«Empresabios»
Hay personas que saben elegir muy bien a sus compañeros de viaje
H enry Ford, el fundador de la casa de automóviles, es, probablemente, el empresario del Siglo XX que más admiro y no sólo por sus ... logros empresariales e industriales, sino por todas las frases y anécdotas que fue capaz de dejar por el camino y de las cuales podemos aprender. Una de ellas, que he conocido recientemente, y que ahora quiero compartir contigo, me parece fascinante. Estaba este hombre seleccionando entre dos candidatos a ingeniero en su planta de producción y les invitó a ambos a cenar. Los dos poseían una formación excepcional y Henry Ford, seguramente, les reunió para ser capaz de percibir algún detalle que le permitiera tomar la decisión sobre cuál era el mejor candidato posible para su fábrica. Al terminar la cena, el empresario le dijo a uno de los dos: «estás contratado, pásate por la fábrica mañana para incorporarte». Al otro le dijo que lamentaba no poderle contratar pero que ya había tomado la decisión al respecto. El segundo, sintiéndose dolido por la decisión, que no entendía, le preguntó por el motivo de la misma, a lo que Ford le contestó, más o menos de este modo: «Cuando les han puesto la carne en el plato, su compañero ha partido un trozo, lo ha probado y luego le ha puesto un poco de sal pues, efectivamente, estaba sosa, pero usted, sin comprobar si tenía o no tenía sal, directamente le ha puesto sal a la carne antes de probarla».
Este es un ejemplo fantástico sobre los prejuicios, sobre cómo a veces se prejuzga algo sin tener la información suficiente para saber si es de un modo o si es de otro; es un ejemplo perfecto de todas aquellas personas que prejuzgan y juzgan a otros con poca o nula información y toman decisiones guiados por su visión particular de las cosas y no por lo que en realidad hay o existe.
Por este motivo, considero que hay muy buenos «empresabios», que saben elegir muy bien a sus compañeros de viaje, para sus empresas, o que se dejan asesorar por profesionales expertos en la materia, para elegir a la persona o a las personas que cuentan con las actitudes necesarias para relacionarse con los equipos de trabajo de la mejor manera posible, sin prejuicios, sin egos, con la capacidad para empatizar con ellos y poder liderar en cada posición, o en cada proyecto, en el que asuman su responsabilidad, del mejor modo posible.
Elon Musk dice que todo se puede aprender, pero que un cambio de actitud requiere de un trasplante de cerebro. Hace casi 40 años, en uno de los primeros estudios actitudinales en la Universidad de Harvard, se concluyó que el 75% de la profesionalidad de una persona depende de su actitud no de su aptitud.
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