CC OO denuncia que el 43,5% de las horas extra trabajadas en Cantabria no se pagan
En pleno debate sobre el registro horario digital, un estudio del sindicato con datos de la EPA aflora 3.700 empleados afectados en la región
Manuel lleva más de 15 años dedicado al ámbito de la ingeniería y la consultoría en Cantabria. En su caso, lo tiene claro. «El trabajo ... tiene que salir sí o sí. Hay picos de mayor intensidad y no es una cuestión de todo el año, pero hay momentos en que damos el do de pecho. Generalmente esas horas de más no las cobramos».
Es uno de los testimonios que ponen voz a una realidad que a día de hoy afecta a cerca de 3.700 empleados en la región, que no ven en la nómina el sobreesfuerzo que acometen trabajando por encima de lo que marca su jornada mensual.
En pleno debate sobre la necesidad de un mayor control horario y un registro dinámico que pueda ser accesible en cualquier momento para la Inspección de Trabajo, iniciativa impulsada por la vicepresidenta del Gobierno central Yolanda Díaz, Comisiones Obreras, a través de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2024, ha querido arrojar luz sobre este fenómeno. Dicho análisis muestra que, en el caso de Cantabria, el 43,5% de las horas extra no se pagan, un porcentaje superior a la media nacional y la cuarta mayor proporción de España.
Según el estudio, en la Comunidad hubo el pasado ejercicio 224.000 asalariados de media. De este colectivo, más de 6.300 realizaron horas extraordinarias retribuidas. Por contra, los mencionados 3.700 no percibieron contraprestación.
82.000 horas
adicionales de trabajo a la semana se registraron en 2024 en Cantabria.
En términos absolutos, los asalariados cántabros acumularon en 2024 unas 46.500 horas extra retribuidas a la semana frente a 35.800 sin retribuir, lo que supone un total de más de 82.000 horas adicionales de trabajo semanales al margen de la jornada ordinaria.
A nivel autonómico, País Vasco es la comunidad con un mayor índice de horas extra sin abonar, con el 51,8%. Tan solo la Comunidad de Madrid se sitúa cerca, con un porcentaje del 47,2%. En la otra cara de la moneda aparecen Canarias (21,6%), Extremadura (22,6%) y Navarra (31,3%).
890 empleos
en jornadas de 40 horas semanales se crearían con las horas extra sin pagar.
Más control
Para la secretaria general de CC OO en Cantabria, Rosa Mantecón, «las horas extras trabajadas, pero no pagadas por los empleadores, siguen siendo un abuso habitual para miles de trabajadores y trabajadoras en Cantabria. Es una forma de explotación laboral que, según la estadística, alcanzó la friolera de 1.865.000 horas trabajadas en el último año, el 43,5% de las 4.284.644 de horas extraordinarias que se realizaron, unas cifras que sitúan a la comunidad como la cuarta con mayor fraude y que deberían sonrojar a nuestro tejido empresarial».
Según recuerda Mantecón, «semanalmente se trabajan 82.398 horas extras en Cantabria. Por 35.856 los empleadores ni pagan ni cotizan, pero se benefician y apropian de ese trabajo. El volumen de horas extra trabajadas equivaldría a 2 mil empleos a jornada completa, 890 de los cuales corresponden a las horas extra no pagadas (en jornadas de 40 horas semanales)».
La portavoz sindical insiste en que «desde CC OO reiteramos la necesidad de un control horario efectivo, que termine con esta sobreexplotación de las personas trabajadoras con la que se inflan las cuentas de resultados de tantas empresas, beneficiarias íntegras del trabajo desarrollado ya que, además de a los trabajadores y a las trabajadoras a quienes roban el salario y los derechos asociados, defraudan cantidades ingentes cada año al conjunto de la sociedad en impuestos directos y cotizaciones».
El asunto ha vuelto a coger fuerza tras el fracaso de la implantación de la reducción de jornada, cuya tramitación no prosperó en el Congreso de los Diputados. Casi de manera inmediata la vicepresidenta Díaz aceleró la tramitación urgente del nuevo registro horario digital obligatorio. Este asunto era, de facto, una de las claves de bóveda del proyecto para reducir la jornada. En este segundo caso no es necesario el plácet parlamentario, aunque finalmente será el Ministerio de Economía el que tenga la última palabra.
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