Enrique Conde:«La unidad de la CEOE-Cepyme de Cantabria no se ha tambaleado en ningún momento»

-¿Tiene ya pensado el comité ejecutivo?

-Todavía no tengo decidido cuál va a ser su composición. Todo el mundo está pendiente de los puestos, pero lo importante es tener un comité ejecutivo que dé idea de la fuerza que tiene CEOE-Cepyme, que sea equilibrado, con gente de confianza y de peso en la región. Pero, insisto, no lo tengo decidido y desde luego voy a contar con gente que ha apoyado a las dos candidaturas. Debería tenerse claro que ha habido unas elecciones y que después de ellas seguimos estando unidos como estábamos. La unidad de la CEOE-Cepyme no se ha tambaleado en ningún momento. Las elecciones han pasado y se ha vivido un proceso de dos candidaturas que han estado en contacto, dos empresarios que han hablado y que no han podido llegar a una candidatura de consenso.

- Sin embargo, las dos candidaturas parecía que obedecían a dos formas de entender la tarea de la patronal...

-La primera que surge es la mía con la idea de seguir con el trabajo que se había venido llevando a cabo los cuatro años anteriores. No ha sido la decisión de Lorenzo Vidal de la Peña, sino de todos los empresarios que me animaron y apoyaron para que me presentará. Lo valoré y me decidí. Sin embargo, el éxito de salir de la difícil situación que tenía la organización y el empuje actual se debe al liderazgo de Vidal de la Peña, cuya capacidad de lograr que la patronal haya tenido un lugar importante tanto en el diálogo social como en el acercamiento a las empresas tiene que ser aplaudida. Tal vez, por la falta de medios, ha faltado un viaje de mayor acercamiento a las empresas. Ha llegado el trabajo a CEOE-Cepyme, pero no se ha podido llegar a las empresas para recoger sus aspiraciones. La otra candidatura, posterior, abrazaba casi todas las ideas que nosotros planteábamos, pero aprovechaba electoralmente ese paso a la política de quién fue cabeza hasta hace un mes, Vidal de la Peña y de otros dirigentes, dando la impresión de que los empresarios estábamos politizados.

-¿ Va a tomar medidas evitar la politización de la CEOE?

-Creo sinceramente que la politización de la CEOE no ha existido nunca. Se ha mal interpretado el paso a la política de estos dirigentes y, además, hemos vivido unas elecciones y tenemos otras en menos de un mes, y eso ha podido contribuir a facilitar esa mala interpretación. En definitiva, los que piensen que los empresarios están politizados están insultando a los empresarios. Ese paso no se ha dado nunca. Nadie coherente puede pensar esto y, desde luego, durante mi presidencia este tema va a estar claro.

-¿ Han existido fricciones entre las dos candidaturas?

-El proceso electoral ha sido bastante normal y cordial, aunque siempre hay cuestiones que no gustan en la batalla electoral. Sin embargo, soy de los que no miran al pasado. Además, Emérito Astuy y yo nos reunimos y no fuimos capaces de llegar a una candidatura de consenso.

-¿Cómo enfoca las decisiones con el Ejecutivo regional que surja tras los próximos comicios ?

-He hablado ya con muchos políticos. De hecho, uno de los primeros en felicitarme ha sido el presidente regional, Miguel Ángel Revilla. Es absurdo una CEOE sin buenas relaciones con el Gobierno, los ayuntamientos y las administraciones en general, las necesitamos para nuestro funcionamiento del día a día. La región necesita avanzar y para tirar de ella hacía delante es necesario dialogar con el Gobierno y los sindicatos e intercambiar propuestas. También con los diferentes ayuntamientos.

- ¿ Cómo se va a intentar desarrollar el Plan Cantabria 2020-2030 que la CEOE llevó al diálogo social?

