La UE cree que una intervención de EE UU arrastrará a Oriente Medio a un gran conflicto

La jefa de la diplomacia europea, la estonia Kaja Kallas, aseguró que existe un consenso en Europa de que «la solución diplomática es la mejor forma de abordar el programa nuclear de Irán». En este sentido, apuntó que el bloque comunitario mantiene los canales abiertos y que «está presionando constantemente» para detener la guerra en Oriente Medio.

Kallas reivindicó el pacto nuclear alcanzado con Teherán en 2015, que mantuvo a raya durante años la actividad atómica iraní, y subrayó que «los riesgos de que el conflicto se extienda son demasiado grandes». La responsable de Política Exterior del bloque advirtió de que la UE «no será indulgente» cuando la república islámica acelere su controvertido programa.

La declaración conjunta de los líderes del G7 cerrada el lunes en la cumbre de Canadá señalaba a Teherán como foco de la inestabilidad en Oriente Medio. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue más allá, al reivindicar «el derecho a defenderse» de Israel ante los ataques persas. Kallas, sin embargo, mostró este martes cautela: apostó por la diplomacia y demandó a Washington que no se implique en el conflicto tras la amenaza velada del presidente estadounidense, Donald Trump, quien pidió a las autoridades iraníes que se sienten en la mesa de negociación «antes de que sea demasiado tarde».

Lejos de parar la violencia, la UE cree que la participación de EE UU en esta guerra «arrastrará definitivamente a la región a un conflicto más amplio». Más aún después de que Trump dijera de que el régimen de los ayatolás «debe rendirse del todo» y que la Casa Blanca quiere «un final real» a la amenaza nuclear iraní. Kallas rechazó también la propuesta estadounidense de que el presidente ruso, Vladímir Putin, medie entre Israel e Irán. «No es alguien que pueda hablar de paz. Rusia no puede ser mediador si no cree en la paz», razonó.

Una fuente diplomática apuntó que los países europeos incidieron durante su reunión por videollamada en su «fuerte oposición a cualquier ataque a instalaciones nucleares», alineándose con las preocupaciones planteadas por la Agencia de la Energía Atómica. También mostraron su inquietud por la expansión del programa iraní en esta materia, que supone «una seria amenaza a la seguridad global», y pidieron «no olvidar la situación en Gaza, que sigue siendo terrible».

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, también llamó a desescalar «el intercambio de misiles y bombas» entre Israel e Irán así como a garantizar que Teherán «se aleja de contar con armas nucleares mediante negociaciones diplomáticas». «Esta guerra no ayuda a nadie», reiteró.

En paralelo, los Veintisiete abrieron el debate sobre posibles mecanismos para coordinar la evacuación de los ciudadanos comunitarios que residen en la zona en conflicto y el despliegue de equipos de protección civil. Se espera, además, que el próximo lunes los ministros de Exteriores europeos debatan sobre la revisión del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, por su ofensiva sobre Gaza.

El pasado 20 de mayo hasta 17 países europeos apoyaron la decisión de analizar este pacto por las dudas sobre el respeto de derechos humanos por parte del Estado hebreo en la Franja, una medida que hasta el momento solo reclamaba España y que busca «ejercer presión» sobre el Gobierno de Benjamín Netanyahu para mejorar la situación humanitaria en el enclave.

Aunque Kallas no concretó si planteará medidas contra Israel, avanzó que la revisión «aún no está lista» y que el debate continuará en el bloque en los próximos días.