Borrar
Soleá Morente: «Mi música no es estándar, convencional ni fácil. Es música de investigación»

Soleá Morente: «Mi música no es estándar, convencional ni fácil. Es música de investigación»

La artista granadina publica 'Lo que te falta', un disco en el que evoluciona hacia un estilo más natural

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 11 de abril 2020, 07:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si juega a ponerle un adjetivo, lo más probable es que encuentre varios, que todos encajen y que a ella le parezcan bien. Soleá Morente expresa con una cadencia dulce un racimo de ideas claras que se basan en la mezcla, la búsqueda, la ruptura de clichés. Filóloga, lectora voraz, mente inquieta, a la granadina el confinamiento le ha pillado con un disco, 'Lo que te falta' (Elephant Records, 2020) recién publicado y en casa de su madre, compartiendo espacio y rutinas. De ese encierro y las alas que espera tome su nuevo trabajo, habla la artista.

- Vuelve a estar en Granada, en la casa familiar, acompañada, lejos de Madrid. ¿Es como volver a la adolecencia?

- Totalmente. Con mi madre controlando todo; «no salgáis, no entreis». Llevo un mes aquí encerrada y parece que es como cuando me preparaba los exámenes. No hago otra cosa que leer, escribir, estudiar…Está también mi abuela Rosario y mi hermano. Toda la pandilla, pero tengo mi pequeño espacio en uno de los apartamentos que hizo mi madre y voy y vengo.

- El disco salió el 13 de marzo, justo antes de que empezara el confinamiento.

- ¡Y con una corona en la foto, además! Es una tontería, pero mira tú qué casualidad.

- ¿Cómo lleva esa casualidad que les tiene a usted y al disco encerrados?

- Ahora estoy empezando a reaccionar. Estoy muy preocupada por la situación y eso me mantenía asustada. Todo se ha pospuesto, la promo, los conciertos. Hago mucho online y por teléfono, que no es lo ideal para un disco en el que he puesto toda mi ilusión, mis ahorros, mi fuerza… Pero me compensa que la gente me escriba cosas tan bonitas, que les esté sirviendo en el confinamiento, se lo pasan bien, es un ratito en el que bailan. Si ha servido de algo mi música no hay mayor satisfacción. Me sirve más que vender muchos discos.

- ¿Está desarrollando mayor paciencia?

- A ratos soy paciente y a ratos muy impulsiva. Va por momentos. Y desarrollas la capacidad de reflexionar, que es algo que hay que trabajar día a día. Es importante hacer un esfuerzo por tener perspectiva y pensar en el futuro, tomar decisiones con lógica. Cada uno estamos preocupados por nuestras propias circunstancias y tener parado un disco que ha costado tanto y está ahí solito...

- En este nuevo trabajo ha decidido cambiar de compañía y empezar a trabajar con Elephant Records. ¿Por qué?

- Me gusta ir cambiando, no quedarme todo el rato en el mismo sitio. Había conocido lo que es trabajar con una multinacional como Sony, que estuvo muy bien, pero me apetecía cambiar el modo de trabajo que tenía hasta ahora. Artística y conceptualmente, el disco ha sido otro giro, desde el punto de vista interpretativo, de sonido. En todos los aspectos. Se ve que tenía esa necesidad.

- A diferencia de los discos anteriores, se percibe un estilo más natural. ¿Es algo premeditado?

- Sí, por supuesto. Esa es la idea y lo que hemos ido buscando, tanto David, el productor, como yo. Casi todas las canciones están cantadas en una toma, con muy pocos efectos. Queríamos grabarlo en directo, siguiendo el carácter de la obra de Bambino; ese sonido natural de fiesta, del primer impulso. Pero algunas sí que hubo que grabarlas a claqueta porque era muy complicado juntar a los músicos y lo fuimos haciendo por partes, pero desprendiéndonos de la super producción que ofrece un estudio.

- Las Negri, Cariño, Muchachito, Tomasito…¿Cómo elige a sus acompañantes en este viaje?

