Administrador de fincas de oficio, una figura imprescindible
El Colegio de Administradores de Fincas de Cantabria solicita la implicación de los principales ayuntamientos de la región para impulsar su creación y mejorar la convivencia vecinal
Aestas alturas, nadie discute la creciente complejidad que conlleva la gobernanza de una comunidad de propietarios. Gestionar con eficacia y solvencia el patrimonio común, preservar ... la salud y seguridad del edificio en las mejores condiciones, coordinar las obras de mantenimiento, las reparaciones, los servicios de proveedores externos y la solicitud de subvenciones, cumplir con las diferentes leyes, regulaciones y normativas fiscales que eviten posibles sanciones y problemas legales, o facilitar una pacífica y armónica convivencia entre todos los vecinos promoviendo el diálogo ante los conflictos o disputas que pudieran surgir, son algunas de las principales responsabilidades inherentes a la vida en comunidad. Asumirlas con las mayores garantías requiere del asesoramiento y la participación de un profesional formado y capacitado: el administrador de fincas colegiado (AFC).
Se trata, sin duda, de una figura imprescindible para la mejor administración económica, legal y técnica de una comunidad de propietarios. Sin embargo, no todas pueden permitirse la contratación de un administrador de fincas colegiado que aporte esos conocimientos especializados y la visión objetiva e imparcial que se necesita para la correcta gestión de un edificio por carecer de recursos económicos.
Consciente de esta realidad, el Colegio de Administradores de Fincas de Cantabria (CAFCA) viene abogando desde hace tiempo por la creación del administrador de fincas de oficio que permita a todas esas comunidades de propietarios, por lo general de pequeño tamaño e integradas por personas mayores o familias en situación de vulnerabilidad, que dispongan de ese asesoramiento profesional de un administrador de fincas colegiado del que nunca han podido disfrutar.
Con su creación, el CAFCA quiere facilitar a esas comunidades su gestión financiera y contable, a la vez que hacerles de guía en la solicitud de subvenciones y en la ejecución de las obras tanto de rehabilitación, conservación o de accesibilidad a las que estén obligadas por la normativa vigente, como de aislamiento térmico o mejora de la eficiencia energética del edificio que deban o deseen acometer y que, en la mayoría de las ocasiones, no llevan a cabo por simple desconocimiento, cuando no por incapacidad para asumir su análisis, evaluación y seguimiento.
Pero su puesta en marcha no solo requiere de la voluntad y el deseo del Colegio de Administradores de Fincas de Cantabria. También necesita del apoyo de los principales ayuntamientos de la región, a los que esta institución colegial solicita su colaboración para firmar acuerdos o convenios que hagan posible que el administrador de fincas de oficio sea una realidad en sus municipios más pronto que tarde.
En la parte que nos toca, el colegio va a poner a disposición de las comunidades una bolsa de profesionales colegiados para que puedan ser contratados por un tiempo determinado.
A las corporaciones locales, de su lado, les pedimos ayuda para que sean ellas las que fijen los criterios y requisitos de acceso que los edificios deben cumplir para beneficiarse de estos servicios. Sabemos, en este sentido, de la sensibilidad del Ayuntamiento de Santander, con el que ya hemos llegado a un principio de acuerdo para impulsar su creación.
Desde aquí abrimos la puerta a que más municipios se sumen a esta iniciativa que estamos convencidos de que servirá para mejorar la convivencia vecinal y llevar la tranquilidad a todas esas comunidades de propietarios con escasos recursos económicos.
Ellas, y los administradores de fincas colegiados, se lo agradeceremos.
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