Jesús Gómez
Coincidiendo con el 75 aniversario de esta compañía santoñesa referente en el sector conservero, en mayo se incorporó para liderar nuevos proyectos
Jesús Gómez, ingeniero agrónomo de formación, tras su paso como director general y CEO en Agroalimediterránea y Grupo Foodiverse, se incorporó en mayo a Grupo ... Consorcio como nuevo CEO. Gómez liderará todas las sociedades que integran el Grupo en España, Italia y Perú.
–¿Qué le impulsó a tomar la decisión de 'fichar' por Consorcio?
–Es un referente en el sector conservero tanto nacional como internacionalmente. Sus 75 años de actividad han permitido a la compañía alcanzar un gran prestigio tanto entre los consumidores como entre los profesionales del sector y ser conocida por todos ellos. Por ello no dudé en unirme.
–¿Qué bagaje acumula para afrontar esta nueva etapa?
–Mi trayectoria profesional en diferentes compañías referentes en el sector alimentario y del retail, así como mi experiencia directiva me han proporcionado visión estratégica y experiencia sólida para abordar claves de Consorcio como son el compromiso con la sostenibilidad, la consolidación de marca y el desarrollo de las personas.
–La empresa fundada por Giacomo Croce en 1950 cumple 75 años. ¿Qué tienen previsto para celebrar esta efeméride?
–El 75 aniversario nos brinda la oportunidad de trasladar la trayectoria de Grupo Consorcio hasta alcanzar los altos estándares y la relevancia que ha logrado en la actualidad. Para ello, realizaremos celebraciones a nivel interno y organizaremos una exposición en Santander que esperamos trasladar a más destinos.
–¿Cómo cree que ha pasado Consorcio de ser una empresa más en Santoña a ser referente y líder en anchoa y bonito?
–Durante el tiempo que llevo en Grupo Consorcio he podido descubrir claves como son mantener los valores familiares y humanos, la relación con las comunidades locales, el compromiso con la sostenibilidad y la apuesta por la innovación. Llevamos 75 años mimando todo el proceso, manteniendo el método artesanal y cuidando las tradiciones para que los consumidores disfruten de la mayor calidad y sabor del mar en cada bocado sin olvidarnos de la innovación. Además, el compromiso por la sostenibilidad no se limita al aspecto medioambiental, sino que también abarca a las personas, un hecho que nos permite atraer, potenciar y proteger un talento que garantiza nuestro desarrollo y que asciende a más de 900 personas en todo el mundo.
–¿Qué hitos de la historia de Consorcio cree necesario destacar?
–En primer lugar, nuestros orígenes. Grupo Consorcio se fundó en una villa marinera de gran tradición conservera que cautivó por la maestría con que se producían las conservas, y la materia prima. Catorce años después se crea una oficina comercial en Génova y, en 1997, se amplían las instalaciones de la compañía con una planta de túnidos en Santoña. Como clave de la expansión, en 2007 se inicia nuestra actividad en Perú a través de la adquisición de una empresa dedicada a la elaboración de anchoas con instalaciones de más de 18.000 m2. Esta incorporación nos permitió convertirnos en la compañía líder en España en la venta de anchoas en conserva en 2009 y de tarros de conserva de bonito del norte en 2010.
En 2015 ampliamos el liderazgo en venta de anchoas a nivel mundial tras haber ampliado la red de distribución en Italia. Desde hace cerca de dos años operamos en este país a través de una filial independiente y alcanzamos los 37 millones de euros en ventas en este territorio.
–¿Qué desafíos o retos tiene a corto y medio plazo la industria conservera?
–La sostenibilidad es un pilar fundamental y un reto constante. Esto no solo implica la gestión responsable de los recursos pesqueros y la reducción de nuestra huella ambiental, sino también la adaptación a los efectos del cambio climático, que impacta directamente en la disponibilidad y calidad de nuestras materias primas.
Otro desafío reside en el ámbito de los recursos humanos y la producción en España. La atracción y retención de talento, así como el relevo generacional es clave en nuestro sector. Necesitamos un entorno que fomente la estabilidad y la motivación del trabajador, con condiciones justas que surjan de un diálogo social constructivo.
Conectado con esto, el marco legal e institucional es crucial. Es fundamental contar con una situación estable y predecible que incentive la inversión. Además, el marco regulatorio europeo es muy exigente con las empresas internas, pero a menudo no se aplica con la misma rigurosidad a las importaciones de fuera de Europa, creando una desventaja competitiva.
