La calidad de vida de los españoles sigue sin replicar el crecimiento del PIB
Las previsiones macro para España son las mejores del entorno, pero la renta per cápita hasta 2030 está por debajo del promedio de la zona euro
Los aranceles y la incertidumbre global están comenzando a reflejarse en las previsiones de algunos organismos económicos, que aunque siguen vaticinando un elevado crecimiento de ... España, ya no son tan altas como hace unos meses. Sin embargo, las casas de estudios internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), siguen calculando que España será la única de las potencias a nivel mundial que crecerá más de lo previsto en 2025, pese a la guerra arancelaria. Según el organismo, nuestro país esquivará mejor que otros los aranceles de Donald Trump por su menor exposición al comercio con Estados Unidos.
El problema de España es la productividad. El FMI hizo referencia a ello en su informe y reveló que el crecimiento del PIB per cápita está por debajo del promedio de la eurozona. El organismo hace un cálculo desde 2024 a 2030 de este indicador que mide la calidad de vida de los ciudadanos. Es decir, si no crece el PIB per cápita de un país, tampoco lo hace el nivel de vida de su población aunque las cifras macroeconómicas continúen dando buenos titulares.
En concreto, el crecimiento del PIB per cápita de España en el próximo lustro será del 5,1%, solo un poco por encima de países del entorno como Bélgica, Alemania, Francia o Italia que, sin embargo, a nivel de Producto Interior Bruto avanzarán de forma muy discreta, nada que ver con el vigor del PIB de España. Los países del este europeo como Lituania, Letonia o Eslovaquia serán los que mejoren más la calidad de vida de sus habitantes en los próximos cinco años, según el FMI, con crecimientos del PIB per cápita superiores al 17%. En 2024 el PIB per cápita de España (en PPA) era el 76,8% del alemán y para 2030 será el 77,1%. Una convergencia de apenas tres décimas.
Sin embargo, a nivel de crecimiento del PIB la economía española no tiene grandes competidores. En el informe de previsiones del FMI España salió muy bien parada. Son varias las veces que el FMI repitió en el texto que el comportamiento de España es muy diferente a la «lenta dinámica» del resto de Europa. Con estas estimaciones sobre la mesa, la economía española crecerá más del triple que la eurozona en 2025 –después de haberlo hecho también en 2024– cuya estimación baja seis décimas, hasta el 0,8%. «La actividad manufacturera se ha mantenido débil y los servicios han sido el principal motor de crecimiento, lo que ha contribuido a la divergencia de los países europeos entre aquellos que dependen en mayor medida de estos sectores, como Alemania frente a España», destacó el organismo con sede Washington.
El FMI no prevé una recesión global pero el crecimiento mundial echa el freno. La previsión pasa del 3,3% al 2,8% este año, y del 3,3% al 3% en 2026. Se trata del crecimiento mundial más bajo desde la pandemia y uno de los más reducidos del siglo XXI.
De hecho, el ministro Cuerpo aseguró la semana pasada tras conocer los datos de crecimiento de PIB del primer trimestre que «los excelentes datos macroeconómicos se están trasladando también a los datos micro, mejorando la situación y perspectivas económicas de nuestras empresas y familias». En otra de sus intervenciones de la semana, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros donde el Gobierno aprobó el nuevo cuadro macroeconómico, el ministro destacó que la renta real disponible per cápita en España ha subido un 8,7% frente a otros países avanzados, como Alemania (1%), Italia (2,4%), Francia (3,5%), o incluso Estados Unidos (5,3%) desde el inicio de la guerra en Ucrania.
El paro, talón de Aquiles
Pero la baja productividad y el paro estructural son los grandes hándicap para del nivel de vida de los españoles. El FMI prevé una tasa de paro que se estanque alrededor del 11% en el próximo lustro, aunque el Gobierno mejora la previsión al 9,5% ya en 2026. De hecho, el segundo país con una tasa de paro más alta es Grecia, pero según las proyecciones del FMI en 2027 ya tendrá un nivel de desempleo 2,5 puntos inferior al de España.
Pese a las buenas cifras de empleo de los últimos trimestres, la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada la semana pasada reveló que la tasa de paro se elevó al 11,4% a cierre de marzo, ocho décimas más de golpe respecto al final de 2024. El repunte supone sumar 193.700 personas sin empleo, el mayor incremento trimestral desde 2013, en plena burbuja. Los desempleados en España han pasado de 2,56 millones de personas a cierre de 2024, a 2,79 millones en el primer trimestre de 2025.
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