Consejos para turistas rurales
Ante las noticias que aparecen en los informativos sobre quejas de visitantes a casas rurales ubicadas en el entorno rural, creo que lo primero es ... respetar costumbres, cultura y tradiciones, y tampoco estaría de más recordar varas cosas.
Aquí las pitas andan libres y los gallos empiezan a cantar mucho antes de que salga el sol. Las iglesias tienen campanarios con campanas que suenan de vez en cuando. Los cencerros también hacen ruido, pero gracias a ellos el pastor puede localizar fácilmente el ganado.
El 'cuitu' puede oler mal, pero es el mejor fertilizante natural para nuestros pastos. Si tu móvil o tu GPS no tienen cobertura, aprovecha la oportunidad para conversar con los lugareños. Ten paciencia con los tractores aunque no sean amarillos, están trabajando para producir alimentos de gran calidad.
Los perros de trabajo (mastines y careas) cuidan el ganado. Si te ladran, avanza de forma tranquila, pero sin acercarte al ganado. Nuestras carreteras no son autopistas, conduce con prudencia, no nos sobran los vecinos. Aquí la gente habla muy alto, ni están sordos, ni se han tragado un megáfono.
Si te encuentras con un animal salvaje (osos, lobos, zorros…) no los asustes y, sobre todo, no te acerques a ellos. Cuando vayas por el monte, no está de más que lleves una vara de avellano, ayuda a caminar y suele disuadir si hubiera aviesas intenciones, a cualquier alimaña de dos o de cuatro patas.
Con todo, la dignificación de lo rural empieza por el significado del término 'rural' en el Diccionario de la Lengua Española. «Perteneciente o relativo a la vida en el campo y a sus labores. Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas».
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