¿Abundancia o escasez?

Las personas con una visión de abundancia piensan y sienten en grande ante cualquier reto o desafío. Suelen ser personas con seguridad y confianza en sus propias fuerzas y, aun sabiendo que las cosas son difíciles y cuestan esfuerzo, son capaces de ver grandes resultados en los proyectos o actuaciones previas antes de ejecutar cualquier acto.

Cuando sientes la abundancia piensas que puedes y si la fortuna, la idea o el momento es el adecuado, lo consigues.

Las personas que viven en escasez están constantemente quejándose de las dificultades, todo lo ven con la carga del problema, del si sale mal, de que va a costar mucho o la frase más recurrida de este colectivo: es que va a ser muy difícil. Este es el caso de personas que cuando todo lo han visto con dificultades, y como todo no puede salir bien, cuando sale mal te dicen: Ya te lo decía yo. Qué pena de agoreros del infierno; todos estamos condenados a sufrir por el hecho de vivir en este valle de lágrimas.

Da igual que afrontemos un nuevo trabajo o un proyecto de vida en común con otra persona, una negociación comercial o la conquista de la persona de la que nos hemos enamorado. El qué es lo de menos, si me permite, en este sentido, lo que realmente importa es el cómo nos aventuramos a conseguir lo que deseamos y, siempre, con guante blanco, sin tratar de perjudicar a otros, es más, cuando hay visión de abundancia es para todos, no sólo para uno mismo, es beneficioso para el conjunto, la pareja, la familia o la empresa.

La cuestión principal en la abundancia o la escasez es que la visión que tengas te pondrá en acción o en inacción, te activará o te frenará. Y, en este sentido, tengo una gran certeza: toda persona o empresa que ha conseguido un gran logro es porque antes ha pensado que podría llegar a conseguirlo; lo contrario también es cierto. Si tu planteamiento es el de «no se puede hacer» o, no lo harás, o lo harás con el convencimiento de que no lo vas a conseguir y no lo conseguirás.