Erzia llega a la cara oculta de la Luna
La firma santanderina aporta sus amplificadores en la histórica misión impulsada por China
JESÚS LASTRA
Lunes, 28 de enero 2019
Hasta la fecha era uno de los misterios aún no abordados por el ser humano. Desde 2019 ya pasa a la lista de hitos alcanzados ... gracias a la capacidad de desarrollo e innovación del hombre. Conocer la cara oculta de la luna ha sido objeto de deseo en las últimas décadas y ahora una realidad merced al éxito de la misión impulsada desde la Administración Espacial Nacional China, que ha logrado posar una sonda en la zona virgen del satélite natural. Un antes y un después en la carrera espacial en la que Cantabria tiene mucho que decir. La tecnológica Erzia ha participado en el proyecto con el diseño y fabricación de cuatro amplificadores de radiofrecuencia (RF) que se encuentran operando a bordo del vehículo robótico que explora la superficie desconocida.
Chang'e, según la mitología del gigante asiático, era el nombre de una diosa que habita en el cuerpo celeste y China otorgó ese nombre a sus sondas espaciales. La número cuatro es la que el jueves 3 de enero tocó suelo lunar tras una larga travesía y operativa que arrancó el 7 de diciembre.
La misión, en datos
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2.500 kilómetros de diámetro tiene la gran depresión donde alunizó la sonda Chang'e 4.
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384.400 kilómetros es la distancia aproximada que hay de la Tierra a la Luna.
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Objetivos Entre las finalidades de la misión sobresalen la investigación de un mega choque en el sistema solar; analizar la corteza lunar; avanzar en experimentos de radio-astronomía; o experimentar con plantas y gusanos.
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Planes futuros China busca consolidar una instalación robótica en esta cara oculta del cuerpo celeste.
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100 metros puede penetrar en el subsuelo el radar de exploración.
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177 kilómetros de diámetro posee el cráter concreto donde está actuando el rover.
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40 trabajadores componen en la actualidad el área de Aeroespacial de Erzia, que en total tiene una plantilla conformada por 80 personas en Santander.
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20% sobre el total de la actividad de la tecnológica cántabra supone el peso en la actualidad del área espacial frente a otros nichos como las telecomunicaciones.
Según explican desde Erzia, con dependencias en la S-20 de Santander y que también tiene una característica instalación en el Parque Científico y Tecnológico (Pctcan) para su negocio de defensa y comunicaciones en forma de Telepuerto -las famosas antenas de la parte oeste del recinto-, el proyecto de la Chang'e 4 consistía en un orbitador, un módulo de alunizaje y un vehículo robótico que se encuentran operando en estos momentos. El módulo de alunizaje y el robot, denominado Yutu-2, entraron en órbita de descenso el 30 de diciembre para alunizar cuatro días después y firmar una página de oro para China en la carrera aeroespacial.
«Los amplificadores van integrados en el robot que explora la superficie lunar» | «Hace dos años que entregamos los diseños que ahora han llegado al espacio»
David Díez | Responsable de la unidad de Aeroespacial
Según detalla David Díez, vicepresidente a cargo de la unidad aeroespacial de Erzia, «ninguna sonda se había posado de manera controlada en la cara oculta de la luna. Para nosotros es siempre una satisfacción formar parte de este tipo de sistemas, proporcionando elementos críticos para su funcionamiento», anota.
Los objetivos de la misión, además de la validación y madurez de la tecnología necesaria para llegar y operar en el satélite, son múltiples y de carácter científico y de exploración. Para ello tanto el robot como el módulo de descenso cuentan con un importante número de instrumentos y experimentos científicos. Erzia ha aportado los amplificadores de RF, una parte que la organización cántabra define como elemento crítico dentro del espectrómetro infrarrojo que permitirá analizar la composición química de las muestras lunares.
