Obituario
Desde Treceño, pasando por todo Valdáliga y media Cantabria; desde Sevilla hasta la aldea del Rocío, y en todos los lugares donde haya tradición taurina ... y 'jondo' acento andaluz, se llora, aún sin creerlo, la inesperada muerte de Luz María 'Luzma' Mantecón, que a los 63 años, al amanecer del día de San Roque, no despertó porque había iniciado un viaje hacia la eternidad en busca de su Chuspe porque, seguramente, ya no quería vivir un día mas sin el hombre al que amó por encima de todas las cosas; su corazón lo sabía y por eso dejó de latir.
A Luzma la trajeron al mundo, en San Vicente del Monte, Rafaela 'Faela' Callejo y Lino Mantecón, quienes, junto con sus hermanos Vidal y Lino, formaron una familia unida y querida. En la casa de comidas que regentaban, 'El Casino' de Treceño, aprendió Luzma los arcanos que Faela atesoraba, secretos de guisandera encerrados en cazuelas posadas sobre el fuego lento de la lumbre. Sus famosas alubias rojas, los caracoles a la montañesa, las mantecosas carnes, pero, sobre todo, la simpatía, la amabilidad y el cariño que Faela, Luzma y Chuspe regalaban a manos llenas desde detrás de la barra, hacían que por aquel comedor rústico, decorado con recuerdos taurinos y una colección de brujas, desfilaran desde paisanos con albarcas a aristócratas de prosapia, como la propia duquesa de Alba; políticos de todos los palos, artistas, empresarios, toreros de relumbrón, camioneros, guardias civiles o apellidos con mucho lustre. Todos se sentían en aquella casona de Treceño como en su hogar.
Pero lo mejor de una buena comida en aquel añorado restaurante comenzaba cuando cerraba sus puertas y se iniciaban las tertulias de los comensales-amigos con relatos preñados de anécdotas que Luzma contaba con su impostado acento montañés, poniendo la 'u' al final de las palabras, relatando las más hilarantes anécdotas vividas por la pareja en su corta pero intensa vida juntos.
Chuspe, que trabajaba además de seguridad de la familia Botín, falleció inesperadamente en 2005 dejando sumida a Luzma en la más absoluta soledad. Su particular Camelot se quebró, 'El Casino' cerró sus puertas, y la vida de Luzma fue de vigilia hasta reencontrase con quien tanto amó. Con seguridad, en el Cielo, junto a Chuspe, celebrará a su Virgen de la Candelaria quien en vida trató siempre de hacer felices a los demás.
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