- La base principal son las dos guitarras, Eduardo Espín y Víctor Iniesta. Eduardo es hijo de Carmen Linares, viene del flamenco jondo pero al mismo tiempo trabaja con bandas de rock como El Bicho, hace cosas más aperturistas y Victor lo mismo, toca con Manolo García pero viene del flamenco. Me entienden muy bien. Me acompañan en una granaína y se pasan al pop sin problema. Hacemos ese tipo de viaje. Luego hay dos colaboraciones muy importantes, que me ayudan a explicar conceptualmente. Las Negris, tres hermanas gitanas que son primas de mi madre y aportan esa parte racial y pasional y después Las Cariño, máximo representante del indie. Entre esos dos polos opuestos me muevo.

- ¿Siente que mantener ese equilibrio entre puntos contrarios es su zona de confort?

- Sí, voy de un sitio a otro con naturalidad. Puedo pasarlo bomba en un festival indie y también escuchando cantar en una boda gitana. He vivido eso desde muy pequeña y la otra influencia indie ha sido muy determinante, desde 'Omega' hasta el disco que hice con Evangelistas. Así, de una manera no premeditada iba viendo dónde encajaba cada cosa.

- Llevando a dos guitarristas que vienen del flamenco jondo, ¿se ha reconciliado con los puristas?

- Poco a poco parece que me van entendiendo un poquito más los sectores puristas del indie y el flamenco, porque sí que tengo encontronazos con la crítica y el público. Lo entiendo. Mi música no es estándar, convencional ni fácil. Es música de investigación. Tengo la sensación de que nos vamos entendiendo. En Galicia me pasó una cosa. Adapté 'Cosas buenas', de La Bien Querida a una granaína. Tras la falseta inicial, ortodoxa, super flamenca, la gente iba cantando conmigo como si fuera pop. Eso es lo que yo pretendo. Naturalizar lo que es cantar flamenco. No pasa nada si no han nacido en una cuna no flamenca, no gitana, para cantarlo y disfrutarlo. En España y en todos los lugares es importante acercarse a esa fuente espiritual. Merecen la pena los malos ratos.

- ¿Ha aprendido a encajar esos malos ratos?

- Voy desarrollando una filosofía de vida. La crítica es importante cuando tiene su sentido y se hace con claridad y de forma objetiva. Es interesante. Las respeto y algunas me vienen bien. No todo puede ser bueno. Pero hablar desde la falta de respeto o de cosas más crueles… Antes me dolían, pero ahora ya sé llevarlo mejor. A nadie le gusta tras hacer tanto esfuerzo, pero ya el oficio y la experiencia se notan.

- 'Lo que te falta' es el título de este tercer disco. ¿Qué le falta a usted?

- Ahora mismo la libertad, igual que a todos. También, cuando acabe el confinamiento, se podría decir que la libertad en otro sentido. Por todo lo que hablamos; vivimos en una dinámica que hemos establecido la sociedad en la que te encuentras con muchos prejuicios, muchos pensamientos inculcados que te limitan y te perjudican, muchos miedos ilógicos, que es importante tenerlos cuando tienen sentido, como dice mi psicóloga. Hace falta liberarnos de ellos y no perder el tiempo.

- Aparte de su proyecto en solitario está en el grupo Prado Negro. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos proyectos?

- La primera diferencia es que no es lo mismo un disco en «solitario», una iniciativa propia, que un trabajo en equipo en el que soy una más. Les digo que canten más, pero ¡no me echan mucha cuenta! Decidimos en conjunto y elegimos las canciones, los poemas, y conceptualmente son muy diferentes. Creamos esa atmósfera propicia para la unión de música y literatura, tratada desde un punto de vista más clásico. Cantamos a grandes poetas que nos han dejado un legado increíble. En lo mío empieza a haber influencias del trap, que relaciono con la literatura popular andaluza del siglo XVIII.

