Lignotech se ve arrastrada por la caída de Sniace y cerrará su planta de Torrelavega
La sociedad participada por la firma cántabra y el grupo noruego Borregard negocia un ERE para despedir a los trabajadores
El proceso de liquidación de Sniace sigue sumando afectados. Más allá de los acreedores damnificados por la clausura del centro productivo de Torrelavega, ... un listado de empresas de toda índole y tamaño, muchas de ellas de Cantabria, que arrastran una deuda superior a los 300 millones, algunos socios de la corporación papelera igualmente se han visto golpeados por la insolvencia. Como caso significativo, Lignotech Ibérica, el aliado más estable de Sniace durante lustros y que se caracterizaba por su rentabilidad. La firma participada por la compañía cántabra y el grupo noruego Borregard cerrará su planta también ubicada en la capital del Besaya y negocia ya un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a los poco más de 10 trabajadores que permanecían en plantilla.
La compañía empezó ayer la negociación de su ERE. Los motivos para el cierre definitivo del centro de trabajo los avanzó ya la Dirección en una comunicación previa el pasado 21 de diciembre. En la misma señalaba que la causa es la liquidación de Sniace y la finalización de su actividad, lo que provoca «la absoluta falta de materia prima que impide la continuación de nuestra actividad productiva».
Buena parte de la sostenibilidad del proceso industrial de la factoría de Sniace en Torrelavega dependía del procesado de lignina, un residuo proveniente de la cocción de la madera empleada como materia prima para la elaboración de celulosa. Lignotech Ibérica procesaba ese residuo contaminante por lo que la alianza, además de estable, era beneficiosa para ambas partes. El subproducto final se empleaba en otros sectores como la construcción.
El procesamiento de la lignina era básico para garantizar la actividad del complejo de Sniace
SOSTENIBILIDAD
Además de ser un socio rentable, el cierre suma una barrera más a la potencial reapertura
PROBLEMAS
Sin embargo, la situación es ya insostenible. «Desde febrero de este año estamos vendiendo el producto que ya tenemos en stock, sin que a partir de fin de año se precise tratamiento ni transformación, por lo que desgraciadamente nos vemos en la tesitura de clausurar nuestra actividad y extinguir de forma ordenada las relaciones laborales de toda la plantilla», adelantaba la empresa en la mencionada comunicación inicial.
La relación entre Borregard -propietaria del 60%- y Sniace ha sido convulsa en los últimos años. En octubre de 2017 comunicó a la firma cántabra su decisión de dar por cerrado el acuerdo entre ambas partes. Tras una pugna entre los socios, el mantenimiento del procesado estaba fijado inicialmente hasta diciembre de 2021.
La cuestión es que si Sniace finalmente lograr sobrevivir a través de un nuevo inversor que adquiera la unidad productiva y aspire a fabricar de nuevo celulosa mediante la cocción de madera tendrá que encontrar otro socio que pueda procesar las ligninas resultantes.
Lignotech llevaba ya varios años aguantando ante la inestabilidad de Sniace, incluido el cierre anterior. Ahora ya tira la toalla. La negociación del ERE arrancará en serio el día 7.
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