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Barco pesquero Reuters
El 'brexit' de la pesca, pendiente de cesiones de la UE

El 'brexit' de la pesca, pendiente de cesiones de la UE

La flota española se enfrenta a atascos en Dover, aranceles y reducciones de capturas

Iñigo Gurruchaga

Londres

Lunes, 19 de octubre 2020, 20:08

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Los pocos barcos ondarreses que siguen faenando en caladeros del Gran Sol, al norte de Irlanda, descargan sus capturas cada semana en el puerto escocés de Lochinver. Los camiones inician allí su recorrido hacia Ondarroa (Guipúzcoa) atravesando Reino Unido, 1.200 kilómetros, hasta Dover. Ese itinerario será perturbado a partir del 1 de enero.

Si la negociación sobre la futura relación entre la Unión Europea y Reino Unido se cierra con un acuerdo, es muy probable que los nuevos trámites aduaneros provoquen atascos en el acceso al puerto de Dover, que procesa diariamente 10.000 camiones con destino a la costa francesa, afectando a la frescura de la carga.

Un acuerdo bilateral puede afectar a las cuotas de barcos europeos, que podrían desplazarse- según Kiko Marin, gerente de la Organización de Productores de Pesca de Altura del puerto ondarrés- a zonas de la flota de bajura. Si no hay acuerdo, Londres podría prohibir a los comunitarios faenar dentro del perímetro de doscientas millas náuticas desde su costa, al menos temporalmente.

Los acuerdos pesqueros son, según Ivan López van der Veen, «una madeja muy complicada». El empresario bacaladero en Vigo es miembro de la Alianza Pesquera Europea(Eufa), que representa al sector ante las instituciones comunitarias. «Seguimos creyendo que la única solución justa y equilibrada es el statu quo», afirma.

El informe de 2019 por la Confederación Española de Pesca (Cepesca) cifra en 9.000 toneladas anuales las capturas por barcos de bandera española en aguas británicas, 27 millones de euros. No registran las capturas con banderas comunitarias de barcos adquiridos por empresas gallegas o de los que faenan en las islas Malvinas.

Las aguas británicas dan más de la mitad de su pesca a Bélgica o Suecia. Dinamarca- 240.000 toneladas en el Mar del Norte- es el país de la UE con más volumen y Francia, 182 millones anuales, el que más valor captura. Reino Unido exporta al resto de la UE el 75% de su producto, 1.230 millones de euros, que, sin acuerdo, sería sometido a aranceles.

Barrie Deas, director general de la Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores británicos, señala que el 'brexit' permite «cambiar lo ocurrido en los últimos cuarenta años». Pesqueros comunitarios capturan cinco o seis veces más que los británicos en sus aguas. En el Canal de la Mancha, Francia pesca el 84% y Reino Unido el 9%.

Dos acuerdos

La negociación sobre la relación futura se reanuda esta semana en Londres después de que ambas partes exigieran que la otra cambie su enfoque sobre tres áreas: la gobernación futura del acuerdo, las reglas de competencia justa y la pesca. Conversaciones telefónicas entre Londres y Bruselas han reparado la acritud del pasado viernes.

El Gobierno de Boris Johnson quiere retirarse de la Política Pesquera Común y ejercer su «soberanía costera», recuperando el control de la actividad en su zona económica exclusiva. Ofrece públicamente al sector pesquero de la UE una negociación anual del volumen de capturas, cuotas o intercambios, que afectan a un centenar de stocks.

López van der Veen cree que esa propuesta no ofrece estabiilidad, pero recuerda que el negociador comunitario, Michel Barnier, ya explicó a los miembros de la Eufa, el 15 de enero de 2017, poco después de iniciar su mandato, que la pesca es el único sector en el que Reino Unido tiene ventaja. En los demás, pide acceso al mercado común.

Barnier ha dejado caer que el acuerdo depende de que ambas partes rectifiquen su posición «maximalista» sobre la competencia justa y la pesca. Medios británicos han publicado este fin de semana que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, habría ablandado su firmeza sobre la cuestión pesquera.

Javier Touza, presidente de los Armadores de Vigo(Arvi), representa a una flota con cuotas comunitarias y bandera española, a otros que han invertido en barcos de bandera británica ahora amenazados por aranceles y a los que faenan en aguas de las Malvinas. La producción anual puede superar los 500 millones de euros.

Pide a los negociadores que lleguen al menos a «un acuerdo básico, en una situación en la que los gobiernos están centrados en la lucha con la covid-19 y en la crisis económica», que afeca a sus mercados. Touza demanda «sensatez» y «unas reglas mínimas para el día después». Propone que «continuemos un año en la situación actual y ver las opciones».

El británico Deas cree que, si la negociación tiene éxito, puede haber dos acuerdos: uno de comercio y otro de pesca. Este tendría que negociarse antes del fin de año, o extenderse a enero o febrero como ha ocurrido en acuerdos entre la UE y Noruega. Está convencido de que la pesca se ha convertido en un asunto tan «visible» que el Gobierno de Johnson no puede abandonar la exigencia de soberanía pesquera.

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