Finalmente, la volatilidad de los precios de las materias primas impacta directamente; por ello, la industria necesita un apoyo institucional directo. Hablamos de planes de desarrollo, ayudas para cubrir sobrecostes, fomento de la diversificación y planes que reconozcan la importancia estratégica de un sector como el nuestro, que genera empleo y valor añadido en muchas zonas costeras.
–¿Y Consorcio en particular?
–Para consolidar nuestro liderazgo manteniendo la excelencia en la calidad, debemos mantener una inversión constante en innovación, sostenibilidad e internacionalización. Y consolidar Italia como país de referencia a través de nuestra distribución propia nos permitirá fortalecer nuestra presencia y liderazgo en un mercado tan importante para nosotros.
–¿Le supongo preocupado por la implantación de aranceles?
–Obviamente, afecta a cualquier compañía que comercialice fuera de sus fronteras. En nuestro caso, pese a que el porcentaje de exportación que supone Estados Unidos no resulta muy elevado, la implantación de aranceles nunca es positivo. Esperamos que se evite una escalada de tensiones comerciales porque perjudica a la economía global.
–¿Le preocupa una sobreexplotación de los recursos marinos?
–La sostenibilidad para Grupo Consorcio es un valor esencial. La sobreexplotación de los recursos marinos es una de las amenazas para el medioambiente que más tratamos de combatir. Priorizamos que nuestra materia prima esté certificada como sostenible.
–El debate de una IGP para la anchoa está abierto...
–Desde Grupo Consorcio, somos firmes partidarios de todo lo que impulse el mercado de la anchoa. Existen limitaciones técnicas y de definición que dificultan el desarrollo de una IGP de forma viable y justa para todo el sector en este momento.
–¿Le gusta la marca 'Anchoa de Santoña' que un estudio ha concluido que es la que sería mejor aceptada por el consumidor?
–Santoña es sinónimo de calidad y tradición en la elaboración de anchoas y es un activo muy valioso, por lo que la marca Anchoa de Santoña es una gran idea en caso de que pudiera desarrollarse. Creo que tanto 'Anchoa de Santoña' como 'Anchoa del Cantábrico' tienen gran atractivo y pueden ser bien aceptadas, ya que representan la calidad de nuestro producto y el respeto a la tradición.
–¿Le preocupa la deslocalización de las factorías transformadoras de los recursos pesqueros en conservas?
–La deslocalización de las fábricas no solo implica la pérdida de empleos y la reducción de la actividad económica, sino también la pérdida de conocimiento y experiencia, y el riesgo de que se deterioren los estándares de calidad y sostenibilidad. Grupo Consorcio va a mantener instalaciones de Santoña; nuestro compromiso es innegociable.
«Creemos que la anchoa aún tiene capacidad de crecimiento»
Recientemente Consorcio ha abierto una filial en Italia. ¿Cuál es la hoja de ruta de la empresa? ¿Van más por ampliar mercado o por diversificar su oferta y entrar en otros ámbitos de la alimentación?
–Nos gustaría ampliar nuestra presencia en países como Estados Unidos, Reino Unido, México y Francia, además de, por supuesto, continuar consolidando nuestro liderazgo en los países principales donde ya operamos. En nuestra hoja de ruta también está el desarrollo de la anchoa en todas las categorías porque creemos que aún tiene capacidad de crecimiento. Además, no descartamos entrar en otras conservas del mar.
–¿En qué medida un producto gourmet tan valorado aquí como desconocido en otros países puede crecer tanto a nivel nacional como internacional?
–Grupo Consorcio exporta producto a 42 países y una gran parte de nuestra facturación corresponde a la anchoa, por lo que estamos consiguiendo que el resto de los países del mundo cada vez aprecie más este producto. De hecho, la vocación exportadora es una de nuestras principales señas de identidad desde el nacimiento de la compañía. Precisamente en los países en los que existe este posible desconocimiento es donde reside una de las grandes oportunidades.
–La sociedad actual cada vez cocina menos en casa. ¿Eso es una oportunidad con buenas perspectivas para la industria conservera en general?
–Sin duda, aunque las conservas han pasado de ser un producto socorrido a ser considerado algo gourmet, ya sea para
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