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JESÚS LASTRA
SANTANDER.
Lunes, 7 de enero 2019, 07:11
La compañía TTI se expande en el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (Pctcan), donde pondrá en marcha un centro de producción con el que ... espera empezar a operar en abril. La tecnológica cántabra acaba de alquilar a la Administración autonómica la antigua sede de Soningeo -que abandonó el edificio y acabó pleiteando en los tribunales por ello con el Gobierno regional- a escasos metros de su complejo actual con la que continuará su proceso de expansión iniciado hace años en base a productos de I+D+i avanzado que le han llevado a participar en proyectos tanto de la Agencia Espacial Europea (ESA) para explorar el sistema solar o de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida popularmente como CERN por las siglas francesas de su antigua denominación, con los que se pretende descubrir la materia oscura. Los sistemas de comunicación satelital como pilar de negocio.
Ahora la empresa fundada por el cántabro José Alonso en 1996, integrada hoy en día junto a otras sociedades radicadas en diversas partes de Europa en el Grupo Celestia, igualmente impulsado por Alonso, va a empezar a acondicionar sus nuevas instalaciones. Según explica Juan Becerro, director general de TTI, «llevábamos tiempo buscando un lugar donde poder expandirnos, básicamente con dos motivaciones. Por un lado, desde el punto de vista de TTI queríamos una zona específica para hacer producciones en serie. Históricamente habíamos hecho algunas pequeñas producciones, pero actualmente algunos de nuestros productos tienen una alta demanda y requieren una cadena fija y estable. En nuestro negocio este espacio debe estar acondicionado con elementos de alta tecnología. Adicionalmente, vamos a utilizar el nuevo edificio para que se instalen otras sociedades del grupo. En concreto, Asysol, dedicada al diseño y fabricación de sistemas de medida de antenas, cámaras anecoicas. Hemos tenido la fortuna de encontrar una ubicación adecuada para nuestra actividad y muy cerca de nuestra sede», abunda.
10 millones de euros de facturación aproximada ha tenido TTI en 2018, con una plantilla de 110 personas entre Santander, Madrid y Sevilla.
¿Qué se va a producir inicialmente? «Unas antenas portátiles bastante innovadoras, planas con aspecto de portátil, que permiten la conexión vía satélite con una capacidad muy importante de transmisión y recepción de datos. Es un producto innovador y muy avanzado», añade Becerro. Como primera estimación, 250 unidades desde abril hasta fin de año. «No me atrevo a dar una cifra para 2020», agrega, fruto de la clientela creciente que tiene TTI para estos desarrollos.
Alonso detalla los motivos de la llegada de Asysol a Cantabria, con sedes actualmente en Munich (Alemania) e Inglaterra, así como el impacto que tendrá para la Comunidad. «La empresa ha evolucionado mucho. La adquirí en 2013 cuando se encontraba en ERE y contaba con cuatro empleados. Ha crecido mucho desde entonces y en la actualidad tiene 30 trabajadores y vende cámaras por todo el mundo. La idea es que la mitad del personal pueda instalarse en el Pctcan. Es una compañía muy internacional. Todo lo vende al extranjero y se nutre de proyectos comerciales. Requiere de espacios grandes para integrar. Las de mayor tamaño se hacen en Munich, donde hay naves específicas. La idea es que esos 15 empleados de Santander puedan ir aumentando hasta 20 o 25», subraya.
En relación a los efectos en el negocio de TTI del nuevo edificio, «creemos que pueda generar en 2019 dos millones de facturación», aventura Becerro. «Actualmente vamos a hacer una parte del dispositivo, mientras que el resto se hace en Suecia. Hemos llegado a un acuerdo con nuestro socio para poder traer la producción aquí, aunque eso seguramente llegue en 2020. Esto seguramente permita generar más valor añadido y seguir creciendo», remacha. Como balance de 2018, el ejercicio para la tecnológica afincada en Santander se cierra con una facturación próxima a los diez millones y una plantilla cercana a los 110 trabajadores entre sus centros de la capital, Madrid y Sevilla.
Más allá de estos pasos expansivos, TTI continúa consolidando su actividad a través de los proyectos de vanguardia en que se ve inmersa. Por ejemplo, la compañía santanderina tiene un nicho de negocio con sus amplificadores de radiofrecuencia. Una de las apuestas fuertes gira en torno a la emisión de señal de televisión, donde toda la plataforma de Sky Italia, con más de cinco millones de suscriptores, se está transmitiendo, tanto en la sede principal como en la del operador que la realiza, gracias a los equipos cántabros. «Seguimos con ello. De hecho, es probable que el año que viene establezcamos una producción en cadena para esos productos. Estamos vendiendo en otros países, sobre todo en Turquía y Rusia, así como en España en empresas como Telefónica o nuestros vecinos del Telepuerto», apunta Becerro. «En este caso tenemos un monopolio mundial. Nadie tiene un producto como el nuestro», remacha Alonso.
Pero hay mucho más. Por ejemplo, el trabajo de la compañía autonómica en instalaciones científicas como el CERN y su acelerador de partículas enclavado en Ginebra (Suiza). El colisionador de hadrones, «un círculo de 30 kilómetros», usaba tradicionalmente una tecnología de tubos para inyectar energía a las partículas y hacerlas chocar con objeto de discernir el origen de la materia. Hasta que TTI instaló con éxito varios cientos de amplificadores en estado sólido en el colisionador. «Terminamos la producción de forma exitosa. Fue un trabajo de tres años y estamos a la espera de nuevas oportunidades», dice el director general.
Otro de los hitos de la firma santanderina, del que ya informó este periódico hace un año, fue la operación para adquirir la mayoría del capital social de la francesa Callisto, una integración que situó a la tecnológica cántabra a la cabeza en el mercado mundial de receptores astronómicos criogénicos, con la Agencia Espacial Europea y sus radiotelescopios como uno de los principales clientes en busca de cualquier señal que pueda proceder del espacio profundo. «Llevamos un año funcionando con ellos y las cosas están yendo muy bien. De hecho, hemos ganado el primer proyecto conjunto, uno de los grandes objetivos puesto que la finalidad de la integración era poder alcanzar contratos a los que de forma separada no podríamos acceder», anota Becerro.
La firma regional tiene una posición de privilegio en el desarrollo de amplificadores de bajo ruido, mientras que Callisto era líder en el desarrollo de receptores y sistemas criogénicos, con lo que la integración provocó que el Grupo Celestia consiguiera «una posición de liderazgo en la provisión de componentes y sistemas criogénicos y de radiofrecuencia para radiotelescopios astronómicos y de seguimiento de satélites y de sondas interplanetarias», según explicó en su momento la propia corporación.
Dentro del campo aeronáutico, igualmente TTI también participa junto a la ESA en el desarrollo del amplificador de la segunda generación de satélites Galileo», la versión de GPS europea que se prevé lanzar en el entorno de 2022 o 2023. Innovación diseñada y, se prevé, producida por la empresa cántabra.
Tecnología punta a nivel mundial que tiene como eje el Pctcan, unas instalaciones que ahora se van a ver complementadas con el nuevo centro de producción que empieza su acondicionamiento de forma inminente.
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