Elisa Carbonell
La experta en actividad internacional visita Santander para participar en el curso que el ICEX organiza dentro de la agenda estival de la UIMP
La carta remitida la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. a la Comisión Europea anunciando aranceles del 30% a partir del ... 1 de agosto supone una vuelta de tuerca más en las relaciones entre ambas superpotencias. Órdago negociador o decisión definitiva, las dos próximas semanas se verán envueltas en una tensión creciente hasta que se alcance la fecha límite. La consejera delegada del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), Elisa Carbonell, que ayer estuvo en Santander participando en el curso que la entidad organizada dentro de la agenda de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), confía en que se alcance un acuerdo y, por si acaso, adelanta que España ya trabaja en mercados adicionales para sortear el golpe.
–¿Cómo valora la carta enviada por Donald Trump a la Comisión Europea anunciando aranceles del 30% a partir del 1 de agosto?
–Es una noticia que es una pena. Es triste porque sigue generando mayor incertidumbre y volatilidad. Pero bueno, desde aquí al 1 de agosto la Comisión Europea y desde luego todos los países de la Unión Europea seguimos con todos los mejores esfuerzos y voluntad de negociar un acuerdo mucho más beneficioso y, sobre todo, justo para los Estados miembros y para España.
–¿Qué impacto tendrá la medida en las exportaciones españolas en caso de concretarse dicha amenaza?
–Bueno, nosotros estamos esperando que no se concreten estas medidas. Es un poco una forma de tener de alguna manera una posición negociadora fuerte. Apoyamos plenamente a la Comisión Europea para seguir trabajando de manera constructiva hacia una solución negociada mutuamente y la más satisfactoria desde el 1 de agosto. Quisiera trasladar un mensaje de confianza a las empresas españolas, ya que está plenamente desplegada la Red de Seguridad del Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial, aprobado tras el primer anuncio del 2 de abril. Este es un instrumento flexible y dinámico a disposición de las compañías. En caso de que suceda algún tipo de impacto económico resultante del conflicto, seguiríamos incrementando ese apoyo.
–¿Está cambiando el ICEX su estrategia y plan de actuación visto el nuevo contexto comercial internacional?
–Tras el anuncio del 2 de abril de Trump lanzamos una encuesta a más de 8.000 empresas y hemos recogido información de todo lo que nos pidieron. Por una parte, información casi continua para ir ajustando decisiones y eso es lo que estamos haciendo con videoconferencias semanales, tanto por mercados como por sectores. También nos pidieron información de mercados, yo no diría alternativos, pero sí adicionales a Estados Unidos, porque EE UU es un mercado difícilmente sustituible, pero sí que está habiendo un esfuerzo y un proceso de diversificación por parte de las empresas españolas y ahí estamos haciendo esfuerzos de poner a su disposición información adicional a la que ya teníamos. Creo que casi 80 nuevos informes que hemos desarrollado desde abril hasta ahora julio. También hemos hecho lo que llamamos en aquel momento ICEX 500: nos hemos puesto en contacto con las 500 empresas más exportadoras a Estados Unidos, que suponen el 77% de las exportaciones españolas a aquel país. Estamos manteniendo una relación muy cercana de asesoramiento, de ayuda a la hora de tener acceso a instrumentos de financiación si fueran necesarios, talento para la internacionalización y esos mercados adicionales que comentaba.
–¿Qué mercados pasarían a ser prioritarios o ganar peso en caso de que Estados Unidos confirme sus barreras?
–Un mercado interesante es el Reino Unido, siempre lo ha sido. Desde el 'post Brexit' hemos mantenido un dinamismo exportador al Reino Unido digno de admiración. Canadá es otro mercado interesante. Al final tiene mucha similitud en cuanto a la lejanía física con Estados Unidos, tamaño, capacidad adquisitiva y sin embargo hay todavía mucho margen de aprovechamiento. México es otro país muy interesante donde vamos a tener que trabajar mucho para seguir aprovechando las oportunidades para nuestras compañías. Australia porque es un mercado poco evidente a lo mejor para los españoles por su lejanía física y demás, pero sin embargo es un mercado para la exportación de servicios no turísticos españoles muy atractivo. Japón sería otro mercado interesante. Complejo, complicado de entrar, pero una vez que se accede es un mercado con potencial para sectores como por ejemplo el foodtech, donde España es líder. También es relevante Oriente Medio, aunque ahora está en una situación que hay que ver cómo se desarrolla. Algunos países de África presentan oportunidades a considerar para empresas españolas.
–¿Qué consejo le daría a las empresas de una región pequeña como Cantabria precisamente en este contexto global de volatilidad?
–Cantabria está ya en un proceso de diversificación de mercados internacionales bastante interesante. El consejo que daría a las empresas es que sigan en ese camino. Estados Unidos es un mercado difícil de sustituir, pero sí se puede minimizar el impacto de decisiones como esta si tenemos una cartera de clientes bien diversificada por destino a las exportaciones. También Cantabria está evolucionando hacia un sector exportador cada vez más tecnológico y de mayor contenido industrial puntero. Esos intangibles y competitividad otorgan a la región la capacidad de una mayor absorción de este tipo de shocks de oferta.
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