-Lo voy a defender a ultranza, entre otras cosas porque he formado parte del grupo de trabajo que ha participado en su confección junto con la consultoría encargada. Es un plan necesario, no es un documento más sino un guion. Se está trabajando en cada una de sus cuatro palancas y se están sumando empresarios que pueden aportar su experiencia como el caso de los que están trabajando en China y en otros países. Es un plan flexible y que no debe ser solo de la CEOE sino sumar a las diferentes administraciones y a los agentes sociales e irles trasladando los diferentes pasos que vamos dando. Hay que tener en cuenta que el Plan surge porque el mundo globalizado en el que estamos, nos guste o no, no podemos quedarnos parados. Cantabria no puede perder el tren en el que ya están otras regiones vecinas. No puede ir detrás de España ni de Europa. Vivimos en un munido globalizado y si no respondemos, esta región se queda atrás. Por eso hicimos este plan, porque había una sensación de lentitud, de no avanzar. Los sindicatos también han sido muy proactivos y han presentado sus propuestas. Queremos llegar a una planificación del futuro de Cantabria. Estamos todos en la misma sintonía, pero hasta ahora no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo por las razones que sea. Hay que seguir insistiendo con las aportaciones del Gobierno y de los sindicatos.

- ¿Cómo ve la situación de la economía, de sectores como la industria y la construcción?

-Todo está en el Plan Cantabria. Lo más importante es que la industria tiene que tirar de la economía regional. Es un componente esencial. De otro lado, no cabe duda de que la geografía de esta Comunidad posibilita una serie de actividades en base a servicios para alimentar la economía de la región. En cuanto a la construcción, sector con el que he estado ligado toda mi vida profesional, le falta modernización y profesionalización. Estaba sobredimensionado, pero sobre todo estaba poco preparado. Echar la culpa a la crisis y a los años malos como culpables de la caída es un error del propio sector. Habría que acudir a otros sectores como el forestal e incluso el industrial para enfocar el futuro. Son temas que figuran en el Plan Cantabria y que hay que abordar entre todos. Además, en la construcción hay que añadir un sector público, con un modelo de contratación basado en las bajas de precio ,lo que he criticado siempre, y que lo hace débil y dependiente de políticos. La bajada de precios solo conlleva menos calidad y aumenta los gastos de mantenimiento y pone en peligro el futuro de las infraestructuras.

- ¿Cómo se plantea las relaciones con la Cámara de Comercio?

-No planteo otro escenario que sentarnos a dialogar para poder ser más eficaces de cara a las necesidades de las empresas. El empresario es el primer despistado que a veces no sabe dónde acudir, si a la CEOE, a la Cámara a Sodercán, etc. A veces, este mundo administrativo se hace complicado y creo que CEOE y Cámara pueden encontrar vías para ayudar a los empresarios.

-¿Siguen los empresarios detectando un exceso de burocracia?

-Es terrible y llega a provocar que muchas empresas no acaben de crearse o incluso que desaparezcan. Las listas de espera son lo peor y surgen precisamente de ese exceso de burocracia

-¿La relación con los sindicatos?

-Mi relación con los sindicatos es buena. Por el bien de la CEOE y por el de los sindicatos debemos tener buenas relaciones, aunque evidentemente cada uno desde su posición. Yo creo que no habrá dificultades de entendimiento.

- En su día hubo críticas por a ausencia de mujeres en la dirección de la patronal, lo que subsanó en la última junta. ¿Van a tener presencia en el nuevo comité?

-Insisto en que todavía no he pensado en puestos concretos. Tengo claro el papel de las mujeres y, de hecho, en las empresas en las que participó hay prácticamente el mismo número de hombres y mujeres en los puestos de responsabilidad. Todo tiene que hacerse de forma natural, pero desde luego que voy a contar con mujeres. Me gusta trabajar con un equipo de confianza y no soy muy partidario del liderazgo en solitario. Me parece interesante trabajar en proyectos concretos. Para las elecciones he contado con un equipo que me ha acompañado y eso ha sido parte del éxito que hemos alcanzado para seguir llevando a la CEOE al puesto que le corresponde para empujar a Cantabria hacia el futuro dentro de un mundo globalizado.