«El jazz es un género abierto a todas las músicas que suenan a su alrededor»
Rubén Ortiz 'Bubby', creador de Jazztedigo, que ofrece esta noche un concierto en el Palacio de Festivales, afirma que «se echa en falta a un público más joven»
Hace quince años el músico cántabro Rubén Ortiz 'Bubby' (Santander, 1979) se embarcó en un proyecto con el jazz y otras músicas de principios ... del siglo XX como principales protagonistas. Lo llamó Jazztedigo y, desde entonces, y en distintas formaciones ha ido reivindicando en los escenarios unos géneros que aún se consideran minoritarios. Esta noche, se presenta por primera vez en el Palacio de Festivales (sala Argenta, 20.30 horas) con un programa en el que por un lado tocarán un repertorio tradicional, compuesto en su práctica totalidad «por algunos de los clásicos del jazz que, como obras maestras que son, han sobrevivido al paso del tiempo» y por el otro ofrecerán su visión personal a estos clásicos, tanto a nivel de arreglos y de la novedosa formación musical (violín, guitarra y batería) como a nivel del toque y el estilo personal de cada músico. Será un concierto en el que pasarán por algunos de los autores y estilos más representativos de lo que hoy se conoce como música de jazz y otras destacadas manifestaciones musicales desarrolladas durante el siglo XX. «Ofreceremos una pequeña selección de algunos estándares del jazz y otras músicas del siglo XX que más nos gustan interpretar, dentro del enorme repertorio que existe», afirma el músico, guitarrista del grupo.
Rubén Ortiz 'Bubby' creó en 2004 Jazztedigo, «por una serie de inquietudes personales respecto a la música moderna (jazz, bossa nova, música latina...) y, al mismo tiempo, con la intención de encontrar un grupo de músicos con el que poder interactuar y desarrollar todos estos repertorios para favorecer nuestro enriquecimiento personal y artístico y, a su vez, llevando al público una muestra de muchísimos compositores desconocidos», explica el santanderino.
Jazztedigo, según recuerda, ha pasado por distintas etapas con varios formatos, desde una big band, con más de quince músicos, hasta un dúo pero siempre ha permanecido el objetivo de «mostrar las principales referencias en este tipo de música con los medios instrumentales de los que disponemos. Ahora mismo violín, guitarra y batería».
«En Cantabria hay un público fiel a este tipo de música, pero se echa en falta a los jóvenes»
Tal y como explica se llegó al formato trío de forma natural. «Conozco a Saúl Crespo (violín) desde que tendría unos diez años y años más tarde cuando nos encontramos en Santander en una jazz session nos dimos cuenta de que habíamos estado siguiendo caminos paralelos. Germán Caprara, el batería, también es un viejo colaborador. Es de las primeras personas que se sumaron al grupo y que más entusiasmados estaba con la idea de tocar estas músicas y aprovechar el proyecto para desarrollarnos. Así fue como cuajó esta formación que no deja de ser todo un reto porque es totalmente atípico una formación de violín, guitarra y batería pero nos ofrece unas posibilidades musicales muy interesantes».
Renovación
Reconoce este músico que en Cantabria siempre ha habido una afición por el jazz en buena parte gracias al trabajo desarrollado en el Drink Club del Río de la Pila por los hermanos Calderón, sin embargo cree que sigue siendo un género minoritario. «Es cierto que en Cantabria tiene un público bastante fiel pero nosotros ofrecemos un género de distintas músicas que no tienen una difusión muy alta en los medios de comunicación y por lo tanto que pueden resultar desconocidas. Por eso a veces nos hemos llegado a encontrar salas medio vacías y, normalmente echamos de menos a un público joven. No es fácil que vengan espectadores de menos de treinta años». Es por ello que el concierto que ofrecerá mañana en este mismo Palacio y únicamente para escolares de Cantabria le hace especial ilusión
Sin embargo, insiste que no faltan los buenos aficionados en Cantabria «y la prueba está en el ciclo que cada año organiza el bar Rvbicón y que permite ver a grandes figuras a nivel nacional. Así que creo que podemos afirmar que el jazz en Santander no goza de mala salud aunque estaría bien que fuera un poco más visible ya que este tipo de manifestaciones artísticas de grandísima calidad, pero arriesgadas en cuanto al resultado comercial deberían contar con los medios adecuados para ser más visibles».
El jazz, señala, es un género que está en constante renovación y que además «tiene la capacidad de absorber influencias culturales de todo el mundo».
Al principio, recuerda, «empezó a ser una música acústica y ya en los años sesenta y setenta con empezó a incorporar instrumentos electrónicos y todo eso ha ido derivando a que a día de hoy exista un gran número de subgéneros como el jazz flamenco, el jazz latino e incluso improvisaciones de jazz con base de música clásica. Es un género abierto a todas las tendencias musicales que suenan a su alrededor para incorporarlo de una forma u otra y sin perder su sentido original».
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