Creo en la literatura
Cuando cursaba 4º de EGB en Valverde del Camino, un profesor, José Luis, me regaló un libro titulado 'La Odisea'. Constituyó mi bautizo en el ... mundo de la lectura y de los clásicos. Siguieron muchos más: 'Crimen y Castigo', 'Las Ratas', 'El jugador', 'La tía Tula', 'Abel Sánchez', 'San Manuel, bueno y mártir'», 'Martín Fierro…' Los libros enseñan, entretienen, marcan, nos retratan, nos inspiran, nos hunden y nos elevan. Nada ni nadie puede mostrar la naturaleza humana como los libros. Algunos de ellos cambian vidas, ¡Qué se lo digan a San Agustín!, pero sea lo que produzcan en nosotros, nunca nos dejan indiferentes, y sí, claro que nos hacen más inteligentes, más sabios, ¡Y cómo no!, nos ayudan a saber quiénes somos y adónde vamos. La literatura fecunda nuestras mentes y nuestros corazones. La buena literatura nos lleva a comprometernos, cada uno elige la causa, pero, además, tiene el efecto mágico de fabricar utopías. Llega un momento en que la necesidad de querer reinventarlo todo, logra escaparse del papel buscando reconstruir el mundo para hacerlo mejor, o al menos, más humano y más hermano. Encontrarse con la literatura es comprar un boleto de ida al lugar del no retorno. La literatura es un taller humanitario, nos presenta a la historia y al hombre con una autenticidad genuina y empática. Creo en la literatura, no en las fronteras, ella es un mundo al que podemos ir cuando queramos y en el que no nos piden visado. Allí encontramos el bien, el mal, la libertad, la esclavitud, el amor y el desamor. Lo mejor es que gracias a los libros, a la literatura, podemos encontrarnos a nosotros mismos.
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