Ben Paterson
El organista y vocalista norteamericano se suma hoy a la Jam Session de clausura del Festival de Jazz de Santander
«El organista más puramente musical que existe», dicen las críticas de Ben Paterson. El público cántabro pudo comprobarlo anoche en el Festival de Jazz ... de Santander, con su concierto en formato trío junto a la vocalista Laura Anglade y podrá repetir hoy, ya que el de Philadelphia participará en la Jam Session final (22.00 h).
-¿Cómo describiría su estilo musical y su presencia escénica?
-Intento mantener siempre un ritmo fuerte, con swing, y una buena dosis de blues. Quiero que la música sea moderna pero accesible, y que haga que el público no pueda dejar de mover los pies.
-Le han descrito como un artista que combina «el alma del blues, el swing del jazz y el fraseo del góspel». ¿Cómo logra ese equilibrio entre géneros?
-Esos son mis tres estilos musicales favoritos, así que al combinarlos simplemente persigo lo que oigo en mi cabeza. Todo buen jazz debe estar arraigado en el blues, y el góspel le añade aún más alma y dulzura.
-Es pianista y organista. ¿Cómo influye cada instrumento en su forma de componer y entender la música?
-Cada instrumento tiene sus fortalezas y limitaciones. El piano permite una belleza increíble y una sofisticación armónica; mientras que con el órgano puedo ser el bajista, y usar su potencia para realmente impulsar a la banda.
-En sus primeros años, pasó un tiempo tocando como pianista del legendario saxofonista Von Freeman. ¿Qué aprendió durante aquella etapa tan decisiva?
-Von Freeman, o 'Vonski', me enseñó muchísimo siguiendo la tradición de la vieja escuela. Nunca me dio partituras ni me dijo qué canción o en qué tonalidad íbamos a tocar, simplemente comenzaba y esperaba que yo lo resolviera con el oído. Fue la mejor formación que podría haber tenido.
-¿Qué papel juega la tradición en su música? ¿Cómo se relaciona con los grandes del pasado sin perder tu propia voz?
-La tradición del jazz es absolutamente fundamental para cualquier músico que aspire a dedicarse a esto. Hay que estudiar a los grandes para aprender el lenguaje y poder construir tu propia voz.
-El órgano Hammond B3 tiene una gran tradición en el jazz. ¿Qué le atrajo de este instrumento y cómo lo hace suyo?
-Es un instrumento increíble porque te sitúa en el centro de la banda: tocas las líneas de bajo, los acordes, los solos... realmente llevas el control del vehículo, como se suele decir.
-En 2018 ganó el Primer Premio en el Concurso Internacional de Piano de Jazz Ellis Marsalis. ¿Qué significó ese reconocimiento para usted? ¿Cómo recuerda esa experiencia?
-Fue un honor tremendo, sobre todo teniendo en cuenta que los jueces eran grandes músicos, incluido el propio Ellis. Fui el único finalista que no había estudiado en una escuela o conservatorio de música, así que fue muy gratificante ganar viniendo del camino profesional que yo he recorrido.
-Ha sido nombrado 'Steinway Artist', una distinción reservada a músicos con una conexión especial con la marca Steinway. ¿Qué significa para usted formar parte de esa comunidad?
- También fue un gran honor. Los Steinway son mis pianos favoritos, y una de las compañías más históricas de toda la música. Me alegra representarlos (¡y ojalá seguir tocándolos!) siempre que puedo.
-Su carrera abarca desde clubes íntimos hasta grandes festivales ¿Cómo varía su enfoque según el lugar o el público?
-Ambos pueden ser experiencias increíbles si el público está conectado contigo. En un festival grande tienes que adaptarte al espacio y ajustar tu energía, pero si el sonido está bien hecho, puedes tocar con fuerza y con sutileza en cualquier entorno.
-Ha colaborado con artistas como Houston Person, Samara Joy -que también actuó en este festival- y Bobby Broom. ¿Qué le atrae de estas colaboraciones?
-¡Colaborar con músicos de primer nivel es lo que hace tan especial al jazz! Cada vez que lo haces, aprendes algo nuevo sobre el ritmo, la melodía, el fraseo, la escucha... Estoy muy orgulloso del trabajo que he hecho con músicos como ellos.
-Además de su carrera como intérprete, comparte sus conocimientos a través de clases, cursos y clases magistrales. ¿Qué papel tiene la enseñanza en su vida como músico?
-Disfruto mucho enseñando, tanto con estudiantes principiantes como avanzados. Es divertido compartir el aprendizaje de este lenguaje que, en el fondo, es lo que es el jazz: un lenguaje musical.
-En esta era de consumo rápido, ¿cómo conecta con nuevas audiencias a través de un género tan enraizado en la historia?
-Siempre ha existido y siempre existirá un público para la música con profundidad, sofisticación, belleza, blues, sutileza y swing. Puede que no sea el más grande del mundo, pero es fiel, y no me preocupa quedarme sin público.
-¿Cómo ve el panorama actual para los músicos de jazz, especialmente en EE. UU.?
-Se necesita dedicación y años de trabajo constante para construir una carrera en el jazz. No hay atajos, y es muy probable que no te hagas rico. Pero tiene muchas recompensas. No querría hacer otra cosa.
-¿Qué papel tienen hoy las redes sociales y el streaming en su carrera?
-Ambos son muy importantes. Las redes sociales son una de las principales formas de conectar con el público y construir una base de seguidores, y el streaming es la forma dominante de consumir música. La industria del streaming necesita algunos ajustes para que los músicos reciban una remuneración justa, pero hacemos lo mejor que podemos con lo que hay.
-¿Puede venir la inspiración para componer desde otras disciplinas artísticas?-
-No es exactamente cómo trabajo yo, pero seguro que algunos músicos se inspiran en muchas fuentes distintas para sus composiciones.
-¿Puede contarnos algo sobre su próximo proyecto o álbum? ¿Qué sonidos o ideas está explorando ahora mismo?
- ¡Estoy a punto de sacar un nuevo disco con mi trío de órgano! Con Bobby Broom a la guitarra y Greg Artry a la batería, mezclamos estándares de jazz con temas de Stevie Wonder, los Beatles y los Delphonics. ¡Estad atentos!
-Y, por último, ¿qué es lo que le sigue emocionando, noche tras noche, cuando se sientas frente a un piano o un Hammond?
-La posibilidad de crear algo nuevo que se sienta bien y conecte con el público. ¡Siempre es un reto y una emoción!
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