El regidor que pilotó el tránsito hacia el Rionansa moderno

A excepción de una legislatura en la que concurrió a las urnas como independiente, José Luis Pérez Solar siempre estuvo en el Partido Popular. De esta formación política fue miembro destacado, interviniendo activamente en la puesta en marcha de los comités locales de la zona occidental de Cantabria. Participó en la confección de las listas de candidatos de Val de San Vicente y de la comarca lebaniega. También fue diputado regional con el Partido Popular y consejero de Caja Cantabria.

Con Pérez Solar, Rionansa «fue una referencia en la comarca», relatan ahora sus amigos y compañeros. Cuando José Luis Pérez llegó al Consistorio, no había ni agua corriente ni saneamiento en los pueblos del municipio y fue él quien promovió las obras para el abastecimiento de agua potable mientras trabajaba en la urbanización de los pueblos.

José Luis nació en Riclones en 1931 pero vivió prácticamente toda su vida en Celis, donde también se casó y fue padre de cinco hijos.

En su faceta profesional, Pérez Solar dedicó su vida a la construcción, una actividad en la que tuvo bastante éxito. Fue esa dedicación profesional, al margen de la política, la que le hizo estar más vigilante para que la base de las infraestructuras de las que hoy disfrutan los vecinos del municipio gocen «de gran calidad», De hecho, sus vecinos consideran hoy que José Luis fue el alcalde del tránsito hacia la modernidad de Rionansa. «La electrificación rural y el asfaltado de los pueblos llegaron aquí mucho antes que a otros municipios de mayor población de la región», explican. También bajo su mandado se construyó el polideportivo municipal.

Tras unos primeros años de importantes cambios en el municipio, se inició un periodo en el que Rionansa no ocupó grandes titulares en los periódicos, a excepción de la reclamación que algunos vecinos de Celis hacían para su pueblo del edificio de las escuelas y que el Ayuntamiento defendía que eran de su propiedad. Los vecinos protagonizaron un encierro en el edificio como forma de protesta, una situación que generó un gran revuelo a nivel regional.

Cada día, José Luis acudía al Ayuntamiento para seguir de cerca la vida municipal pero siempre con la mirada puesta también en su empresa.

Una de sus últimas aspiraciones fue ver abierta la Cueva del Soplao, una misión con la que se presentó en varias ocasiones a Fitur. Aunque la cavidad se inauguró tras su salida del Consistorio, se puso en marcha durante su mandato. En 2015 se le otorgó el premio 'Leyendas del Nansa'.