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EFE
Japón, entre la pandemia y las inundaciones

Japón, entre la pandemia y las inundaciones

Tokio vuelve a registrar más de 200 infecciones en un rebrote del virus mientras combate unas inundaciones que han causado 66 muertos

zigor aldama

Chongqing

Sábado, 11 de julio 2020, 20:34

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Japón se ha convertido en la excepción de Extremo Oriente: a diferencia del resto de países de la región, que han logrado limitar los rebrotes de coronavirus a unas decenas de casos diarios, la apresurada desescalada del país del Sol Naciente está demostrando ser un desastre. No en vano, coincidiendo con el permiso para volver a celebrar eventos deportivos con hasta 5.000 asistentes, el jueves Tokio registró su récord de contagios en 24 horas: 243 personas dieron positivo en los tests y la capital nipona, que concentra un tercio de las infecciones del país, encadena ya siete días con más de un centenar de casos por jornada. La cifra no parece aplacarse: el viernes fueron 224 y este sábado 206 positivos.

A pesar de ello, las autoridades han adelantado que no tienen ninguna intención de volver a declarar el estado de emergencia decretado en abril, cuando el número de nuevos casos crecía menos. El Gobierno asegura que el incremento se debe al aumento en la cifra de pruebas que se realizan, y añade que el sistema de salud está lejos de su punto de saturación. También justifica su confianza con otros tres datos: solo el 39% de los casos tiene un origen desconocido, un porcentaje muy inferior al 70% que propició el confinamiento; casi la mitad de los infectados está en la veintena, una edad a la que es más raro desarrollar síntomas graves; y el país no ha registrado ningún fallecimiento en las últimas dos semanas. «Nadie ha dado aún con la fórmula perfecta para reactivar la economía a la vez que se protege a los ciudadanos de la propagación del virus», ha reconocido la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

Un hombre y su hija intentan salir del lodo en Hitoyoshi.
Un hombre y su hija intentan salir del lodo en Hitoyoshi. EFE

No obstante, quienes tachan la actitud del Gobierno de irresponsable señalan que los ingresos hospitalarios por el Covid-19 van en aumento y que el número de muertes siempre lleva un retraso de entre tres o cuatro semanas, las que pasan desde que se contrae el virus hasta que se produce la muerte. Los más pesimistas avanzan una segunda ola, aún más mortífera que la primera, y exigen que se retomen las medidas de prevención, sobre todo en los locales de ocio, como han hecho otras ciudades. En China, por ejemplo, el Gobierno decretó medidas restrictivas cuando detectó un puñado de casos en el principal mercado de abastos de Pekín, Seúl hizo lo propio con las discotecas de Itaewon y Hong Kong ha decidido volver a cerrar las escuelas porque los nuevos casos han superado la treintena.

En cualquier caso, el coronavirus no es el único mal al que se enfrenta Japón estos días. Las fuertes lluvias que han caído en el suroeste, sobre todo en la isla de Kyushu -la más poblada del país-, han dejado ya 66 muertos -los equipos de rescate continúan buscando a 16 desaparecidos- y más de 2.000 personas han tenido que ser realojadas en diferentes refugios. Mantener la distancia social en su interior es complicado, así que algunos han optado por crear cubículos individuales con cajas de cartón. Es el caso del gimnasio de la ciudad de Yatsushiro, donde han encontrado refugio más de 200 personas. Aunque puede alojar a 500, los dirigentes no permitirán la entrada de más de 300 para evitar el hacinamiento y, con él, la propagación del coronavirus.

Noventa ríos desbordados

Mientras tanto, el país trabaja contrarreloj para reparar las infraestructuras dañadas por el desbordamiento de 92 ríos y por los 225 corrimientos de tierra registrados. Algunas carreteras han quedado cortadas, líneas eléctricas se encuentran en estado precario y decenas de edificios se han visto afectados. El Gobierno confirmó este sábado la destrucción de 11.000 viviendas y varios hospitales. Pero lo peor ha llegado estos días, porque los meteorólogos anunciaron más lluvias torrenciales para este fin de semana en el que están cayendo entre 50 y 80 milímetros por hora en algunas de las zonas más afectadas.

Los evacuados tienen que improvisar cubículos con trozos de cartón para mantener la distancia de seguridad por el Covid-19

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, explicó que su gabinete estudia declarar las riadas como «un desastre natural» para facilitar las tareas de reconstrucción, ya que numerosas infraestructuras -sobre todo carreteras y ferroviarias- también han quedado destrozadas.

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