Europa empezará a desconectarse del gas ruso en 2026
El Ejecutivo comunitario quiere vetar los nuevos contratos de suministro a partir de ese año aunque Hungría y Eslovaquia son reticentes al plan
La Unión Europea ha decidido elevar la presión sobre Rusia y minimizar sus vulnerabilidades con el veto a la importación de gas de este país ... desde el Viejo Continente. El comisario de Energía, Dan Jorgensen, presentó este martes el plan para reducir de forma gradual la compra de gas natural licuado procedente de Moscú y así preservar la seguridad de suministro del bloque comunitario y limitar su impacto en los precios energéticos y en los mercados. «Hemos decidido cerrar el grifo», anunció el político danés. Una medida que, sin embargo, ha desatado la preocupación en compañías -como Repsol en España- que han firmado contratos por más de una década con empresas rusas.
El calendario establecido para llevar a cabo este plan contempla la prohibición de nuevos contratos para la llegada de gas ruso desde enero de 2026 y la total desconexión a partir de 2027, cuando vencerán los acuerdos de largo plazo de suministro por gasoducto a países sin litoral. La iniciativa incluye además salvaguardas en caso de acontecimientos «repentinos y significativos» que amenacen el abastecimiento comunitario. La Comisión Europea confía en que este sistema de garantía ayude a que Hungría y Eslovaquia, los socios más reticentes al veto del gas ruso y con líderes cercanos al Kremlin, den su apoyo al proyecto.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, hace más de tres años, el Viejo Continente ha reducido sus importaciones de gas ruso hasta un 13% como método de castigo al Kremlin. Sin embargo, Jorgensen advirtió de que la factura de la Unión por las importaciones de gas de Moscú «ha superado con creces toda la ayuda militar que el bloque ha enviado a Kiev». «Durante demasiado tiempo, nuestras dependencias energéticas han perjudicado a Europa y ayudado a Rusia. Esto tiene que cambiar», recalcó el comisario.
Coordinación con los Estados
La propuesta legislativa para la desconexión del combustible ruso deberá lograr una mayoría cualificada en el Consejo Europeo para ser aprobado y después ser ratificada por la Eurocámara. El plan se sustentará en el trabajo conjunto del Ejecutivo comunitario con los Estados miembros para asegurar que se «coordina» la reducción de importaciones de Moscú. Los países del bloque tendrán que diseñar sus propios proyectos para lograr ese recorte. En paralelo, la UE impulsará la transición energética y la diversificación de suministros, incluyendo la plataforma para agregar la demanda de gas de los socios europeos y así conseguir precios más competitivos.
Bruselas plantea como alternativas comprar más combustible a EE UU e impulsar la generación de energías verdes
En cuanto al gas, la próxima propuesta de Bruselas mejorará la transparencia y la trazabilidad del gas natural ruso a lo largo de los mercados europeos, no permitirá firmar nuevos contratos con suministradores de este país y pondrá fin a los acuerdos existentes. Para sustituir el combustible procedente de Moscú, la UE se plantea comprar más cantidad a Estados Unidos e impulsar la generación de energías verdes.
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