Anna Colom de ida y vuelta
La cantaora , cuyo duende apareció en los temas más íntimos, se presentó en Santander con un grupo de músicos excelentes
De La Habana ha venido un barco cargado de… guajiras y otros ritmos de las dos orillas del océano Atlántico. Un barco que ha hecho ... escala en Santander pilotado por la artista catalana Anna Colom (Barcelona, 1985), cantaora y enamorada de la rumba, la guitarra flamenca y las raíces de las músicas tradicionales, sean cubanas, argentinas o andaluzas. Su concierto del pasado viernes en el auditorio del Centro Botín quiso ser un crisol de todos sus mestizajes resumidos en un objeto: la cayana, esa vasija de barro para tostar granos que da título a su primer y único álbum. Se presentó en Santander con un grupo de músicos excelentes que cautivó en varios momentos de una noche que comenzó con unos cantos camperos, para seguir después con 'Fandango de las Indias', una fusión de sones veracruzanos y andaluces. México y Huelva confluían: «Se volvieron a encontrar y como dos criaturas se pusieron a llorar» y a zapatear. Karen Lugo, mexicana tapatía de nacimiento, coreógrafa y bailaora, hizo vibrar con su expresiva y eléctrica danza –mezcla de aires flamencos y danzas de la India– a un público que pasaba del asombro a la entrega. Y se sucedieron cantos gaditanos, bulerías, tientos, seguidillas, abandolaos lucentinos y una soleá de reminiscencias del llano argentino. Doce temas y una propina: unos pregones infantiles gaditanos –con castañas y caracoles– cantado a capella sobre una mesa con palmas y ritmos de manos.
Dicen que Anna Colom tiene duende y este apareció en los temas más íntimos, un fandango dedicado a su madre Teresita y una nana para su sobrino Martí. Su mérito son los arreglos de conocidos cantes flamencos que suenan en su voz diferentes, arropados por un guitarrista excepcional como Exequiel Coria (Buenos Aires, 1980) o el percusionista de infinitos ritmos David Domínguez (Barcelona, 1980). Anna, una artista del mestizaje que funde y confunde músicas con raíces folclóricas para que parezcan otra cosa: su cayana funciona. ¿Habrá otras?.
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