Buenas noticias
El análisis de la contratación temporal en Cantabria pone de relieve un dato curioso: la importante conversión de contratos temporales (algunos por días o incluso ... por horas…) en indefinidos. Una explicación de por qué ahora se da este fenómeno, especialmente en el sector servicios, frente a lo sucedido en estos últimos diez años puede encontrarse si buceamos, además del informe de Randstad, en las transiciones laborales de las personas que pasan a tener un contrato indefinido según la Encuesta de Población Activa (EPA) y Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL).
Son múltiples las hipótesis para explicar dicho uso extendido de la contratación indefinida en empleos que antes eran de corta duración: aquellas que vinculan este proceso en base a la legalidad contractual vigente; a los propios incentivos a esta modalidad de contratación; o a que las empresas precisen afianzar ciertos perfiles de candidatos muy demandados a cambio de asegurarles relaciones laborales estables en un entorno cambiante como el actual.
Cualquier tipo de contrato implica un acuerdo previo por el cual ambas partes aceptaron voluntariamente sus condiciones y, por eso, muchos trabajadores han pasado ya por uno o varios contratos temporales antes de tener uno indefinido. Así, cada vez más las empresas suelen conocer mejor a la persona que contratan indefinidamente. Buen ejemplo de ello lo tenemos en la hostelería, donde suelen funcionar los 'recalls' o que la empresa contrate continuamente al mismo trabajador.
No obstante, el riesgo sigue ahí pues, según algunos estudios, colectivos como los jóvenes y parados de larga duración pueden quedarse atrapados en ciclos de más de ocho contratos de muy corta duración y reducirse considerablemente su probabilidad de acceder a un contrato indefinido.
Sólo el tiempo nos dirá si este incremento se mantiene en el futuro, pero son buenas noticias.
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