Un torrelaveguense de juego limpio que militó en primera división
Nació en el año 1937 en Barreda, localidad donde comenzó a probar la que sería su futura profesión, y gran afición, en la Bolera que ... Ángel Ceballos y Encarnación de la Cal tenían junto a su establecimiento en pleno centro del pueblo; también el patio del colegio sería el laboratorio de pruebas de quien llegaría a ser un futbolista de élite.
Viendo sus cualidades, muy pronto entró a formar parte de la plantilla del Vicintor, un equipo que entonces patrocinaba la firma 'Viuda de Eulogio Sánchez'. En aquella época, como recuerda Alejandro Campo en su extraordinario libro 'Viejas glorias gimnásticas', y en una sola temporada, pasó a militar en la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega. Los ojeadores vieron sus facultades, así como las de su compañero de equipo, el también torrelaveguense Enrique Pérez Ruiz 'Resque', llevándoles a prueba al primer equipo burgalés, con apenas 18 años. Carlos, aprovechando la conyuntura, tenía previsto hacer la mili al tiempo que jugaba al fútbol en la ciudad castellana, pero fue enviado a cumplir con la patria a Melilla, pero tras licenciarse, fue reclamado por el Burgos Club de Fútbol que militaba en tercera división. Carlos y Resque coincidirían en el Vicintor, Vitoria, Burgos, Osasuna y la Gimnástica.
Carlos no se les despista a los ojeadores y pronto fue fichado por el Osasuna con un contrato de 20.000 pesetas de la época, entrando a jugar en el equipo pamplonica que militaba en segunda división, estando presente en la alineación que en los años 50 del pasado siglo llevó a este equipo a primera, formando pareja con Ignacio Zoco, quien sería el legendario futbolista de las mejores épocas del Real Madrid. Después de cuatro temporadas en el Osasuna, fue transferido al Levante donde jugó durante dos temporadas, regresando a la Gimnástica de Torrelavega en la temporada 1966-67.
En la referida biografía redactada por Jandro Campo, se recuerda el juego limpio ejecutado por el futbolista torrelaveguense, ya que Carlos García solo fue expulsado una vez del campo. Ocurrió durante un encuentro del Osasuna contra el Real Madrid en el que medió en una discusión entre Puskas y el árbitro.
Una vez abandonado el ejercicio activo del fútbol consiguió el título de entrenador regional, dirigiendo durante dos años al Reocín y dedicándose ya plenamente al comercio como propietario de la firma 'Zagalín', de calzado infantil, hasta su jubilación.
Casado con Lines Pérez Cabarga, tuvieron dos hijas, Nuria y Beatriz. Ahora, ya en la Casa del Padre, compartirá con las viejas glorias gimnásticas los éxitos de su equipo.
Descanse en paz.
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