Trump urge a Israel a «no arruinarlo todo» con un ataque a Irán mientras evacúa sus embajadas
El presidente de EE UU sostiene de nuevo que «estamos cerca de un acuerdo nuclear» con Teherán, pero pone al ejército en alerta
Miguel Pérez
Jueves, 12 de junio 2025, 11:20
Estados Unidos se encuentra en alerta máxima ante un posible ataque de Israel sobre Irán con carácter inminente. El Departamento de Estado ha autorizado la ... evacuación del personal no esencial de la embajada en Irak y de las familias de los funcionarios empleados en las legaciones de Baréin y Kuwait, mientras el Pentágono ha organizado la salida de los allegados de los militares estadounidenses desplegados en todo Oriente Medio. La oficina británica que analiza los riesgos para el tráfico marítimo comercial en la región avisó, por otra parte. a los buques que navegan por esas aguas que extremen las precauciones en el Estrecho de Ormuz y los golfos Pérsico y de Omán ante el aumento de la tensión prebélica.
Washington mantiene a 40.000 efectivos en la zona tanto en tierra como en grupos de combate navales. Su Gobierno ha recibido la confirmación de que el ejército hebreo está «totalmente listo para lanzar una operación» sobre su tradicional enemigo. Y lo mismo sucede con el régimen iraní, al que un país regional «amigo» le informó este jueves de una posible ofensiva, cuyo objetivo sería «influir en Teherán y hacer que cambie su posición sobre sus derechos nucleares».
Donald Trump justificó en este tipo de alertas la decisión de su gabinete de retirar a buena parte de su personal, pero envió a Benjamín Netanyahu un mensaje claro: No atacar. «Estamos bastante cerca de lograr un acuerdo aceptable» sobre la regulación nuclear en el país de los ayatolás, de modo que «no quiero que actúen porque creo que eso lo echaría todo a perder. Podría ayudar, pero podría arruinarlo», añadió, bajo la advertencia de que una guerra entre los dos países desencadenaría un «conflicto masivo».
Esta es la cuarta ocasión desde abril que el inquilino de la Casa Blanca emplaza al primer ministro hebreo a mantener los aviones en tierra. Miembros de su entorno, como el embajador ante la ONU, Mike Huckabbe, rechazan que Netanyahu sea capaz de lanzar una ofensiva sin la autorización de Trump, quien, sin embargo, anoche mostró su lado críptico. «No quiero decir que sea inminente, pero parece que podría suceder», opinó.
Las turbulencias se suceden en vísperas de la reunión acordada este domingo entre Washington y Teherán como un último esfuerzo para retomar la negociación sobre el pacto nuclear. El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, ha anunciado que acudirá y Omán confirmó que se celebrará en Muscat, pero Irán mantiene un discurso flamígero. El OIEA, la agencia de supervisión nuclear de la ONU, acaba de revelar que sus técnicos han confirmado la existencia de «material nuclear no declarado y actividades en múltiples lugares no declarados» del país, en lo que supone la primera infracción en lustros al protocolo impuesto al régimen islamista a cambio de no sufrir mayores sanciones internacionales. Como respuesta a esta resolución «política», Teherán anunció este jueves que construirá una nueva planta de enriquecimiento de uranio en un «lugar seguro», Trump le aconsejó «ser un poco más flexible» y negociar con EE UU «cosas que actualmente no están dispuestos a ceder».
No salir de Tel Aviv
La atmósfera prebélica ha cobrado intensidad a medida que el diálogo se ha enrarecido y la Casa Blanca ha mostrado menor confianza en sellar un nuevo acuerdo. El pesimismo parece haber levantado el veto tácito a una agresión y Benjamín Netanyahu estaría dispuesto a aprovechar esa ventana de oportunidad. Su Gobierno alimenta la opción de bombardear al menos las instalaciones atómicas iraníes y Teherán advierte de duras represalias, «como nunca ha habido en el pasado», con cientos de misiles dirigidos sobre territorio hebreo.
Las evaluaciones de Washington no son buenas. El Departamento de Estado ha puesto en máxima vigilia a todas sus misiones diplomáticas dentro del radio de acción de Irán y sus milicias armadas. La orden afecta a las sedes de Oriente Medio, directamente al alcance de los misiles iraníes, además de las del norte de África y Europa del este por el riesgo de sufrir atentados. La Casa Blanca aconsejó a sus empleados en Israel que permanezcan en Tel Aviv, Jerusalén o Beersheba y que ningún estadounidense viaje a Irak.
Europa sigue de cerca el creciente conflicto bajo el signo de la incertidumbre. Nadie sabe lo que cruza por la cabeza de Benjamín Netanyahu en estos momentos. Israel nunca anuncia los plazos en los que va a atacar, pero al primer ministro parece obsesionarle bombardear a su historico enemigo tras haber infligido gravísimos daños a sus milicias asociadas en Líbano, Gaza y Siria.
Los dos países intercambiaron sendos ataques aéreos en octubre con el resultado de la destrucción casi total de las defensas antiaéreas iraníes, lo que otorga a los hebreos ventaja táctica No obstante, fuentes estadounidenses han señalado que, en caso de pasar a la acción, Israel no contaría con su apoyo militar, logístico, ni de Inteligencia. Teherán ha iniciado unas maniobras a gran escala para «mejorar las capacidades de defensa».
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