Continuidad
Desde Erzia se toman con naturalidad este logro tecnológico. No en vano, ya participaron en una iniciativa previa, la Chang'e 3, que en diciembre de 2013 firmó el primer alunizaje controlado de una sonda en la luna desde la década de los 70. «El proyecto ha sido una continuidad lógica de la primera propuesta. Aunque ahora haya salido a la luz, nosotros hace un par de años que entregamos los equipos. Se integraron y ahora han subido al espacio. Seguimos activos en esta línea junto al programa espacial chino. Desde Chang'e 3 continuamos en fases de diseño para otros proyectos, como los futuros Chang'e 5 y Chang'e 6. Son planes muy largos y con visión a medio plazo, tanto que incluso a veces se cancelan. Podemos decir que en la actualidad estamos centrados en los amplificadores que se usarán en el espacio dentro de otros dos años», informa.
La tecnológica regional inició su colaboración con China en 2009 y ya trabaja en más misiones
¿Cuánta gente destina Erzia a estos contratos? «De manera directa, un equipo relativamente pequeño, de unas cinco o seis personas. Verdaderos especialistas en ámbitos muy concretos que no tienen necesariamente que ser los mismos de misión en misión, al variar en ocasiones las especificaciones. No obstante, están respaldados por todo el equipo general de la empresa bajo el área de Aeroespacial y Defensa, conformada por 40 personas que dan servicios de ensayos o soldadura, entre otros», subraya Díez.
Respecto al I+D cántabro incluido en el robot, el vicepresidente de la empresa dice que los amplificadores van incluidos en el espectrómetro y este a su vez integrado en el robot que explora la superficie lunar. Este rover lo que hace es «analizar la composición tanto de material sólido como gases. En este caso se esta extrayendo material del suelo, tanto rocas como polvo».
En relación al seguimiento del alunizaje, «lo hemos vivido con ilusión. Es uno de los puntos que te dan un gran retorno en nuestro trabajo. Aunque estos sistemas puedan tener otras aplicaciones menos vistosas, cuando tienes la oportunidad de embarcar en un proyecto de esta naturaleza no deja de estar acompañado por una cierta impaciencia por la espera de los mencionados dos años hasta que nuestra entrega parta al espacio».
Pero, ¿cómo se asoció la firma santanderina, que actualmente tiene en plantilla 80 personas, con la Administración Espacial Nacional China? «Arrancó en 2009 con los primeros contactos. China necesitaba un tipo de amplificador muy específico, el que estamos produciendo nosotros ahora. Fue casi por casualidad, nos enteramos de esa demanda y nosotros tenemos un equipo de élite mundial en este campo, así que nos dimos cuenta de que lo podíamos hacer. Contactamos para trasladarles que estábamos en disposición de cumplir ese cometido. Tras el primer viaje estuvimos casi seis meses intercambiando especificaciones hasta que firmamos el primer contrato. A partir de ahí las cosas han ido rodando y funcionando bien. Estamos contentos», reconoce Díez.
Giro del negocio
Esta actividad forma parte de la línea de trabajo de Erzia dedicada a los amplificadores de radiofrecuencia y microondas, dentro de la cual la empresa está enfocada a servir a los sectores aeroespacial, industrial y de defensa con soluciones eficientes y de altas prestaciones. Cuestionado por nuevos proyectos, el portavoz asume que «cuando empezamos a trabajar en temas espaciales la actividad era dominante en la empresa. Esto ha cambiado totalmente en los últimos años. Es una labor muy vistosa, interesante y exigente, pero a nivel de negocio supone un 20% sólo de nuestra actividad. El mercado espacial es el que es. No nos podemos estancar ahí pero toda la experiencia que hemos adquirido nos está sirviendo para crecer en otros mercados».
Esos nichos son, entre otros, el aeronáutico y el de defensa, que suponen actualmente el 80% del trabajo de la compañía. Erzia suma ya más de 16 años de experiencia en el desarrollo de equipos y sistemas donde la alta fiabilidad es clave. En palabras de Luis García, CEO de la organización, «nuestro objetivo ha sido siempre proporcionar productos y servicios de las más altas prestaciones y con un alto valor añadido. Estos valores encajan a la perfección con los amplificadores que hemos embarcado a esta misión, suponiendo un importante hito para la empresa».
La unidad de comunicaciones vía satélite y el Telepuerto de Santander completan la línea de actividad de la empresa cántabra, en permanente desarrollo y crecimiento desde el año 2002 con hitos como su presencia fuera de la Tierra.
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