Tengo 38 años (trabajando)

En primer lugar quiero destacarle todo aquello en lo que estoy de acuerdo con usted: Hay que disfrutar de la vida, de los amigos y de las cosas buenas que pueden llegar a estar a nuestro alcance.

Pero hay un pequeño inconveniente y es que, para poder conseguir todo esto hace falta dinero, 'cash', recursos y eso sólo se consigue con el rollo de trabajar, como usted dice. Para que algo rente hay que rentar antes, hay que ganárselo.

Seguro que a muchos de sus amigos les mole disfrutar de una buena casa, de que les lleven en un buen coche, de tener un buen móvil, buenas vacaciones y dinero para salir con los amigos y comprar la ropa y poder practicar deportes y viajes que os den popularidad y buen rollo.

La mala noticia que tengo que darte es que todo eso, que te puedes permitir, es gracias a que tienes unos padres que se lo han currado, que estudiaron o trabajaron bien jóvenes para poder tener el futuro, que es tu presente y tu disfrute. Seguramente muchos de vuestros padres han tenido que estudiar, antes y durante sus actuales trabajos, para ser competitivos y poder prosperar en sus trabajos y en sus vidas.

Otra mala noticia es que, lo que ahora entiendes como popularidad, si no evolucionas, con el paso de los años, se convertirá en vulgaridad y cuando tengas 30 ó 40 años, si no has arrimado el hombro para capacitarte como un buen profesional, te sentirás frustrado, ya no tendrás los dineros de tus padres (que serán jubilados y con ingresos limitados), deberás sacarte las castañas del fuego por ti mismo y si no has dedicado tiempo a construir unos buenos guantes, te quemarás cada vez que tengas que hacerlo.

Ya te adelanto que no es divertido tener que aceptar las limitaciones de no poder cosechar buenos resultados cuando no has sembrado esfuerzos.

Nadie regala nada en la vida, salvo los padres aburridos y poco molones, nadie más lo hace. Tan sólo es cuestión de tiempo que así lo entiendas.

No quiero despedirme de ti sin destacar que nosotros, los siesos, también nos divertimos, más aún cuanto más hemos estudiado y trabajado previamente.

Así conseguimos los recursos y la autoestima suficiente como para saber que lo que cuesta es lo que vale y que lo que es gratis, al final, cuesta mucho dinero; para que algo rente ha de costar antes. ¡Buen camino compañero! Al final, nos encontraremos».