Sniace ultima la retirada de residuos y queda a expensas del Gobierno
Los concursales preparan el desamiantado del edificio de Poliamida, a la par que aguardan que el Ejecutivo les dé el 'ok' a los análisis remitidos
El consejero de Industria de Cantabria, Eduardo Arasti, explicó hace justo una semana en el Parlamento autonómico que RIC Energy prevé empezar la obra para ... levantar una fábrica de hidrógeno y combustible de aviación en los terrenos de Sniace en 2027, en concreto el 1 de mayo. Un horizonte aproximado de 18 meses que, para que sea factible, debe aglutinar aún numerosos factores. El principal embotellamiento, más allá de las exigencias energéticas, técnicas y financieras del proyecto a futuro, pasa por cerrar el capítulo que refiere al pasado, el del sello definitivo a la liquidación de la antigua papelera cotizada con complejo industrial en Torrelavega.
Los concursales de Sniace han actualizado recientemente al Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid su hoja de ruta a través de un nuevo informe trimestral, que alcanza hasta primeros de septiembre. En dicha revisión los administradores, José Luis Ramos Fortea y Pedro Vilella, aseguran que la retirada de los residuos concernientes a la extinta actividad química y fabril de la organización está en sus últimas etapas. De hecho, confían en que en noviembre se rematen los trabajos generales, que en estos coletazos finales se concentran en la extracción y gestión de los lodos de la depuradora y el vaciado de algunos tanques.
La cifra
18 meses
aproximados es el plazo en el que RIC Energy quiere iniciar la obra del hidrógeno.
Con este planteamiento, los gestores por orden judicial de la fallida compañía quedan a disposición de la Administración, que es la que debe validar si todos los parámetros remitidos en relación a los análisis cuantitativos de riesgos (ACR) son correctos y, por tanto, procede en base a esa información enviada por los concursales de Sniace plantear ya las consiguientes medidas para la rehabilitación ambiental de los suelos del recinto con mayor grado de contaminación.
El asunto no es baladí, al contrario. En base a esta información y, sobre todo, en función de los usos futuros, habrá que acometer unas actuaciones u otras. Con todos estos trabajos completados, se procederá al cierre definitivo de las autorizaciones ambientales.
Dicho de otro modo, el Ejecutivo autonómico tiene que responder ahora a Sniace para darle las indicaciones pertinentes de cara a esa regeneración del terreno. Como paso previo, los técnicos del Gobierno deben confirmar que toda la información remitida es correcta y se ajusta a los proyectos futuros vinculados al hidrógeno.
Mientras tanto, los administradores pretenden seguir avanzando con otras cuestiones delicadas del complejo industrial. Una de ellas es el desamiantado del edificio de Poliamida, para lo que pretenden firmar una adenda en el acuerdo de colaboración con Dardo Power -la firma que se hizo con los suelos participada por RIC Energy y la constructora cántabra Copsesa- y ya han adjudicado por su cuenta estas labores, cuyo coste estimado se aproxima a los tres millones.
Por otro lado, el nuevo informe trimestral presentado ante el juez Andrés Sánchez Magro tampoco arroja gran novedad respecto a la evolución de los créditos contra la masa -los acreedores- que mantienen las diferentes sociedades que conforman el Grupo Sniace.
Sniace, Viscocel y Celltech acumulan una deuda de 155,93 millones. El pasivo sigue aumentando a pesar de la venta de prácticamente todos sus activos. Como referencia, en el anterior informe la cuantía llegaba a 155,63 millones. Más aún en junio de 2023 las obligaciones sumaban 155,03.
Por el camino, entre otras operaciones, se enajenaron los suelos a RIC Energy y Copsesa por más de 6,7 millones y se firmó la venta del perímetro forestal a Ence por 10,8 millones.
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