Una fórmula infalible
El festival llegó a su plato fuerte con la actuación del Ben Paterson Trio
Con diez minutos de cortesía por el monumental atasco en la S-20, el festival llegó ayer a su plato fuerte con la actuación del ... Ben Paterson Trio, y la expectación se hizo notar en una mayor afluencia de público, que además se mostraría especialmente animoso durante toda la velada. Sobre las tablas, tres músicos de apariencia atípica; por descontado, quien tenía más aspecto de jazzman, aunque fuera europeo, era el baterista Mourad Benhammou, que ya había llamado la atención el martes con una interpretación muy destacada. Sin embargo, los sofisticados Doug Weis, al contrabajo, y el pianista Ben Paterson parecían más bien dos catedráticos de Harvard, recién salidos de una reunión del departamento, quién sabe si de literatura contemporánea o de física cuántica.
Pero claro, las apariencias engañan, o no tanto: en cuanto atacaron sus instrumentos, estaba claro que sabían pasar de la teoría a la práctica. Y, además, con una pericia inusitada. Arrancaron a ritmo de bop, con el 'Tadd's delight' de Tadd Dameron, seguido del 'Lucky southern' de Keith Jarrett, en la que se apreciaba una voluntad clara de fusión de estilos, con algún guiño pop-rock incluso, y una delicada balada de Nat King Cole, 'Tis autum'. Cada solo era celebrado con salvas de aplausos.
Tras un inicio más melódico, los doctores del jazz sacaron la pizarra y cambiaron la fórmula: elegancia y ritmo igual a swing. Una versión del 'Sugar Ray' de Phineas Newborn a un tempo bastante más alto que el original sirvió de preámbulo a la llegada de la vocalista invitada de la noche, la francesa Laura Anglade, que llegaba con su tercer elepé en solitario recién publicado. Disco que, además, está producido por el propio Ben Paterson. La química, pues, no tardó en surgir. Y eso que Anglade se antoja bastante tímida en escena; ventajas, eso sí, de una voz privilegiada, que no necesita de ningún adorno extra.
En el repertorio de la cantante primaron sobre todo Ella Fitzgerald –maravillosa la recreación de 'Manhattan'– y Billie Holliday –'My old flame' se llevó una gran ovación–, aunque también habría espacio para Irving Berlin e incluso para un tema de su nuevo disco, 'A new day, a new life, a new love'. Un amor a primera vista como el que parecieron sentir los espectadores por una intérprete inusual, de regusto indie y aspecto casi adolescente, que les cautivó con una voz especialmente cálida en los tonos graves y capaz de transmitir mucha emoción. Con el tendido rendido, la banda se despidió a la hora y media con un nuevo homenaje a Ella Fitzgerald, 'How high the moon'. La luna esperaba fuera, partida por la mitad, en ese parque de Las Llamas que el ayuntamiento sigue sin iluminar, ni siquiera para un Festival Internacional.
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