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EFE
Austria niega el asilo a un joven afgano porque no tiene «actitud de homosexual»

Austria niega el asilo a un joven afgano porque no tiene «actitud de homosexual»

«Ni su forma de andar, ni sus gestos o su ropa indican en lo mas mínimo que puede tratarse de un homosexual», asevera el informe del funcionario de la Oficina Federal de Inmigración y Asilo

Juan Carlos Barrena

Corresponsal. Berlín

Jueves, 16 de agosto 2018, 15:53

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Un joven afgano homosexual ha visto rechazada su solicitud de asilo en Austria con una serie de argumentos absurdos anotados por el funcionario de inmigración encargado de estudiar su petición, que ponen en duda sus tendencias sexuales con afirmaciones llenas de prejuicios. El caso ha sido denunciado en su última edición por el semanario austríaco Falter y ha desatado una ola de indignación en la república alpina y la vecina Alemania, toda vez que la vida del joven afgano de 18 años de edad correría serio peligro si es devuelto a su país. «Ni su forma de andar, ni sus gestos o su ropa indican en lo mas mínimo que puede tratarse de un homosexual», señala el funcionario de la Oficina Federal de Inmigración y Asilo en su informe, al que ha tenido acceso una redactora de la revista.

La homosexualidad es una causa reconocida para la concesión de asilo en las democracias occidentales en el caso de que la vida del interesado se viese amenazada de muerte en su país de origen. El joven afgano solicitó el estatus de refugiado en Austria precisamente por ese motivo. La relaciones homosexuales son castigadas en Afganistán con penas de entre cinco y quince años de cárcel, a lo que hay que añadir la marginación familiar y social.

A la hora de obtener asilo en Austria, la homosexualidad debe quedar demostrada, aunque no con los métodos y baremos aplicados por el funcionario que rechazó la solicitud del joven de 18 años, que posteriormente recurrió ante la justicia alpina por, entre otras cosas, el trato vejatorio recibido. Acogido provisionalmente en un albergue para menores de la ONG 'SOS Kinderdorf', el joven protagonizó varios enfrentamientos con otros internos.

El funcionario de inmigración dedujo por su cuenta la existencia de «un potencial agresivo» en el peticionario de asilo, que «no se puede esperar de un homosexual». Pero también el hecho de que prefería pasar mas tiempo solo que acompañado es motivo para dudar de su homosexualidad. «¿No son los homosexuales gente sociable?», pregunta en el informe, en el que subraya que frecuentar a gente escogida, contar con pocos amigos o salir solo de paseo «no es propio de un presunto homosexual».

El funcionario reaccionó también con incomprensión a la declaración del peticionario de asilo de que había besado también a hombres heterosexuales. Aunque son muchas las culturas en las que los hombres se saludan con un intercambio de besos, el responsable del informe oficial califica de «absolutamente impensable» que por besar a otros hombres no homosexuales no hubiese recibido «una tremenda paliza», según el texto hecho público por Falter.

El joven declaró en la entrevista oficial que ya a los 12 años de edad había tenido sentimientos homosexuales, algo inimaginable para el funcionario de la Oficina Federal de Inmigración y Asilo. «En una sociedad poco sexual como la afgana, en la que no existen extímulos sexuales a través de la moda o la publicidad en público, es muy poco probable resultar 'sexualizado' a edad tan temprana», señala el análisis del «experto», que llega a la conclusión de que el interesado miente cuando dice ser homosexual y afirma que no corre peligro alguno si es devuelto a su país de origen.

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