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Pablo Casado preside en Barcelona su primer Comité Ejecutivo Nacional del PP.

El PP de Casado echa a andar fracturado en dos

El líder 'popular' defiende que son un partido «fuerte y unido», pese a la ruptura de las negociaciones con el sector de Sáenz de Santamaría | La exvicepresidenta planta a Casado en la primera reunión del Comité Ejecutivo en Barcelona | Teodoro García será secretario general y Dolors Montserrat, portavoz en el Congreso

Ander Azpiroz

Madrid

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Jueves, 26 de julio 2018, 07:48

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El nuevo PP de Pablo Casado ha echado a andar esta mañana en Barcelona con la celebración del primer Comité Ejecutivo Nacional, una cita que ha quedado ensombrecida por la ruptura de las negociaciones con el sector de Soraya Sáenz de Santamaría.

En la rueda de prensa posterior, Casado ha hablado de un «PP fuerte y unido», en el que 23 de los 46 miembros de los órganos de dirección apoyaron durante las primarias a otras candidaturas. No obstante, los hechos contradicen al nuevo líder del PP, al menos en lo que a Sáenz de Santamaría se refiere.

De primeras, la exvicepresidenta ha declinado la oferta que le transmitió ayer Casado durante a breve reunión que mantuvieron en el Congreso para ocupar un asiento en el Comité Ejecutivo Nacional como uno de los cinco miembros de libre designación por parte del presidente (los otro cuatro son el resto de candidatos en las primarias: María Dolores de Cospedal, José Ramón García Hernández, José Manuel García Margallo y Elio Cabanes). Esta ausencia de Sáenz de Santamaría en el cónclave en el que se han anunciado los nuevos cargos del PP evidencia la profunda fractura que viven los populares, pese a las promesas de integración que unos y otros lanzaron en campaña.

Desde las filas de Casado no se entiende la actitud de la exnúmero dos del Ejecutivo. Es más, se considera que se ha sido generoso con la integración cuando nada obligaba a ello. «No somos partidos distintos, no hay corrientes, lo que hay son compañeros válidos. El equipo es de integración y sale fuerte», ha insistido el presidente. Pero en el bando de Sáenz de Santamaría se insiste en que no se ha ofrecido una «representación digna» a una candidatura que ganó las primarias entre la militancia y obtuvo un 43% de los votos de los compromisarios.

Los nombramientos

Una de las primeras decisiones que se ha conocido al poco de comenzar el cónclave ha sido la designación de Teodoro García Egea. Es un hombre de la absoluta confianza de Casado, del que fue jefe de campaña en las primaria, si bien su designación ha causado cierta sorpresa al figurar en todas las quinielas el número dos del partido recaería en una mujer, con las exministras Isabel García Tejerina y Dolors Montserrat como favoritas.

Montserrat será en cambio la portavoz del grupo popular en el Congreso, puesto en el que sustituye a Rafael Hernando. La exministra de Sanidad apoyó a Cospedal en la primera fase de las primarias. En el Senado, el portavoz será el ex director general de la Policía Ignacio Cosidó, que sustituye a José Manuel Barreiro.

Otro de los nombramientos que ha trascendido es el de Javier Maroto, que se hará cargo de la Secretaría de Organización. El exalcalde de Vitoria ha sido uno de los principales apoyos de Casado en su camino hacia la Presidencia del PP.

Críticas mutuas

Esta mañana las criticas han volado de un lado a otro. Según ha lamentado Ayllón en Onda Cero, no se ha ofrecido una «representación digna» al equipo de Sáenz de Santamaría.

Más tarde el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha zanjado que «la final la ganó Pablo Casado que tiene toda la legitimidad para gobernar, con inteligencia y sensibilidad». «Ha de saber ganar el que gana -ha añadido- y perder el que pierde, para que ganemos todos».

Pese a las diferencias, el presidente del PP ha mantenido hoy que su puerta está abierta para Sáenz de Santamaría.

Tres fieles a Cospedal y una a Saénz de Santamaría en la cúpula

La nueva cúpula del PP contará con representantes de tres candidaturas que se postularon a las primarias. Además de Pablo Casado como presidente y Teodoro García Egea como secretario general, habrá seis vicesecretarías. Tres de ellas quedan en manos de dirigentes que apoyaron a María Dolores de Cospedal. Vicente Tirado, número dos del PP de Castilla-La Mancha, asume la Vicesecretaría de Política Autonómica y Local, en la que sustituye a Javier Arenas. La exministra Isabel García Tejerina será la vicesecretaria de Sectorial, puesto que hasta ahora ocupaba Javier Maroto. La portavoz en el Congreso, Dolors Montserrat, completa la terna de fieles de Cospedal.

El sector de Soraya Sáenz de Santamaría solo dominaría la Vicesecretaría de Política Social, que dirigirá la alcaldesa de Logroño Cuca Gamarra.

El resto de vicesecretarías corresponden a miembros del equipo de Casado. Son: Andrea Levy (vicesecretaria de Estudios y Programas), Javier Maroto (vicesecretario de Organización) y Marta González (vicesecretaria de Comunicación).

El comité lo completan el portavoz en el Senado, Ignacio Cosidó, y el de la Eurocámara, Esteban González Pons.

Plantea tipificar como delito la convocatoria ilegal de referendos y la «sedición impropia»

La primera iniciativa parlamentaria del PP bajo el mandato de Casado será una proposición no de ley para incorporar al Código Penal los delitos de «sedición impropia» y de «convocatoria ilegal de referendos». Una medida para «anticiparse» porque, a su juicio, el Gobierno de Pedro Sánchez está en «la inacción» y el «apaciguamiento» de los independentistas. Sus «reuniones y paseos» con Torra, ha dicho, le recuerdan a los de José Luis Rodríguez Zapatero con Artur Mas, «que condujeron al pacto del Tinell y al cordón sanitario». Y ha recordado que, según algunos medios, «pudo haber una propuesta de negociación para un referéndum pactado» entre el Gobierno y la Generalitat.

Para este escenario, ha argumentado que el delito de convocatoria ilegal de referendos -tipificado por el Gobierno de Aznar y derogado por José Luis Rodríguez Zapatero- fue útil para frenar el Plan Ibarretxe y, además, que con él se evitarían procesos penales posteriores porque no se podrían convocar referendos «y mucho menos de forma pactada».

En cuanto al delito de sedición impropia, ha aclarado que pretende estar preparado por si en la próxima Diada o en el aniversario del 27 de octubre o del 21 de diciembre, los independentistas «preparan cualquier tipo de ruptura de la legalidad, de la convivencia o de la seguridad ciudadana», haya mecanismos de «defensa» para que no suceda lo mismo que el año pasado. Casado ha alegado que estos mecanismos ayudarían al Gobierno a no tener que reaccionar a posteriori.

Por otro lado, ha recordado al Gobierno que la Constitución tiene un precepto, «para evitar que se conculquen las libertades de los catalanes», el artículo 155 que se aplicó el pasado otoño, y ha advertido de que el PP exigirá que se vuelva a entrar en vigor si en Cataluña vuelven a vulnerarse los derechos fundamentales. «Nos la jugamos como país», ha advertido el líder 'popular', recalcando que Sánchez «no tiene por qué ceder al chantaje» de los independentistas, sino que los 'populares' le brindarían la mayoría necesaria en el Senado para volver a aplicar el 155, una decisión que solo puede proponer el Gobierno.

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