse en una profesión en la que ya ha logrado hacerse respetar y que, según él mismo destaca «le ha permitido aprender mucho».
-Vuelve al Palacio de Festivales para representar a El Loco, uno de los tres protagonistas de 'La Strada'. ¿Cómo es su personaje?
LA OBRA
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Título 'La Strada', de Federico Fellini.
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Adaptación Gerard Vázquez.
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Dirección Mario Gas.
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Intérpretes Alfonso Lara, Mar Ulldemolins y Alberto Iglesias.
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Escenario Sala Pereda del Palacio de Festivales.
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Fechas y hora Hoy y mañana, a las 20.30 horas.
-Este papel me llegó de la mano de Mario Gas con el que ya había trabajado en anteriores ocasiones. Había visto la película hace años y cuando leí el texto, el personaje me pareció precioso y me enamoró.
«Escribo, una de mis obras se representará en Madrid, y preparo un pequeño papel para una serie»
- Mario Gas ha definido esta adaptación de 'La Strada' como «una elegía sin nombre». ¿Como la define usted?
-En esta obra encaja bien esa frase de lo feo es bello y lo bello es feo que en el fondo viene a decir que hay una cierta tristeza en lo hermoso. Es una historia muy cruda y con componente muy 'fellinianos' como la nostalgia o la magia. Creo que, sobre todo, refleja muy bien esa búsqueda constante de la risa en la vida. No falta la esperanza ni el aprendizaje y tiene todos los elementos de una buena función de teatro porque consigue emocionar al público.
-¿Volvió a ver la película cuando le ofrecieron el papel?
-Me gusta mucho Fellini, pero no quise volver a verla antes del estreno de la obra para no contaminarme demasiado. Esas cosas que tenemos los actores. Sí lo hice después y comprobé con alegría que lo nuestro, al menos en lo que a mi personaje se refiere, es bastante distinto a lo que hace el actor Richard Baseharf hizo en el filme. Nuestra idea nunca ha sido hacer una copia de la película.
-¿Podría sacarse una moraleja de esta historia de circo?
-Seguramente cada espectador sacará la suya. ¿La mía? Coincide un poco lo que se dice al final de la obra, que algún día contaremos una historia de amor. El amor es redentor, es salvador y lo que hace que la vida merezca la pena porque los miedos no favorecen a que la vida transcurra como debe. 'La Strada' como una buena obra con elementos de misterio y algo de terror y compasión hace que nuestro corazón se tambalee un poquito y se ponga en la piel de esos personajes que a lo largo del camino van buscándose a si mismos a través de los demás.
-¿Cómo es Mario Gas versionando a Fellini?
-Muy Fellini (ríe). Mario es un cinéfilo voraz y Fellini le gusta muchísimo. Ha encarado la versión escénica, porque la dramaturgia es de Gerard Vázquez, a su manera e intentando meter todos los elementos que le gustan y que coinciden con los que Fellini incluía en sus películas. Ha logrado un espectáculo lleno de magia y eso que no lo tenía fácil pues la película es una obra de culto muy difícil de superar aunque Mario ha logrado hacer su propia 'Strada' para el teatro en la que lo que prima es la historia por encima de todo.
-En el Palacio de Festivales se inició como actor. ¿Cómo recuerda aquella época?
-Como algo lejano. Pero es cierto que la primera vez que pisé la sala Pereda, con 18 o 19 años, me pareció una pasada. Estoy contento de volver hoy porque es una sala a la que tengo especial cariño y en la que hacía tiempo que no actuaba, creo que la última vez fue con 'Un tranvía llamado deseo' producida por Juanjo Seoane y dirigida también por Mario Gas . He estado más veces en la sala Argenta, pero como actor me gusta más la medida de la sala Pereda.
-También estuvo nueve años en La Machina. ¿Pensaba entonces que llegaría a donde está ahora?
-Tengo la suerte de no pensar en esas cosas porque entiendo que el trabajo llama al trabajo aunque todos tenemos sueños y anhelamos que se cumplan. Cuando dejé La Machina estuve dando bandazos. Primero me fui a Extremadura, luego a Donosti. Caí en Bilbao con Luis Pascual y de ahí me fueron saliendo proyectos buenos con directores reputados y grandes actores. Lo más importante es que todo este periplo me ha permitido aprender mucho.
-También escribe y dirige sus propias obras. ¿Qué vino primero la interpretación o la dramaturgia?
-Más o menos todo al mismo tiempo. Cuando empecé a actuar ya escribía. Siempre me he acompañado de un papel y un lápiz para garabatear unas palabrillas. Pero es cierto que de un tiempo a esta parte, me he dedicado más a la dramaturgia e incluso he recibido algún premio. Dirigir también me gusta, así que cuando puedo hacerlo y me lo permiten no lo dudo.
-En esta faceta de la dirección y la dramaturgia. ¿Qué proyectos tiene ahora?
-Si os acordáis, en el Festival 'Solo tú', en La Teatrería de Ábrego en Oruña, hicimos una especie de ensayo general de mi obra 'El hombre y el lienzo' que también dirijo y que luego estrené en el Teatro del Barrio de Madrid. Pues bien, se representará de nuevo.a partir del día 9 de enero y durante tres semanas, en el Fernán Gómez.
-¿Desde fuera cómo se ve el panorama teatral de Cantabria?
-Me fui en el año 2000 o 2001 y entonces sólo había cuatro compañías de teatro, ahora hay catorce y eso me parece muy bueno y saludable para una comunidad pequeña como es Cantabria. Creo que hay mucho talento y nuevas infraestructuras, pero pienso que siempre se podría hacer más con un poco de apoyo porque me consta que el público está por la labor y tiene ganas de ver lo que se hace. Hay mucho que ofrecer, pero por desgracia se destina poco dinero público al teatro.
-Está muy centrado y con mucho trabajo en el teatro. ¿Se ha cerrado al cine y la televisión o sigue esperando una gran oferta?
-No me he cerrado, en absoluto (ríe). Es cierto que en estos dos últimos años, después de hacer un personaje en 'Carlos V', me han llamado para participar un par de series que tuve que rechazar porque estaba con otros compromisos teatrales que me impedían desplazarme a las grabaciones. Próximamente volveré a la televisión porque tengo un pequeño papel en una que se está grabando ahora. Y sí, ojalá llegue esa oferta para hacer un personaje más o menos fijo en una gran serie.
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