«Estamos desamparados y sin ayudas»

El decreto que regula la 'nueva normalidad' en Cantabria -publicado el pasado viernes- relata que «la celebración de fiestas, verbenas y otros eventos populares, así como la utilización de las playas o parques en horario nocturno, podrán, en su caso, autorizarse por la autoridad sanitaria, siempre que la evolución de la situación epidemiológica así lo permita, a partir del día 8 de julio de 2020, quedando entre tanto suspendidas».

«Nos han matado», relata el director de Super Hollywood. Las orquestas quieren trabajar, pero López se queja de que el Gobierno no les deja ni les tiene en consideración. «Muchas familias dependemos de esto. Músicos, técnicos de sonido, montaje... Somos gente que trabajamos en verano para subsistir el resto del año». En total en Cantabria, más de mil trabajadores dependen del sector de los espectáculos y de las fiestas de verano. Orquestas, técnicos de luces, autónomos, empresas de carpas están trabajando para formar una asociación y defender sus intereses.

Aunque todavía no es oficial, la asociación ya está constituyéndose para representar a esas mil personas que no podrán ejercer su labor este verano. Una de sus reivindicaciones es la diferente vara de medir que hay entre comunidades. Mientras que en Galicia se permiten los eventos de 1.000 personas al aire libre estando de pie y guardando la distancia de seguridad (cuando no se pueda será obligatorio usar mascarilla), la asociación se queja de que en Cantabria solo permiten eventos con aforo de 1.000 personas, pero sentados. «Ese punto es vital», señalan miembros de la organización.

La asociación se ha reunido con el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Zuloaga, para exponerle su situación, aunque todavía no han llegado a ningún tipo de acuerdo. Las orquestas creen que es posible cambiar el matiz y permitir celebraciones al aire libre con gente de pie y, además, se ofrecen a introducir medidas para aumentar la seguridad como, por ejemplo, adelantar las verbenas para que acaben pronto u obligar al uso de mascarillas durante el evento.

De ratificarse su situación y ante la imposibilidad de trabajar este verano, demandan también una reunión con el consejero de Industria, Francisco Martín, para ver si es posible recibir un paquete de ayudas de, al menos, «un 10% de la facturación» para poder sobrevivir.

Toni de la Fuente, director de la productora DLF, gestiona a la orquesta Anaconda, entre otras, y es el manager de la orquesta Malassia. «Nos ha afectado de lleno. Este gremio es casi una industria. Organizamos producciones muy gordas con muchos miles de euros invertidos que, a través del 'leasing', seguimos actualizando cada año y ahora estamos en una situación muy precaria y complicadísima».

Quieren que les tengan en cuenta porque muchas familias dependen de ello. «Estamos solicitando al ministerio de Cultura una ayuda que dan a los artistas por seis meses, similar a los ERTE». Y es que los músicos de las orquestas no han podido acudir a esta ayuda del Estado porque cotizan según el régimen de artistas y no en el régimen general de los trabajadores. «Algunos les tengo totalmente desamparados porque no tienen acceso ninguna ayuda».

Facebook y Twitter