«He tenido que tomar la decisión buscando que hubiera gobernabilidad»

-¿Se imaginaba como presidente de la Cámara?

-No. Nunca ha sido una aspiración presidir la Cámara. Mi pretensión siempre que me he acercado al mundo asociativo empresarial era colaborar. Implicarme en las situaciones que estamos viviendo los empresarios desde hace unos años. Nunca fue un propósito llegar a esta Presidencia.

-¿Cómo y cuándo se lo proponen?

-Una vez que formo parte del Pleno y entro en la candidatura de Antonio Cornadó, que finalmente no pudo ser elegida por falta de un miembro, vemos que tenemos que buscar una solución para la situación que se planteaba. Dicha solución pasaba por buscar algo que fuera conforme a todos los miembros del Pleno. Tras análisis y conversaciones entre diferentes partes se llegó a la conclusión de que había una posibilidad si yo asumía la presidencia. Digamos que he tenido que tomar la decisión buscando que se resolviera la situación y que la Cámara tuviera una gobernabilidad que de otra manera no sé dónde estaríamos.

-¿Cómo valora lo sucedido en las últimas semanas?

-Me gustaría pensar que forma parte de lo que es un proceso democrático, donde ha habido dos planteamientos. Los dos igual de válidos, pues ambos partían de personas pertenecientes al Pleno. Gente que quería implicarse y trabajar por la Cámara. Creo que es lo más importante de valorar, cuando la gente da ese paso y se implica en la posible gestión. Tanto Antonio Cornadó como Manuel Huerta tuvieron esa generosidad de encabezar esas listas. El hecho es que no hubo una elección inicial de ninguna de las dos candidaturas, por diferentes razones. Estas personas que han encabezado las dos listas han tenido, como dije tras mi elección, esa generosidad para facilitar una alternativa. Es con lo que nos tenemos que quedar: con cómo se ha resuelto y la rapidez. No ha podido ser primero porque ha habido que esperar a los análisis legales de las reclamaciones. Creo que la resolución ha sido modélica.

-¿Esta alternativa que menciona la tenían ya armada días atrás tras el Pleno fallido de junio?

-No. Se ha producido en los días previos tras conocer la resolución del Gobierno de Cantabria -por la cual se repetían elecciones entre los miembros del Pleno-. Antonio Cornadó decide no continuar en su candidatura y vemos la necesidad de hacer una lista que cubriera no sólo la necesidad de nombrar un nuevo presidente, sino también los requisitos de todos los miembros del Pleno. Eso se ha logrado en las horas previas a la votación.

-¿Con la unanimidad del lunes se cierra la crisis por estos comicios y se empieza a restituir la imagen empresarial y de la propia Cámara?

-Creo que ha sido la voluntad de todos dar por zanjado este periodo. No sé si de crisis. Lo cierto es que no ha sido lo conveniente ni para el mundo empresarial ni para la Cámara. Había que cerrarlo cuanto antes. Cuanto menos se hable de lo sucedido mejor. Lo importante es hablar de lo que está por delante.

-Hablemos de futuro entonces. ¿Qué planes tiene para la Cámara de Comercio?

-La Cámara es una entidad muy importante para el mundo empresarial. A la vez creo que se da una ocasión propicia para trabajar todos en las demandas y aspiraciones de los empresarios. La actual coyuntura empresarial y política nos brinda la ocasión de alinear nuestras demandas y ofrecer a la nueva Administración un compromiso de trabajar juntos por el bienestar y la prosperidad de Cantabria. Alineando el nuevo Ejecutivo y la gestión en las diferentes asociaciones empresariales, si somos capaces de transmitir esa necesidad de unidad, el momento es idílico.

-¿Qué le van a pedir a la Administración?

-Que trabajemos en una colaboración público-privada honesta y verdadera. Ahora tenemos que trabajar por un cambio. Abordar de manera real los cambios en el modelo productivo. Dejar atrás la estacionalidad y la precariedad. Apostar por sectores punteros como la digitalización, trabajar en la mejora de servicios e infraestructuras. Atraer profesionales y empresas, para lo que es necesario aligerar las cargas tributarias y reducir los trámites administrativos. Entiendo que todo esto es necesario trabajarlo desde la Cámara, pero de manera coordinada con el resto de asociaciones. La unidad es fundamental para abordar estos temas ineludibles.

-¿En qué beneficia a los empresarios esta unidad entre Cámara y CEOE-Cepyme?

-Son las dos asociaciones más importantes en el mundo empresarial. Pero mi objetivo va a ser atraer a todas aquellas organizaciones o clústeres que defienden o están constituidas por empresarios. Evidentemente, CEOE-Cepyme es la asociación empresarial por excelencia. El hecho de que podamos tener una alineación con los objetivos y una coordinación en las acciones debe arrojar un resultado mejor que el que hayamos podido tener en los últimos años. Entiendo que nos va a reforzar ante las instituciones.

-¿Hay algún aspecto que piense les puede perjudicar?

-Debemos ser todos conscientes de que son dos instituciones diferentes, constituidas para abordar la representación de los empresarios y los intereses en diferentes ámbitos. Eso no quita para que se pueda hacer de manera coordinada. Es lo que considero que puede dar esa mejora.