Diversión y estilo a ritmo de swing
Con la presentación nacional de la vocalista Emma Smith, a cargo de todo un clásico, el revitalizador del swing Ray Gelato, es difícil arrancar con más ritmo
En un Escenario Santander reconvertido en sala de butacas y con el beneplácito del tiempo, que había aplacado los termómetros, el Festival Internacional de Jazz ... agotó las entradas para su estreno, en una sexta edición con un cartel tan cuidado como el delicioso programa de mano que entregaron, un capricho de diseño en formato de single de siete pulgadas. Con la presentación nacional de la vocalista Emma Smith, a cargo de todo un clásico, el revitalizador del swing Ray Gelato, sería difícil arrancar la velada con más ritmo: 'The joint is jumpin', de Fats Waller. Una elección nada baladí, porque este clásico de 1937 condensa toda una visión del jazz, la del artista como un juerguista encantador y con estilo, que rescata casi un siglo más tarde el fabuloso Gelato, que además de su imagen impactante de 'padrino' del italo-jazz –aunque su apellido real sea Irwin, realmente parece sacado de una peli de Scorsese, con sus zapatos bicolor, su traje de sastre y su simpatía al micrófono–, es además un gran saxo tenor y un frontman y cantante cargado de recursos para poner en órbita al público casi desde el saludo inicial. Si, además, planteas un repertorio de estándares y clásicos, de Ella Fitzgerald a Louis Armstrong, accesibles a todos los públicos, con un respeto supremo por la calidad pero acelerando el tempo y buscando la complicidad cantarina del público, el éxito está más que asegurado.
Gelato ya había cosechado un par de ovaciones cuando saludó en un castellano aceptable, mostrándose encantado de volver a Santander. Y es que el inglés es ya un viejo conocido en la ciudad; en 2012, por ejemplo, inauguró con un concierto de su big-bang The Ray Gelato Giants nada menos que el Centro Botín. En esta ocasión, se traía una gran sorpresa: la cantante Emma Smith, que tras una larga carrera en bandas como The Puppini Sisters presenta esta misma semana su primer LP. Una Smith que no tenía la culpa de que la hubiera dibujado así y bailaba ultra motivada –por primera vez su nombre aparecía en lo alto del cartel– fue alternando protagonismo con Gelato, al que reconoció como su mentor: «le quiero como si fuera mi tío». Obviamente, y a pesar de los veintitantos años de diferencia de edad, la pareja derrochaba una química especial; cuando se fajaban en duetos como el celebérrimo 'Let's call the whole thing off', pero aún más en los pulsos de diálogos de 'screwball': Emma manda a Ray a descansar y él protesta: «¡Pero no se donde está el bar!». «No se preocupen», dice ella, «los músicos de jazz tienen un sexto sentido para encontrar los bares». Lo que encontraron fue una ovación cerrada de un público deseoso de disfrutar hasta el sábado de las jams de Gelato, inmediatamente después de cada concierto.
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