- La literatura parecer tener un papel determinante en su día a día

- Sí. La literatura ocupa el 75% de mi vida. Soy muy aficionada a la lectura y haber estudiado filología me ha creado ese hábito que, a día de hoy, en esta cuarentena, me está salvando. Ir con mi libro debajo del brazo. Puedo no abrirlo, pero la sensación de tenerlo… Llevo tres o cuatro lecturas que no tienen nada que ver y me da bastante seguridad. Te ofrece la posibilidad de evadirte y entrar en otros mundos. Tengo más tiempo para leer y reflexionar. Es de las pocas cosas buenas, ese tiempo del que carecíamos en nuestra vida de antes.

La presentación

«Es todo un acontecimiento para Elefant Records, pero al mismo tiempo un lanzamiento que, de alguna manera, consigue cerrar un círculo que casi nadie sabíamos que estaba abierto. La magia de la música. El caso es que el nuevo álbum de Soleá Morente, producido por David Rodríguez, cumple la regla aquella de los terceros discos: álbumes de reafirmación, de madurez, de desarrollo. Y es que por primera vez la propia Soleá ha tomado un papel protagonista en la composición de alguna de las canciones del disco, un trabajo que despide aromas exóticos y enraizados, pero con un sentido pop absolutamente excepcional y maravilloso. Porque Soleá Morente es un personaje único en el panorama musical español. Sí, porque es hija del mítico cantaor flamenco Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell, pero también porque la mediana de los Morente siempre ha sabido ser permeable a otros estilos y referencias musicales. De este modo, en este disco también aparecen acreditados como compositores Ana Fernández-Villaverde (La Bien Querida), David Rodríguez (La Estrella de David) y J (Los Planetas). Cóctel exquisito. Círculo cuadrado».

- ¿Cómo ve ese fenómeno de los conciertos gratuitos en redes sociales que están proliferando?

- Creo que es positivo. Todo lo que sea compartir, interactuar, es bueno ahora. Pero no nos acostumbremos. Es bueno aceptar lo que está ocurriendo, pero no instalarnos en esta forma de vida porque entonces ya sí que se va pique el sector. Acepto como algo temporal pero no me conformo. Ayer me decía una amiga, que está muy bien esto de un vino por las redes, pero... no de continuo.

- ¿Corremos el riesgo de acostumbrarnos de nuevo a la cultura musical gratuita que tanto daño ha hecho?

- Tiene sus cosas buenas, como el pasar un rato e interactuar, que lo necesitamos, pero ya que nos metemos, pienso igual que tú y tengo una actitud crítica porque a ver qué van a hacer quienes tienen el poder con esta situación. A ver si no se aprovechan de las circunstancias y espabilamos. Ser conscientes es muy importante. Conscientes y vigilantes. La Cultura me preocupa muchísimo. Que no nos sigan tomando el pelo.

- ¿Cuántas ganas tiene de retomar su agenda?

- Tengo muchísimas ganas, no veo llegar el momento. Ya tenemos la fechas de Madrid y Barcelona, para octubre y diciembre. Y todo lo que se ha pospuesto y cancelado que no quiero ni mirarlo. Pensar en el futuro alivia. Esto es algo temporal. Estamos en esta situación por algo, a ver si cambiamos el mundo para mejor y puedo volver a abrazar al público con mi música. Ojalá que sea pronto.

- ¿Cree que tendremos festivales este verano?

- Creo que es delicado y un poco peligroso lo de los festivales y que es mejor aguantar y tener precaución. Ya se verá.

- «Cuando estoy terminando un disco ya estoy empezando a crear el siguiente», afirma. ¿Ya está con el siguiente?

- Pues sí. Eso está pasando ahora. Vivimos en la era de la inmediatez. Si antes pasaba, ahora ya vamos a toda leche. El ritmo que nos marca el sistema instaurado es muy estresante. Me salen agunas cosas pero no me puedo concentrar para la creación. Soy muy inquieta y no me supone un problema, seguiré con el disco que estoy grabando con Paco Ibáñez, seguiré escribiendo para el siguiente disco. Pero también hay que vivir.

Sigue a DMúsica en:

Facebook y Twitter

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios