Un lebaniego devoto de la Santuca y amante de la montaña
Pedro Álvarez
Potes
Lunes, 4 de noviembre 2024, 07:19
Una cruel enfermedad de la que no esperábamos tan rápido desenlace, nos ha dejado sin tu presencia cuando aún nos quedaban muchos momentos por disfrutar ... de nuestra afición a las montañas y a las tradiciones de nuestra querida Liébana. Porque tú, Félix Sánchez, nacido en la localidad de Cahecho (Cabezón de Liébana) eras de esas personas que dejan huella, de gran corazón y con las que uno siempre se siente a gusto.
Muy joven comenzaste a trabajar en la albañilería, una profesión en la que te implicaste y dedicaste todos tus esfuerzos para conseguir que todos reconociesen tu labor eficiente. Fueron muchos años de esfuerzo y superación hasta poner fin a tu vida laboral en las cuadrillas de trabajo del Ayuntamiento de Cabezón de Liébana.
Tu gran afición siempre fue la montaña y conocer los lugares más emblemáticos de la Cordillera Cantábrica. En la montaña siempre dabas seguridad en la ascensión a la cima, como si a quienes estábamos a tu lado nos acompañara un ángel de la guarda. Vivimos todos esos momentos con plenitud, contemplando esas montañas de nuestra tierra y de Picos de Europa que tan bien conocías. Con tu temprana partida nos han quedado muchas cumbres por volver a ascender juntos.
También tus compañeros de la Sociedad Deportiva Torrelavega te recuerdan como una persona servicial, que en cada salida montañera estaba pendiente de todos los detalles y de poder ayudar siempre que era necesario.
Persona sencilla, trabajadora, familiar, humilde y muy querido por todos los que te conocimos y disfrutamos de tu compañía. Aficionado a los bolos y al fútbol así como a la música tradicional de nuestra tierra. Nunca faltabas a la cita anual de los Encuentros de la Asociación de Amigos de Sergio y Nando Agüeros, compartiendo mesa y mantel y escuchando sus canciones y las de los cantantes y músicos que siempre les acompañaban.
También te echarán en falta en la tertulia diaria en la terraza del restaurante Peña Sagra, en Ojedo, a donde acudías a tomar el café y compartir vivencias con tus amigos. Nosotros, tus familiares y amigos, seguiremos reuniéndonos en esas comidas a las que tú nunca faltabas, ya fuera por San Juan o por Nuestra Señora, cobijados bajo la sombra de las hayas, debajo del santuario de la Virgen de la Luz.
Tanto tu como tus hermanas María Luz y Margarita, que ahora lloran tu ausencia; tus cuñados, Manel y Gerardo y tus sobrinos Juan Luis, Sara y Gerardo, a los que desde niños os inculcaron la devoción por la patrona de Liébana, erais fieles a la subida y bajada de la imagen en andas desde su santuario y a la procesión anual desde Aniezo al monasterio de Santo Toribio.
Que la Virgen de la Luz te acoja en su seno y desde las alturas de Peña Sagra, que tanto recorrimos y disfrutamos juntos, nos sigas guiando a los que aquí lloramos tu temprana ausencia.
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