Patronal y sindicatos reclaman políticas para impulsar la economía y el empleo en Cantabria
A pesar de las incertidumbres, la CEOE opina que el PIB cántabro «seguirá creciendo» en un 2019 marcado por las elecciones, aunque a un ritmo menor
La patronal cántabra y los sindicatos se enfrentan a 2019 con ganas de pelear para que Cantabria crezca en desarrollo económico y creación de empleo, ... pero no ocultan «las incertidumbres» y la «falta de confianza» en el Gobierno regional y los partidos políticos. Al ser el actual un año electoral, temen que se dejen en un cajón las medidas necesarias para impulsar el tan ansiado cambio de modelo productivo, mientras los partidos políticos dedican sus esfuerzos a cuestiones internas.
«El Gobierno saliente no va actuar en estos meses a la espera de las elecciones y lo que pase con el Ejecutivo entrante está lleno de incertidumbres». Así se expresa en declaraciones a este periódico el presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, Lorenzo Vidal de la Peña, que está convencido de que «debemos ser nosotros mismos los que tiremos del carro, no podemos esperar nada de los políticos». El mayor aliado del sector empresarial es «la estabilidad política», argumenta, para que las compañías inviertan, crezcan, aumenten su producción y creen puestos de trabajo. Todo ello redunda en el desarrollo económico de la comunidad autónoma.
Vidal de la Peña cree que la economía de Cantabria, durante 2019, «va a seguir mejorando aunque de una manera más lenta» de lo que lo ha hecho en los últimos cuatro años. Además, lo hará algo menos que la media nacional. «Esto no significa que se detenga el crecimiento, sino que seguiremos creciendo aunque un poco menos», abunda el líder de la patronal.
En el mercado de trabajo pasará lo mismo, a su juicio, debido a que esta menor actividad ralentizará algo la creación de nuevos puestos de trabajo. Para que Cantabria no se quede atrás en la reducción del paro, a un ritmo que sí se está produciendo en el conjunto del país, la CEOE cántabra considera que se deben acometer «planes más concretos, eficaces, mejor dirigidos y gestionados». Estas políticas, de momento, «no vemos que se estén produciendo» en una comunidad en la que los partidos políticos «se están peleando entre ellos», como son los casos más recientes del PP y Podemos.
La patronal demanda que se dejen de lado estos asuntos internos «y se aborden los problemas importantes». CEOE acoge «con preocupación» esta situación. Mientras esto ocurre «al no poder contar con ellos ni confiar en el Gobierno, lo estamos haciendo nosotros mismos como empresarios».
Falta confianza
Los sindicatos, aunque con matices distintos, coinciden con la patronal en dibujar un panorama de «falta de confianza» en la clase política de cara a 2019. «Falta confianza y falta estabilidad política», afirma el secretario general de CC OO, Carlos Sánchez, para quien en Cantabria «no se han hecho los deberes» a la hora de consensuar «un proyecto más ilusionante». Al Gobierno central le reclama la anulación de la reforma laboral que, a sus ojos, ha provocado la pérdida de derechos: «Los trabajadores son más pobres y están más desprotegidos». En Cantabria, observa con preocupación «la pérdida de población activa» y que el empleo que se crea sea «muy precario y de baja calidad» con escasa cualificación.
El líder de CC OO lamenta que, a falta de unos meses para que acabe la legislatura, «no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo para un cambio del patrón de crecimiento» que haga a los diferentes sectores productivos «más competitivos». Se refirió a una apuesta por la economía verde, aprovechar el talento y el conocimiento, profundizar en el ámbito tecnológico y digital, así como una oferta de turismo de más calidad.
Comisiones Obreras se enfrenta a un año «con mucha niebla» por la «falta de confianza y estabilidad política», en el que el sindicato «no va a cejar en el empeño de que las cosas cambien».
También para UGT el año que comienza estará marcado por las elecciones. Aunque el sindicato que lidera en Cantabria Mariano Carmona «es optimista siempre por el afán de querer mejorar las cosas», no obvia que habrá «dificultades de negociación» colectiva tanto a nivel nacional como regional. Carmona considera imprescindible la anulación de la reforma laboral, la recuperación de la prevalencia de los convenios sectoriales frente a los de empresa, la retroactividad de los convenios, el control de la jornada y la regulación de los falsos autónomos.
UGT ve un horizonte de «movilizaciones importantes» durante el año para conseguir estas mejoras laborales, mientras en Cantabria censura «la precariedad» del empleo, el «uso abusivo de los contratos temporales» y que la mitad de los parados no cuente con ningún tipo de cobertura. El pasado año, el 92% de los nuevos contratos fueron temporales y de estos la mitad era de menos de un mes.
Al igual que otros sindicatos y la patronal, Carmona considera imprescindible para el desarrollo de Cantabria «un cambio de modelo productivo». «No ha habido ningún cambio estructural», afirma. Es critico con la clase política ya que «parecía que algunos iban a cambiar el mundo y nada». El líder de UGT demanda a las fuerzas políticas que «dejen de hablar de sus cosas y se dediquen a los asuntos importantes» como «una reforma fiscal seria y justa». A su juicio, se ha perdido un año para este cambio estructural y el que entra estará marcado por las elecciones.
Para USO, Cantabria se enfrenta en 2019 a un clima en el que la economía global «presenta signos evidentes de desaceleración». La secretaria general del sindicato, Mercedes Martínez, opina que la región «no ha aprovechado durante estos años para hacer reformas». Así, su tejido productivo «sigue en declive» y la dependencia del sector servicios «le hace muy vulnerable a los periodos de contracción económica».
Martínez considera que Cantabria ha sido una de las comunidades que «peor comportamiento ha tenido en el empleo en los últimos meses». Por ello, advierte que «un resfriado económico general mutará en pulmonía» en la región. USO está preocupado «por los efectos en nuestra economía por la retirada de estímulos del BCE, el encarecimiento de la deuda pública y la previsible crisis en el sector del automóvil», a lo que hay que añadir «la crisis política» de cara al presente y próximos ejercicios. Todo ello «hace carecer de optimismo e indica que continuaremos, de manera más acusada, con la tendencia de reducción de crecimiento del PIB iniciada en 2018», apunta Martínez. Esto se traduce en «menor creación de empleo en el mejor de los casos y continuación de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, especialmente en el sector privado».
A su juicio, Cantabria «necesita estabilidad política y social para emprender cambios del modelo económico que impulsen el desarrollo». Opina que el actual «dibuja una región con salarios bajos y población envejecida». Este cambio, alerta, «debe acometerse con unidad, ideas claras y un gran esfuerzo compartido que tenga como objetivo la innovación y la industria».
La subida del salario mínimo no dañará al mercado de trabajo
El presidente de la patronal cántabra considera que la subida del salario mínimo a 900 euros mensuales no deteriorará el mercado laboral en Cantabria. Lorenzo Vidal de la Peña no pudo precisar el número de empleos de este tipo, pero dijo que en las empresas de la comunidad son pocos. También se muestra partidario de una revalorización de los salarios, pero según la situación en cada uno de los sectores. «Habrá algunos en los que puedan subir más y otros menos». El pasado año, en los convenios colectivos la subida media ha sido de entre el 1,5% y el 1,7%.
Para UGT, la subida salarial es necesaria para recuperar la pérdida del poder adquisitivo que cifra en un 6,7% desde 2010.
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