Las plantas de Alcoa, en el aire al fracasar la reunión con Industria

En juego están los puestos de trabajo de los 686 empleados que forman parte de la plantilla cuando apenas quedan seis días para que venza el plazo legal de consultas con los sindicatos para ejecutar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentó a mediados de octubre. Entonces, Alcoa esgrimía, entre otras causas, el elevado coste de la electricidad en España para tomar esta decisión de cierre de sus fábricas en la cornisa cantábrica.

Las tres horas de negociación culminaron una jornada en la que se sucedieron las protestas de los trabajadores de la compañía llegados a Madrid, así como el rifirrafe entre la ministra de Industria, Reyes Maroto, y la propia compañía a cuenta del «bloqueo» de todo el proceso.

Maroto instaba por la mañana desde Almería a la «responsabilidad» de la compañía para negociar una salida a los cierres de las plantas gallega y asturiana y llegaba a acusar a la dirección de la multinacional de ser la «responsable» de la pérdida de centenares de empleos al «estar bloqueando» las posibles «soluciones para el mantenimiento de la actividad productiva. Por su parte, la empresa reprochó a la titular de Industria que no está bloqueando esa negociación, aunque dos meses y medio después del anuncio de su decisión de clausurar ambas plantas no ha recibido ninguna oferta de otro comprador por esas instalaciones.

La jornada se iniciaba por la mañana, cuando un millar de personas se concentraba ante el Ministerio de Industria, en Madrid, para pedir al Gobierno una intervención directa que evite los cierres. El grueso de los manifestantes llegaron en 15 autobuses desde Avilés y en tres desde Galicia.