Felipe González dejará de votar al PSOE por «la barrabasada» de la amnistía y dice que a Sánchez le queda «cero» vida política
El expresidente, que tilda de «bazofia» la ponencia que ha sustentado el aval del Constitucional, cree «completamente ridículo» intentar encapsular al Gobierno ante el 'caso Cerdán' y llama a la militancia a «recuperar» el partido
Había ido sembrando de migas el camino. Pero ha sido esta mañana, en puertas de que el pleno del Constitucional haya sentenciado, dividido, que ... la ley de amnistía que borra los delitos asociados al 'procés' cabe en el perímetro de la Carta Magna, cuando Felipe González ha confirmado que dejará de votar al PSOE al que consagró su vida política y personal, hoy bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, por promover la «barrabasada» de una «autoamnistía» por la cual el Estado de derecho «pide perdón» a «los delincuentes» y «ajusta» las previsiones del Código Penal a quienes buscaron la ruptura de Cataluña con el resto del país. «Es la leche», se ha dolido el expresidente en Onda Cero, tras volver a identificar la norma como un ejemplo de corrupción e ironizar con que fue Santos Cerdán, el ex secretario general de los socialistas al borde de la imputación por el presunto cobro de mordidas, quien negoció la exculpación con Carles Puigdemont con «la credibilidad máxima» que le otorgan «su competencia constitucional y otras».
González, que ha trazado un retrato demoledor del momento que vive España bajo el mandato de Sánchez, no solo no renuncia a elevar su ya conocida voz crítica pese a que la actual dirección del PSOE viene desdeñando las opiniones de quienes reprueban el proyecto del «puto amo», como lo ha identificado quien fue jefe del Ejecutivo durante 14 años remedando la expresión del ministro Óscar Puente. Este jueves, que pasará a la historia del constitucionalismo español por ser el día en que se avaló una amnistía después de la que apuntaló la reconciliación en el tránsito de la dictadura a la democracia hace casi medio siglo, el expresidente ha subido incluso el diapasón de su ácido análisis contra un Sánchez al que ha reclamado que adelante las elecciones sin él de candidato. Y del que ha dicho que tiene ya «cero» vida política porque el mando del país está en manos de Puigdemont y de «los 'bilduetarras'».
La figura de Cerdán, la mano derecha del actual presidente tanto en lo orgánico como en la forja de los pactos que le aseguraron la investidura tras las generales del 23-J de 2023, ha permitido a González enlazar el espaldarazo del TC a la constitucionalidad de la amnistía con el último gran escándalo de corrupción de la democracia. El exmandatario, que dejó el poder en 1996 tras perder por la mínima ante José María Aznar después de encadenar varias mayorías absolutas y verse, en los años finales, severamente erosionado por las causas judiciales abiertas por los GAL y el saqueo de los fondos reservados, ha dejado claro que él «no perdona» a aquellos que persiguieron de forma ilegal la independencia de Cataluña y que «nadie» que haya participado en el impulso a la nueva ley podrá contar con su apoyo en las urnas.
«¿Dónde está la virtud cuando la necesidad es aferrarse al poder?», ha rebatido el argumento empleado por Sánchez en el otoño de 2023 ante el comité federal del partido para defender lo contrario -las bondades de la norma que exonera los delitos vinculados a la intentona secesionista- de lo que venía sosteniendo hasta el mismo día de las generales. «Esta autoamnistía es una vergüenza para cualquier demócrata, para cualquier demócrata del Partido Socialista», ha aseverado González, tras tachar la ley de «barrabasada» y, pese a salvar la valía como jurista del máximo responsable del TC, Cándido Conde-Pumpido, descalificar como «batata» y «bazofia» la ponencia que da por constitucional la amnistía redactada por la vicepresidenta, la magistrada progresista Inmaculada Montalbán.
Es «completamente ridículo»
El ex jefe del Gobierno ha enlazado aquí la corrupción que, a su juicio, representa exculpar el 'procés' para amarrar el tercer mandato de Sánchez con la investigación de la UCO, a la que ha elogiado expresamente, sobre la supuesta red de comisiones ilegales en la adjudicación de obras públicas. Para González, resulta «completamente ridículo» que el presidente trate de encapsular los posibles ilícitos encapsulándolos en el PSOE cuando Cerdán tenía las responsabilidades que tenía y «el 99,9%» de las pesquisas de la Guardia Civil se está centrando en «acciones gubernamentales». Lo que le obliga, ha incidido, a convocar elecciones renunciando a ser él de nuevo el candidato -Sánchez se reafirmó este miércoles, al término de la cumbre de la OTAN, en presentarse a los comicios en 2027-, al tiempo que ha llamado a la militancia a «recuperar» el partido «socialdemócrata y respetuoso de la Constitución».
Muy crítico con la 'reforma Bolaños' que pretende entregar las instrucciones de los delitos a una Fiscalía que hoy tiene a su responsable procesado por supuesta revelación de secretos del novio de Isabel Díaz Ayuso, González ha reiterado que Eduardo Madina sigue siendo su potencial candidato a liderar el PSOE como lo fue en las primarias de 2014, pero ha bromeado con que no quiere «matarlo» haciendo una apuesta por él cuando no se vislumbra, al menos por ahora, un proceso sucesorio de Sánchez. Y ha advertido, en paralelo y tras conceder que le tiene afecto personal, de que Alberto Núñez Feijóo carece de un proyecto de país, sobre todo cuando vincula su imagen a Carlos Mazón o Santiago Abascal. González se ha preguntado por qué el líder del PP no se dirige a «la mayoría» del país, como hizo él, para intentar gobernar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.