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Uno de los encuentros bilaterales entre el responsable francés de Finanzas y Mario Centeno. AFP
Holanda cede y el Eurogrupo moviliza medio billón en préstamos contra el coronavirus

Holanda cede y el Eurogrupo moviliza medio billón en préstamos contra el coronavirus

Los ministros dejan en manos de los líderes la opción de habilitar «instrumentos innovadores» para la recuperación

SALVADOR ARROYO

Corresponsal. Bruselas

Jueves, 9 de abril 2020

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Los ministros de Economía y Finanzas de la UE acordaron ayer movilizar más de medio billón de euros en créditos para combatir el impacto económico del coronavirus. Esa será la respuesta urgente a la crisis sanitaria. Pero en el pacto alcanzado anoche, se incluye también la recomendación a los líderes de poner en marcha un fondo destinado a la recuperación post-pandemia. Ellos deberán sopesar si ese fondo ha de encajarse en el presupuesto plurianual de la UE (2021-2027) o se ha de financiar con «instrumentos innovadores». Sin alusión expresa a eurobonos o a cualquier otra fórmula de mutulización de la deuda. «Los líderes tienen que planear la paz antes de que la guerra termine», les emplazó Mario Centeno. Así que el conocido como 'nuevo plan Marshall' queda abierto.

En lo concreto, la solución se asienta en el paquete que los ministros tenían encima de la mesa desde hace días: los 240.000 millones de la línea preventiva del fondo de rescate (o MEDE); los 200.000 millones para las empresas que se articularán a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y el programa conocido como SURE, dirigido a los trabajadores, 100.000 millones que sufragarán ERTEs y ayudas a los autónomos.

LAS CLAVES:

  • El paquete. 240.000 millones del fondo de rescate, 200.000 para empresas del BEI y 100.000 para los ERTEs

  • Nadia Calviño. «Seguiremos trabajando en mecanismos comunes de financiación para la recuperación económica»

«Hemos alcanzado un buen acuerdo con esa triple red de seguridad. Seguiremos trabajando en mecanismos comunes de financiación para la recuperación económica», destacaba la ministra Nadia Calviñó después de que la UE consiguiera por fin salir del atolladero tras más de veinte horas de discusiones frenéticas repartidas en dos jornadas. El atolladero en el que había entrado después de que La Haya y Roma (también Madrid) colisionasen con el fondo de rescate. París y Berlín jugaron sus bazas en la mediación y, al final, Países Bajos, cedió. Las condiciones que exigía a los socios más golpeados por el Covid-19 para acceder a la línea preventiva del MEDE (léase reformas y ajustes estructurales) se diluyeron. Visión tecnócrata frente a simple supervivencia. Se impuso el sentido común.

El Eurogrupo 'per sé' apenas si duró media hora. A eso de las diez de la noche el francés Bruno La Maire cantaba victoria: «Excelente acuerdo entre los ministros de finanzas europeos sobre la respuesta económica a coronavirus: 500.000 millones de euros disponibles inmediatamente. Y un fondo de estímulo por venir». Paolo Gentiloni, responsable económico de la Comisión, hablaba de «un paquete sin precedentes».

Conseguido. En el enésimo 'round' del Eurogrupo y en tiempo límite. Pero conseguido. Y eso que no pintaba nada bien. De entrada, como la cita del martes, se retrasó sin ni siquiera haber comenzado. La 'multiconexión' entre capitales se había fijado para las cinco, pero se aplazó hasta las seis. Después hasta las siete de la tarde. Superada esa referencia se habló de «un retraso». Y luego se optó por no programar ninguna hora más. Hasta nuevo aviso.

Contactos bilaterales

La negociación se estaba llevando en el 'backstage', contrarreloj. Con contactos bilaterales y reuniones técnicas para dar cuerpo a la redacción de un documento de conclusiones que debía recibir respaldo unánime. Durante la espera, Mario Centeno alentaba con avisos de que «estamos muy cerca de un acuerdo». Con esa referencia, la sensación era que cuando arrancase formalmente la videoconferencia del Eurogrupo, ésta sería ya para votar o para suspender.

Y a las 21.32 horas, se procedió a votar. Francia, Alemania, Italia, Holanda y España habían pactado una salida al atolladero. Sí a las tres herramientas para aportar liquidez (MEDE, BEI y SURE) y margen abierto para el plan de recuperación. Y tanto por la demora como por las horas previas, estaba claro que no había sido nada fácil. «Planteamos propuestas audaces y ambiciosas que habrían sido impensables hace apenas unas semanas. Todos podemos recordar la respuesta a la crisis financiera de la última década, cuando Europa actuó demasiado tarde. Esta vez es diferente», destacó Centeno en su comparecencia. Cuestionado por la división norte-sur... terreno pantanoso.

En el sur, Giussepe Conte y Pedro Sánchez (este ayer mismo en el Congreso) subrayaban ese «ahora o nunca» que reforzaba la idea del riesgo de colapso del proyecto comunitario. Ambos con los eurobonos en el centro del discurso. En el norte, el neerlandés Mark Rutte apoyó la posición fiscalizadora de su ministro y habló de «máximo esfuerzo» para cerrar este acuerdo. Angela Merkel, solidaria con el 'paquete' para el corto plazo, volvió a decir ayer 'neim' a los eurobonos. Pero la alternativa francesa (una oferta limitada de compartir deuda) continúa sobre la mesa. Veremos si es el «instrumento innovador».

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