La jubilación flexible abre la puerta a los autónomos pero su acceso se endurece

Y ya hay una propuesta encima de la mesa que abre la puerta a que los autónomos también puedan hacerlo. El Ministerio de Seguridad Social ha presentado a los sindicatos y a la patronal un proyecto que endurece las condiciones de acceso a los jubilados para volver a la actividad pero a cambio de recibir una mayor pensión. Más concretamente, el departamento dirigido por Elma Saiz plantea elevar al 40%, desde el 25% actual, el porcentaje mínimo de jornada necesario para la jubilación flexible, pero la cuantía de la parte de la pensión que seguirá recibiendo puede aumentar hasta un 20%, según consta en el borrador de real decreto ley al que ha tenido acceso este periódico.

Es decir, aquellos jubilados que se arrepientan de su decisión de haber dejado de trabajar y quieran volver a la actividad, o bien aquellos que necesiten unos ingresos extras, o bien aquellos que tomen la decisión de emprender y abran un negocio, tendrán que trabajar más horas, prácticamente a media jornada como mínimo, pero cobrarán una pensión más generosa. Con la nueva ley que pretende aprobar el Gobierno próximamente ¬–tal y como ha pactado con Bruselas–, la jornada de trabajo realizada por el pensionista deberá estar comprendida entre un 40% y un 80% en relación con la de un trabajador a tiempo completo comparable, frente a la actual horquilla que oscila entre el 25% y el 75%.

El importe de la pensión del trabajador se reducirá en proporción inversa a la reducción de la jornada de trabajo por el pensionista, en relación a la de un trabajador a tiempo completo comparable. Pero en aquellos casos en los que se haya esperado al menos seis meses para reincorporarse a un empleo a tiempo parcial, recibirá un incentivo que aumentará la pensión que reciba. Así, la prestación que le correspondería (por ese porcentaje de jornada que no trabaje) se incrementará un 10% si su jornada parcial se sitúa entre el 40% y menos del 60%, y se elevará un 20% si la jornada oscila entre el 40% y el 80%, según recoge el documento de ocho páginas.

Pero ahora se permitirá que también los autónomos opten por este tipo de jubilación, aunque en este caso, y a diferencia de los asalariados, cuando la pensión se compatibilice con una actividad por cuenta propia, solo podrán cobrar un 20% de su pensión. Además, se les exigirá no haber estado de alta como autónomo en los cinco años previos a la jubilación. Por estas «rigideces» que se establecen para los emprendedores, desde ATA consideran que tendrá un «impacto nulo» en el colectivo, ya que les sale más rentable irse hacia la jubilación activa.

Por otra parte, las cotizaciones que se efectúan durante este periodo de compatibilidad son las proporcionales a la jornada de trabajo que se desempeña. Sin embargo, la nueva ley elimina la posibilidad de que esas cotizaciones puedan dar lugar a una mejora del cálculo de la prestación de jubilación, elevando el nivel que se percibía antes de acceder a la jubilación flexible, ni tampoco incrementará el complemento de demora ni será compatible en este periodo si es que lo recibían.

Sin embargo, sí les abonarán el complemento por maternidad o reducción de la brecha de género si eran beneficiarios, pero se excluirá el complemento para pensiones inferiores a la mínima.