Más allá del bien y del mal
Esta fue una de las obras más conocidas de Friedrich Nietzsche y me sirve para expresar una idea: el bien y el mal ¿existen? O ¿ ... son expresiones de nuestra particular forma de entender la vida y que han sido marcadas por las circunstancias que hemos vivido? En muchas ocasiones nos referimos a la bondad o a la maldad de determinada persona (con independencia del sano juicio de cada cual; hoy hemos constatado, de nuevo, que somos el país del mundo con mayor consumo de ansiolíticos...). Realmente ¿podemos decir que una persona es buena o mala con independencia de todos los condicionantes que haya tenido y también del momento en que juzguemos sus actos? Más aún si son en contra o a favor nuestro. Creo que, sin excepción, todos nosotros somos 'buenos' para unos y 'malos' para otros y, en el fondo de todo ello, esas calificaciones no son más que meros juicios de valor que hacemos con nuestra propia ley en la mano. De hecho, hasta las personas muy religiosas no son capaces de entender 'actos malos' de Dios cuando 'permite' la miseria, el hambre, las guerras o la mala vida de personas que no la merecen. No se le culpa, pero no se entiende que de la máxima 'bondad' pueda venir esa permisividad. En definitiva y como dice el refrán: cada cual cuenta la feria según como le va en ella
Yo estoy convencido de que probablemente no el todo, pero si buena parte de nuestros actos provienen de la herencia que hemos recibido (la educación, el ejemplo del entorno más próximo -padres, hermanos y colegio- y las primeras relaciones sociales). Sí que es cierto que hay personas que son capaces de cambiar su destino y renacer de las cenizas de un pasado negativo resurgiendo con entereza, honestidad y coherencia, consigo mismo y con los demás. Estos ejemplos, muchos hay, son muy meritorios. Quizá debiéramos hablar de personas con malos antecedentes que devienen en buenas personas; personas con malos antecedentes que siguen por la línea trazada; personas con buenos antecedentes que así continúan sus vidas y, quizá las peores, personas con buenos antecedentes que se dejan llevar por los peores comportamientos del ser humano (violencia, agresión, manipulación o abusos de poder).
Creo que más allá del bien y del mal están las circunstancias que nos han condicionado y han sentado los pilares de nuestra personalidad y, a partir del fin de la primera infancia, nuestro futuro dependerá de cómo seamos capaces de reforzar o cambiar nuestro propio destino.
Es muy probable que para muchos lectores de estas líneas mis ideas hayan sido buenas o malas; como todo, dependerá del tipo de filtro que pongamos al leerlas, porque nacen neutras.
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