«Cantabria debería pensar en atraer empresas de componentes renovables»
José Carlos Díez | Economista ·
El analista participa el martes en el Foro de El Diario para ofrecer su diagnóstico sobre la coyuntura global y cántabra en 2023Se define a sí mismo como el 'economista observador'. Una lupa y un bisturí en la coyuntura internacional en un momento en el que las ... certezas no abundan. Por eso, las luces se agradecen. José Carlos Díez (Palencia, 1971) acude el martes a las 9.30 horas al Hotel Bahía de Santander para participar en el Foro Económico de El Diario y aportar su diagnóstico para 2023.
-Su conferencia va a versar sobre las perspectivas económicas globales para 2023. ¿Qué proyecciones otea?
-Una economía mundial bastante complicada. El frenazo económico ha sido intenso desde la guerra, especialmente a partir del verano. Estados Unidos con un crecimiento débil y China con bastantes problemas. Luego, a nivel europeo, una crisis muy complicada. Alemania por la escasez de gas y, nosotros, que sí tenemos gas pero lo estamos pagando carísimo.
-¿Es capaz de vislumbrar algún punto de inflexión para la tendencia actual?
-Eso habrá que preguntárselo a (Vladimir) Putin. Mientras la guerra continúe y no haya gas por el tubo, evidentemente la tensión sigue. No hemos visto lo peor. Hemos tenido un octubre tropical en Cantabria, en el norte de Europa y Alemania. Eso ha aliviado un poquito la presión. Lo duro va a ser diciembre, enero y febrero, cuando la demanda de gas es máxima y los inventarios pueden empezar a escasear. Ahí recaerá el punto de máxima tensión.
-Respecto a la inflación, ¿hemos tocado techo o también está por llegar el punto crítico?
-Si se mantiene el techo del gas, que parece que sí, el pico del precio debería haberse alcanzado, con lo que es posible que hayamos tocado techo en la inflación salvo que veamos una crisis del gas desproporcionada y que vuelva a situarse en 250 euros, tal y como ocurrió en agosto. Hay que pensar que en diciembre de 2022 ya hubo un pico de inflación muy alto. Por tanto, los precios seguirán altos, pero la inflación es una tasa, por lo que será menor. Vamos a entrar en un periodo en el que las comparativas ya se producen cuando había crisis de precios. Que la inflación se modere es bueno, pero no quiere decir que se resuelvan los problemas de la gente.
«No tiene sentido que los que no trabajan eleven su renta un 8,5% y los que sí un 3%»
-¿España entrará en recesión, mantendrá el crecimiento o, por el contrario, vamos camino de la temida estanflación?
-La economía se ha parado en seco en verano a pesar de una temporada turística histórica. Si la guerra continúa y la economía europea entra en recesión es posible que España también lo haga. El tema que estamos viendo es que es una recesión o estancamiento muy suave, nada comparable con las crisis de 2008 o 2020. El único riesgo grave que tiene España es el elevado endeudamiento, en especial deuda pública, y que tengamos problemas para emitir y financiarla, como ocurrió en 2012. Por el momento, la prima de riesgo está estable en el entorno de los 120 puntos básicos. Si continúa en esos parámetros creo que la recesión será suave. Si se complica la parte financiera la situación evidentemente será peor.
-¿Qué Europa va a quedar cuando pase la guerra en este mundo que se dirige a un cambio en los pesos y áreas de influencia?
-Lo que está pasando es que se está acelerando todo el tema de la transición energética. Creo que eso es positivo porque acelera inversión, puestos de trabajo y empleo, además de generar oportunidades, sobre todo de desarrollo industrial, lo que para Cantabria es una oportunidad. Igual que la Comunidad tiene buenas empresas de componentes del sector del automóvil debería pensar en buenas empresas de componentes del sector de renovables. Queda resolver el posicionamiento geoestratégico. Cómo Europa gestiona la crisis energética y si mantenemos la unión y gestionamos de manera coordinada. Si hay división, ésta nos perjudicará frente a Estados Unidos y China.
-Menciona que Cantabria tendría que apostar por captar industrias renovables, ¿qué mas ejes debe incluir la región en su estrategia futura?
-Hay tres sectores que son clave en la economía cántabra. El ámbito agrario y agroindustrial; el industrial no agrario, especialmente industria mecánica; y el turismo. Creo que para el turismo y el negocio agrario el panorama futuro es positivo, aunque ahora evidentemente sufrirán el coste de los combustibles, como todos. Veo mucho potencial de futuro en la alimentación en un mundo con cambio climático y menos lluvia, donde habrá menos producción agrícola. Creo en el potencial enorme del sector con su modernización y orientación hacia un modelo bioorgánico. El cambio climático a Cantabria le va bien. En la parte energética e industrial, no se tiene la ventaja de la fotovoltaica de otras partes de España. Hay que aprovechar una buena red de distribución. Si eso pasa, se puede aprovechar una energía barata que venga del sur en un horizonte a cinco años. El reto principal de Cantabria es pasar de una industria mecánica a digital. Hay que recomponer esa industria que actualmente tiene problemas a otra nueva.
«El reto principal es pasar de un negocio mecánico en problemas a otro digital»
-¿Cómo va a lidiar España con la deuda en el contexto actual de subidas de tipos?
-No es el país con más problemas, que sí es Italia. Si allí se produce una crisis de deuda pública, a España el contagio llega en horas. Italia tiene todas las papeletas, en máximos, con un Gobierno muy inestable y un crecimiento débil desde hace años. Además, toma medidas populistas como subir las pensiones un 7,5% cuando no hay dinero en la caja.
-España las va a actualizar un 8,5%... ¿Es sostenible el sistema como está pensado?
-No tiene sentido que quienes no trabajan vean elevadas sus rentas un 8,5% y quienes sí lo hacemos sólo un 3%. Un país que hace eso no puede funcionar bien. Es imposible.
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