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Donald Trump y Xi Jinping, durante la cumbre del G-20 en Japón. Reuters
El comercio exterior chino mejora en víspera del acuerdo con Estados Unidos

El comercio exterior chino mejora en víspera del acuerdo con Estados Unidos

Washington retira la etiqueta de 'manipulador de divisa' a Pekín a para recibir a los negociadores con los que firmará este miércoles la primera fase del tratado

Zigor Aldama

Shanghái

Martes, 14 de enero 2020, 18:49

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Ha llegado la hora de la verdad. Liu He, viceprimer ministro y negociador jefe de China en asuntos de la guerra comercial con Estados Unidos, llegó hoy a Washington con una sonrisa. Se espera que mañana firme la primera fase del acuerdo que debe poner fin a un conflicto arancelario que se extiende casi dos años, y acude a la cita con buenos datos bajo el brazo: en diciembre, la tendencia a la baja del comercio exterior chino dio un vuelco. Las exportaciones crecieron un 7,6% -frente a un descenso del 1,3% en noviembre-, y las importaciones se dispararon aún más, un 16,3%, 16 puntos porcentuales más que el mes anterior.

Estados Unidos también le recibió con un gesto de buena voluntad: dejará de identificar al país más poblado del mundo como un 'manipulador de divisas'. «China se ha comprometido a no llevar a cabo una devaluación competitiva del yuan y ha comenzado a promover la responsabilidad y la transparencia», justificó el secretario del Tesoro americano, Steven Mnuchin. No en vano, al contrario de lo que temían muchos, la moneda china se ha apreciado desde agosto del año pasado, cuando la guerra comercial entre ambas potencias alcanzó su cénit. Pero los datos del comercio exterior de China no son tan robustos si se tiene en cuenta el conjunto de 2019.

El año pasado, las exportaciones del gigante asiático calculadas en dólares se expandieron solo un 0,5%, muy por debajo del 9,9% que registraron en 2018, las importaciones se redujeron un 2,8%. Calculadas en yuanes tuvieron un comportamiento algo mejor -un %5 y un 1,6% más respectivamente-, pero estos datos son una muestra clara de que los aranceles de Trump, sumados a una demanda global débil, están haciendo mella en la industria china. Concretamente, el volumen del comercio bilateral con la superpotencia americana, su tercer mayor socio comercial tras la Unión Europea y la ASEAN, cayó el año pasado nada menos que un 10,9%.

Locomotora de su riqueza

Afortunadamente para Pekín, la segunda potencia mundial está llevando a cabo una exitosa reforma estructural de su modelo económico y las exportaciones ya no son la locomotora de su riqueza. Ahora, la industria apuesta por la innovación y las inversiones tecnológicas para subir peldaños en la escala de valor y el consumo interno de los 1.400 millones de habitantes representa ya más del 60% del PIB. En cualquier caso, la riqueza del país crece también al menor ritmo desde que se comenzaron a ofrecer datos trimestrales, en 1992, y los dirigentes comunistas no esconden su preocupación por los retos que plantea el futuro más cercano.

Por eso, China no se puede permitir continuar con una guerra comercial que afecta a un sector que aún proporciona muchos puestos de trabajo, uno de los pilares básicos en los que se sustenta la legitimidad del Partido Comunista al frente del país. Y, por eso también, está dispuesta a hacer concesiones importantes en esta primera fase del acuerdo. Según adelantó hoy el diario South China Morning Post, China se va a comprometer a adquirir productos estadounidenses por valor de hasta 200.000 millones dólares en dos años.

Cuatro serán las industrias americanas más beneficiadas: las manufacturas supondrán la partida más abultada con 75.000 millones, seguidas del sector energético con 50.000 millones, los productos alimentarios con 40.000 millones, y los servicios, que sumarán entre 35.000 y 40.000 millones más. A cambio, Estados Unidos dejará de imponer nuevos aranceles y reducirá los que afectan a productos chinos por valor de 120.000 millones de dólares. No obstante, continuará en vigor el impuesto especial del 25% que grava importaciones chinas por valor de 250.000 millones.

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