Viva Suecia enciende el Sonórica y Mikel Izal lleva a Castro hasta el 'paraíso'
Los vallisoletanos Siloé fueron otra de las grandes atracciones de la primera jornada del festival que reunió a 12.000 personas
Había ganas de música en Castro Urdiales y así lo demostró el público en el Sonórica. La apertura de puertas estuvo acompañada de un buen ... tiempo que permitió al sexteto bilbaíno de 'No quiero' inaugurar la primera jornada con su combinación de elementos del rock y el pop, y siempre poniendo en valor su honestidad emocional sobre el escenario. Los siguientes en coger el testigo fueron la banda madrileña Merino, conformada por Sandra Merino y Álex Gallego, que demostraron con 'La Niña' la capacidad que tienen para hacer canciones que ayuden a sentir y a emocionar a los presentes. Si hay alguien que sabe enamorar con su voz es la cantante y compositora Alba Morena que demostró su talento para combinar estilos y géneros en sus canciones.
Con los asistentes ya enchufados en el Estadio Riomar, llegó la actuación de la banda murciana Viva Suecia, uno de los platos fuertes de la tarde. Desde el primer momento demostraron con sus temazos por qué son uno de los conjuntos más importantes del rock independiente nacional. 'Bien por ti', 'A dónde ir' o 'La voz del presidente' fueron algunos de los temas que hicieron vibrar a las 12.000 personas que se dieron cita en el festival castreño. El vocalista Rafa Val se atrevió a bromear de la diferencia de temperatura que se vive entre Cantabria y Murcia. No quisieron dejar el escenario sin transmitir un mensaje claro y reivindicativo: «Viva Castro, viva Murcia y viva Palestina libre». Hay que recordar que hace unos meses, el Sonórica apareció en una larga lista de eventos a los que se vincula con la firma estadounidense KKR, a la que acusan de «proisraelí».
Minutos más tarde sería la banda colombiana Timø la que tomaría el relevo sobre el segundo escenario para inundar a Castro con su género pop fresco. La banda compuesta por Andrés Vásquez, Alejandro Ochoa y Felipe Galat tienen por objetivo ser conocidos por todos los rincones del mundo y en España cada día gozan de mayor alcance. Después de la actuación de los colombianos, la lluvia haría acto de presencia de forma intermitente en otro de los grandes momentos de la jornada: la actuación de Mikel Izal.
El navarro llegó a Castro Urdiales con ganas de sortear la lluvia y puso en escena un producto cuidadosamente elaborado en el que propuso a los asistentes sumergirse en un viaje de descubrimiento personal por las diferentes emociones y estados de ánimo que han acompañado al compositor en los últimos años. Un 'setlist' en el que se combinaron canciones de su disco en solitario, 'El Miedo y El Paraíso', y algunas imprescindibles del grupo Izal como 'Pánico práctico', 'La mujer de verde', 'Qué bien', y 'Copacabana'. El broche final a su actuación lo pondría con la interpretación de 'El Paraíso'.
Uno de los grupos que se llevó el calor del público fue Chicle, el proyecto paralelo de Álvaro Benito, cantante de la banda Pignoise y que sorprendió con el primer disco, 'La Belleza'. La última gran atracción de la noche llegaría de la mano del grupo Siloé, uno de los más esperados de la noche por los presentes que ya disfrutaban de la música sin tener que tener un ojo puesto en el cielo.
Fito Robles, vocalista, arrancó el concierto desde la torre de control para sorpresa del público y eso solamente fue una pequeña muestra del derroche de energía, buen rollo y talento que metió de lleno y generó conexión con todos los presentes. La banda vallisoletana, que ahora cuenta con una creciente legión de fieles, además de interpretar éxitos como 'Reza por mí' y 'Súbeme al cielo' también tuvieron tiempo para recordar sus inicios en Cantabria cuando apenas acudían diez personas a verlos en la Sala Niágara de Santander.
El punto y final a la primera jornada del festival castreño estuvo a cargo de Hoonine, el nombre artístico de Carmen Alarcón. La cantante y compositora murciana cerró la noche a base de música electrónica.
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