Si volviera a nacer...
¿Querrías ser tú mismo o un sucedáneo de lo que hubieras haber podido ser?
Muchas veces hemos oído esta expresión con lamento por las equivocaciones, por las omisiones, por el rumbo que pudo haber tomado nuestra vida y no ... fue así. ¿Cómo sería mi vida? ¿Habría hecho las mismas cosas? ¿Habría tomado las mismas decisiones? Más aún muchas personas dicen: «Si tuviera de nuevo 18 años… me comería el mundo» y siempre les digo «pero con tu actual visión de la vida y conocimiento ¿verdad?» y la respuesta siempre es la misma «claro, claro». De otro modo volverías a cometer los mismos errores y a perderte las mismas oportunidades de conseguir lo que luego no fuimos capaces de lograr.
Creo que nunca debiéramos tener la tentación de volver hacia atrás, es mucho más inteligente ser capaces de vivir el momento 'carpe diem' con toda la intensidad que seamos capaces: disfrutar de cada instante, ser conscientes de todo lo bueno que nos está sucediendo, empezando por tener vida y siguiendo por todos los dones que la vida pone a nuestro alcance; amor, pareja, hijos, calidad de vida, etc. La magia está en que todos sabemos el día en que nacimos, pero nadie sabe, con certeza, el día en que dejará de vivir y, hasta entonces, tenemos a nuestro alcance todo un inmenso mundo por descubrir, el de nuestra propia vida en movimiento, en actividad, sintiendo, aprendiendo, amando, disfrutando, creciendo en sabiduría, viajando y compartiendo vida con decenas o cientos de personas. Esa es la mayor riqueza que tenemos a nuestro alcance, no la desperdiciemos pensando que podríamos haber vivido la vida de otro modo. Si quieres lograr cosas diferentes, cambia el escenario, cambia los actores, la obra o el público ¿qué te lo impide? Si quieres avanzar no te pongas frenos a tu propia evolución; sé valiente, decidido, sanamente ambicioso y trata de conseguir todo lo que querrías con esos 18 años, ahora, tengas los que tengas.
De verdad, si eres de los de «si volviera a nacer», haz un alto en tu camino vital, mírate, mira tu entorno y capacidades y decide en consecuencia afrontar lo que deseas o has deseado toda tu vida. Vete a por ello, pon los medios; seguramente a muchos les dejarás boquiabiertos, pero eso te tiene que dar igual, el que necesita la boca para respirar los nuevos aires eres tú, sólo tú. De hecho creo que es mucho mejor pensar: «si volviera a morir… cómo me hubiera gustado vivir». Sólo nuestra inseguridad y nuestra desconfianza en nosotros mismos nos impide ir a por lo que queremos o sentimos que queremos. Si volvieras a nacer ¿querrías ser tú mismo o un sucedáneo de lo que hubieras haber podido ser? Estudia, viaja, aprende, navega, ama, decide; haz algo de lo que te sientas orgulloso.
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