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Siento en el alma no poder precisar la edad de la santanderina que albergo en mi casa, a la que trato con el esmero que ... su venerable antigüedad exige. Para mí, es la vecina más vieja de la ciudad, con una antigüedad estimada en unos cien o doscientos millones de años. Se trata de una fosilizada concha marina que los obreros posaron en la repisa de una terraza que da al sur de mi vivienda y que incapaz de pasar más tiempo a oscuras lleva años aflorando en la piedra arenisca, no sé si pidiéndome que la rescate de su eterna prisión y la coloque en una vitrina o que me limite a dar cuenta de su existencia.

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eldiariomontanes La vecina más vieja de la ciudad